-¿Qué querían esos idiotas?
-Nada, son compañeros de la escuela, me preguntaron sobre una tarea.
¿Tarea, Lía? Habiendo tantas excusas tan creíbles ¿elegiste tarea? ¿En serio? Parecía de todo menos que te pidieron la tarea.
Pues no estaba preparada para decirle sobre la apuesta.
Afortunadamente Aaron me creyó, aún no se como pero lo hizo.
-Está bien, ¿y sobre qué apuesta hablaban?
Mierda. ¡Aaron no eches a perder esto! ¿Y ahora qué le digo?
La tarea, Lía.
Cállate conciencia y mejor ayúdame a salir de ésta.
-Eh, hay algo que tengo que contarte.
Si va a haber algo serio entre nosotros no deben de haber secretos, ¿no es así? Creo que lo mejor es decirle de una buena vez antes de que mis compañeros de clase me sigan poniendo cada vez más difícil la situación.
-Claro linda, con toda confianza.
-Bueno, no sé cómo decirte esto...-
En realidad no sabía qué decirle o cómo empezarlo, "Hola, soy Lía Morgan y un chico de mi instituto hizo una apuesta a ver quien me quita la virginidad a cambio de dinero." No es buena manera de decirlo.
¿No querías ser más directa, Lía?
-Bien, ¿recuerdas el chico con el que estuve hablando el día que me recogiste en la escuela?
Él asintió.
-Pues su nombre es Richard Avery, él quería salir conmigo aunque yo no, pero como no me dejaba de insistir de tonta acepté.
Observé para ver su reacción, él sólo me veía algo confundido pero se notaba muy atento a mi relato. Proseguí.
-En la cita fuimos a un restaurante pero tomé de más y él con el pretexto de que me ayudaría me llevo a su casa a descansar, sólo que la cosa comenzó a complicarse y me largué de allí antes de que pasara algo de lo que me arrepintiera, pero antes de que me dejara ir me dio una amenaza, de que me esperaba algo terrible.
Aaron no decía nada y eso comenzaba a preocuparme. ¿Se había enfadado? ¿Conmigo o con Richard? Y eso que no llegaba a lo malo en sí.
-Al día siguiente en el instituto mandó a reunirse a todos los estudiantes en la cafetería, donde hizo una apuesta.
Aquí vamos. Sólo espero que no se enoje más.
-La apuesta consistía en que daría una gran recompensa a base de dinero y popularidad a aquél que me quitara la virginidad, ya que él no lo había hecho y eso le había enojado mucho.
Mierda Aaron dime algo. Pídeme la hora si quiera.
-Entonces a partir de ése día he recibido varias ofertas que no me han gustado y se me hacen muy vulgares, a veces ustedes los hombres pueden ser tan idiotas.
Lía, querías que te hablara y ahora lo insultas. ¿No ves que esto va mal? Cierra la boca ya.
-No todos.
Sonrió. Uff, al fin había hablado. ¡No se había enojado!
-¿Cuándo hizo la apuesta ese tipo?
Preguntó ya más serio.
-Hace unas semanas, ¿por qué?
¿Para qué quería saber?
-¿Sigue vigente?
Me quedó viendo mientras levantaba una ceja divertido.
¡Lo sabía! Nunca debí haberle dicho. ¡Lo arruiné todo!
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La apuesta que cambió mi vida {I parte}
Teen Fiction¿Qué pasaría si de pronto tu vida cambiara gracias a una apuesta? Esto le pasó a Lia Morgan, pero, ¿Cómo puede una apuesta cambiar tu vida? Tras el divorcio de sus padres, Lía se muda a Los Ángeles junto con su madre con la esperanza de comenzar un...