Capítulo 9. "Conociendo a Aaron"

7.6K 330 37
                                    

-Tranquila Lía, podremos solucionar esto. Si quieres podemos hablar con la directora.- decía reconfortándome Jenna.

-No lo creo, no podrían hacer nada. Richard es el que paga todas las finanzas de la escuela por lo que puede hacer lo que quiera sin meterse en problemas.- dijo inocentemente Malia. Jenna la fulminó con la mirada pero yo sabía que no lo decía para ofender.- Lo lamento, sólo decía. ¡Ánimo Lía!

Me abrazó. Eran buenas amigas porque a decir verdad estaban en mi casa ayudándome. Nos habíamos saltado las clases que faltaban, probablemente nos regañarían pero no nos importaba. Habían cosas más importantes de las cuales preocuparse. Por lo menos para mí.

Conforme pasaban los días la gente le iba dando menos importancia, claro que al día siguiente me tuve que enfrentar a varios insultos pero ya me comenzaban a dar igual. También varios chicos se me acercaban para ofrecerme acostarme con ellos. Claro que a mí no me interesaba en lo más mínimo y los rechazaba a todos. Eran asquerosos.

Era jueves en la tarde y ya habían pasado dos semanas desde el anuncio de la apuesta. Saliendo de clases decidí pasar por un café a Starbucks, lo necesitaba.

Afortunadamente sólo había una fila de tres personas, no me apetecía tardar ahí. Me formé detrás de una silueta masculina muy bien moldeada pero no le vi la cara. Trataba de sacar el dinero de mi monedero cuando accidentalmente se me cayeron unas monedas al piso. ¡Qué tonta! Me agaché por ellas cuando vi como una mano levantaba una de mis monedas. Estaba apunto de levantarme y reclamar a esa persona que era mi moneda (si, a veces puedo ser muy peleonera) cuando lo vi. La cara de la silueta masculina. ¡Wow! Éste tipo era la perfección en persona. Frente a mi tenía a un chico de cabello rubio, ojos cafés con una mirada profunda, una muy bella sonrisa y perfecta línea de la mandíbula. Sus hombros eran anchos y vestía unos jeans con una camiseta básica y chamarra de piel.

-Me parece que esto es tuyo, toma.- dijo con una voz completamente sexy que cualquiera se derrite, a la vez que me entregaba mi moneda.

Le sonreí.

-Gracias.-

-Mi nombre es Aaron, ¿y el tuyo?-

-Me llamo Lía, mucho gusto.

-El gusto es mío.- me dio un beso en la mano.

Aparte de apuesto, caballeroso. Nada mal.

-Lía, ¿Qué te parece si te invito tu café? Para que nos conozcamos mejor.

-Está bien, aceptaré.

Mi padre siempre solía decirme "Si te ofrecen pagarte o comprarte algo, siempre debes de aceptar. Nunca rechaces un regalo." Gran consejo.

Cuando llegó nuestro turno pedí un moka capuccino frappé ya que es mi preferido. Me casaría con eso si pudiera ser. Aaron pidió lo mismo que yo puesto que también le gustaba mucho.

Nos sentamos en una mesa para dos y comenzamos a platicar. Al parecer teníamos varias cosas en común, más de lo que pensaba. Le gustaba la misma música que a mí y ambos queríamos ser abogados de grandes. También me contó que su familia y él se acaban de mudar a Los Ángeles. Su padre había fallecido hace 1 año y estaba a cargo de su madre y sus dos hermanas menores, al parecer gemelas. Me dio tristeza esa historia pero me alegró que él fuera un chico muy fuerte, noble y honrado quien se preocupaba por su familia.

Luego de un gran rato se ofreció a llevarme a mi casa, puesto que ya era tarde y mi madre se preocuparía si no llegaba.

-Me encantó pasar esta tarde contigo Lía.

-A mí también, muchas gracias por todo Aaron.

-No tienes nada que agradecer hermosa, ¿Por qué no me das tu número de celular? Así podremos salir otro día.

-Claro, me parece muy bien.

Intercambiamos números y bajé del carro. Vi por la ventana como se alejaba su carro y subí a mi cuarto a cambiar mi ropa que llevaba por una pijama. En eso, sonó mi celular. Era un mensaje. Me ilusioné pensando que era un mensaje de él pero no, era de mi hermana. ¡Aún mejor!

"Hey enana, ¿Cómo estas? ¿Cómo está mamá? Me acaban de dar mis vacaciones y planeaba ir a visitarlas la próxima semana, ¿Qué tal? Espero puedan, las extraño mucho. Las quiere, Danna."

¡Mi hermana vendría a visitarnos! ¡No hay otra cosa que me hiciera más feliz! La extrañaba mucho, extrañaba tener a esa persona con quien compartir todos mis secretos y que me diera consejos. ¡Le tenía tanto que contar! Seguro ella sabría que hacer con lo de la apuesta. Cierto, la apuesta. Toda la tarde me había olvidado de eso, pero, es que se sentía muy bien estar con un chico que no se me acercara sólo porque quisiera acostarse conmigo por la recompensa. Él era nuevo en la ciudad y no sabía sobre eso. No permitiría que lo supiera.

----------------

Aaron en multimedia, ¿Cómo lo ven? ¿Les parece bien para Lía? ;)

P.s: Traerá muchos más problemas de los que se imaginan...

La apuesta que cambió mi vida {I parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora