챕터 tres.

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Regreso a casa, pase por el callado callejon, y me encontre con que estaban las puertas cerradas. Me extraño un poco y decidi acercarme más para observar mejor. Mi tía Jinha, siempre dejaba una llave debajo de una maseta para que Namjoon o yo entraramos cuando quisieramos.

Alce la maceta en mis manos, en busca de la llave pero no la encontre. No le di extrema importancia, solo retome el camino a casa.
El día paso bastante rapido y cuando llegue a casa eran aproximadamente las 5:30 de la tarde. Cuando entre a casa me encontre con Namjoon, en el mueble del salón, con un libro en sus manos y sus lentes en pasta negra a punto de caer por su tabique.

-¡Jyniu!- dijo gritando, dirigiendose hacia mi con rapidez-¿Donde estabas?- preguntó.

-Sólo estaba en el parque, Namjoon- dije con mirada obvia y me deshice de su agarre.

-Quiero hablar contigo.-

-Dejame adivinar, Haneu..-no me dejo finalizar la última palabra.

-No la menciones, yo, eh... hemos terminado...- dijo girando su cabeza a un lado, evadiendo mi mirada.

-Puedo saber el porque?- pregunte en un susurro, sorprendida la verdad.

Haneul y Namjoon llevaban 3 años juntos. Ambos compartian infinidad de gustos y pasatiempos, estaban todo el tiempo juntos, sus familias se conocian entre si. Mi madre amaba a Haneul, como también la madre de Haneul amaba a Namjoon.

En fin, eran la pareja perfecta, en pocas palabras. Siempre mire su vínculo como lo que yo deseaba tener con alguien en un futuro, me gustaba tanto la manera en la que se envolvian y complementaban. En serio, quede con la boca abierta y creo que los ojos me iban a saltar en cualquier momento de lo expandidos que los  tenía. Jamás espere que esto sucedería.

Mi hermano, entre lágrimas, me contaba todo sin mucho detalle. Y yo, cada vez más sorprendida por lo que decia, no sabia como debia reaccionar. Al rededor de media hora después, Namjoon termino su relato, pero no termino de llorar, al contrario, se incremento la cantidad de maldiciones y lamentos que salian por su boca, estoy segura que los sollozos se oian hasta la casa de Haneul.
Habia pasado mucho tiempo desde que veia a Namjoon tan vulnerable.

-Namjoon, no puede ser tan malo, no puedes llorar todo el dia en mi pecho.. -apesto consolando, lo se-

-¿NO PUEDE SER TAN MALO? ¡ESTUVIMOS JUNTOS TRES PUTOS AÑOS JYNIU! ¡¿COMO QUE NO PUDO SER TAN MALO QUE ME FUERA INFIEL?!- dijo, separandose bruscamente de mi regazo y gritandome.

-Yo...yo, yo no se como reaccionar a estas cosas Namjoon, yo enserio no lo se tomar... Siempre voy a querer ayudarte y hacer que te sientas mejor, pero esta vez realmente no se como hacerlo. Siempre fuiste tu el que me consolo en estas situaciones.-dije, lo quite un poco de encima y me dirigi a mi habitación en busca de paz.

                                 *********

El Viernes, Sabado y Domingo, pasaron extremadamente lentos. Entre oir sollozos desde la habitacion de Namjoon y las llamadas de Haneul disculpandose colapsando mi celular, no puedo terminar peor las vacaciones. Realmente me dolia saber que Namjoon se encontraba tan mal, pasaba horas pensando en que hacer para poder lograr que se sintiera un poco mejor, porque después de todo, las clases comenzarian mañana y tendría que soportar la presencia de Haneul todos los días, en la escuela.
Como acostumbramos desde pequeños a dormir juntos todos los domingos, ya cuando eran las 8:30 de la noche, me dirigi a su habitacion con chocolates y peras. Sus favoritos. Toque ligeramente la puerta un par de veces sin recibir respuesta.
-Mamá, te dije que no quiero comer.- Namjoon debe de estar en la peor de las condiciones para hablarle asi a mamá.
-No es mamá, Namjoon, yo..traje peras y chocolates... y  esperaba comerlas contigo..
-Pasa, esta abierto.- dijo con voz ahogada, como si estuviera a punto de llorar.

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Desperte con los gritos de mamá. Me toquetie los párpados con brusquedad por unos segundos y me encontre con todos los rayos del sol posados en mi cara. Di un salto para quedar sentada, vi hacia el lado de la cama donde durmio Namjoon, y este no se encontraba.
Luego de un rato, se abrio la puerta y era el con una bandeja en la mano. Esta contenia jugos, huevos estrellados, tostadas, y peras. Cuando se trataba de el, no podian faltar las peras.
-Mamá hizo el desayuno, Jyniu.- dijo fingiendo una sonrisa.

in your antique shop (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora