Parte 20: Uno los dos

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Felizmente, con la puerta trabada, su cuerpo sobre el mio y con demasiadas emociones contenidas, pude comenzar a disfrutar de Hyukjae. ¿Por qué ahora y no antes, mientras hablábamos? Porque nuestro vínculo estaba dañado y tenía más miedo a terminar corriendo por un pasillo vació, para irme lejos de él, escuchando un "quiero que desaparezcas de mi vida". 

Ahora, porque aunque se nos cayera el techo encima, nada iba a impedir que volvamos a conectarnos de la única forma que no habíamos concretado. Hacer el amor. Los labios de Hyukjae que jugaban con los míos y sus manos que se colaban bajo mi ropa, acariciando cada centímetro de mi piel. Su lengua decretando quien iba a estar a cargo de todo esta noche, invadió mi cavidad bucal, buscando la mía y mientras ellas se enredaban, no pude evitar que varios gemidos se escaparan de mi. 

Mis piernas de enredaron en su cadera, para acercarlo más a mi. Tenía la necesidad de sentir como nuestros cuerpos se fundían uno con el otro, sin dar lugar a que algo se interponga entre nosotros, tanto como personas, como almas. En mi caso ya no había dudas, mi vida sin Hyukjae no tenía sentido y si era necesario pelear por el hasta el final de mis días, haría lo que fuera con tal de mantenerlo a mi lado. 

-Te amo, Hyuk.

-Yo también te amo, pequeño. - dejó que su nariz vagara por mis mejillas, acariciándolas, bajando por mi cuello, para dejar a su paso muchos pequeños besos. Aprovecho que mi espalda se arqueo ante las primeras oleadas de placer y dejó mi pecho al descubierto, para seguir su camino hasta mis botones rosados, que parecían querer ser parte de la acción, porque estuvieron más que felices de ser mordisqueados suavemente. 

Mis pantalones eran tironeados y mis boxers también se fueron en el proceso. Pero no me iba a conformar con sentir sus pantalones contra mi. Quería algo más y fui a por ello, en medio de un arrebato de rebeldía me coloqué sobre él y mientras peleaba con su cinturón, sus dedos se afirmaban a mis nalgas, haciéndome temblar. Cuando al fin logré mi cometido y arrase con sus jeans y ropa interior, me enfoque en su miembro semierecto, sin prestarle atención a su camiseta, que seguía en su lugar.

Se sentía tan bien saber que a pesar del tiempo distanciados me seguía deseando, que creía escucharlo hablar y solo podía pensar en lo bien que se sentiría saborearlo. Seguí masajeándolo, besando sus caderas y me sentía poderoso, gustado, amado. Dos de sus dedos viajaron por mi mandíbula, acariciándola y yo supe que tenía su permiso para continuar. Pasé mi lengua desde la base hasta la punta, antes de jugar con su glande hasta generarle impaciencia y después de un par de suspiros pesados de su parte, lo tragué hasta el fondo, iniciando un vaivén que con el paso de los segundos se transformo en salvaje una vez que tomó mi cabello y se alineo bajo de mi, para follarme la boca como a él le gustaba. 

-Oh, Hae.. te extrañé tanto.. -no era el momento, pero pequeñas lagrimas comenzaron a caer de mis ojos, por la intensidad de nuestro encuentro o la cantidad de emociones que nos rodeaban, pero necesitaba besarlo y demostrarle que yo también lo había hecho, que moría por tenerlo conmigo de una vez y para siempre. 

Nuestros labios chocaban y su mano tomaba nuestros miembros juntos, lubricados por mi saliva y creía que llegaría a correrme antes que llegáramos a la mejor parte. Sabía que lo que le pediría podría llegar a doler, pero lo necesitaba dentro de mi y con urgencia.

-H-hyuk.. Hyukkie.. te necesito.. ahora..

-Voy a lastimarte.. pasó mucho tiempo desde la última vez.. siquiera tengo un lubricante- negué con la cabeza, bien. Digamos que me puse más colorado que un tomate, pero en el apuro de irme de casa había querido llevarme los dildos para tirarlos pero me había sido imposible, cada vez que recordaba como los habíamos usado juntos y terminaba por intentar repetirlo, sin los mismos resultados, porque por más que quisiera, el objeto no cobraría vida propia, ni me hablaría sucio como Hyukjae. Pero si habían estado dentro de mi la suficiente cantidad de veces para saber que mi cuerpo no iba a sufrir tanto como él creía y ni muerto se lo confesaría.

Cayendo por mi padrastro [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora