Parte 5: Un ensayo complicado

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Las clases habían resultado productivas, esta vez mi castigo fue comer un par de crayones. Seguía siendo asqueroso, pero lo prefería antes que almorzarme un hormiguero entero. Solo me faltaba lograr explotar mi lado "hot". Según Taemin, mi movimiento de caderas era equivalente al de una heladera. No era mi culpa que él pudiera follarse al aire en cada movimiento y yo fuera vergonzoso.

-Donghae, piensa en Dara. Imagina que ella está en el piso y BAM. Le haces mellizos.

-Claro si.. ¿QUE DARA QUÉ? - la risa malvada que salió del pequeño Lucifer me terminó de inhibir. Tampoco es que pudiera pensar en mi novia de esa forma, ella es demasiado dulce para pensar en sexo duro. Definitivamente tendría que pedirle consejos a Hyukjae, esto no iba a funcionar.

-Vamos Hae, me gustaría ser tío. Llevarlos de paseo..solo tienes que practicar..

-Bebé.. si Hae tuviera hijos, sería para mantenerlos cerca de él y no pedir ayuda a "Missing Children" para recuperarlos. - contestó Minho que llegaba del entrenamiento. Quise reírme pero tentar a mi suerte en mis días buenos, no era algo que deseara. Taemin parecía perdido intentando entender el chiste de su novio, cuando me di a la fuga.

Deseaba con todo mi ser que quitaran esa secuencia de la coreografía, me era tan jodidamente complicado soltarme de esa forma. Porque si bien podía dar lo mejor de mi entrenando, nada me hacía pensar que frente las mil personas que estarían en ese gimnasio, lograr que mi cuerpo cobre vida propia fuera posible.

***

Llegar a casa y encontrar las luces apagadas fue novedoso. Por lo general, Hyukjae llegaba antes. Haberme bañado era un gran sinónimo de poder poner manos a la obra con la cena porque moría de hambre. Podía comerme todo el arroz del mundo si tuviera la posibilidad. Con la mínima capacidad para aguardar por la comida, opté por el ramen instantáneo. Hyukjae tenía debilidad por ese platillo, no era como si fuera a quejarse.

Justo cuando iba a pulsar el botón de llamada, lo vi entrar. Estaba sudado y parecía molesto. No es como si pudiera meterme en sus asuntos y averiguar que lo preocupaba.

-Ya, Jess.. te digo que cenaré con Donghae y luego dormiré. Tuve un día difícil, deja de gritar al teléfono.

Mamá. Siempre tenía que ser mamá. Insoportable y celosa. El solo de oírle pronunciar mi nombre, me hacía saber que ella estaría echando chispas. Seguramente, ella esperaba que el me odiara. Que le dijera que era un inútil o un bueno para nada. Pero él ya me conocía. Estaba agradecido de ser el protegido de Yunho y poder gozar de ese privilegio en casa. Nunca antes me había agradado que me tomaran por su alumno favorito. Ahora me parecía lo más inteligente de mi vida haber ingresado al grupo.

-Hola Hae. Perdona la demora, hubo problemas en el estudio. Han cortado el servicio de luz por falta de pago, la dueña olvido hacerlo. No es tan fácil dar una clase en la plaza para no perder la jornada.- me gustó que explicara sus razones sin necesidad.

-Siéntate, tengo justo lo que necesitas. - tampoco era un manjar, pero si algo que le levantaría el ánimo.

Al ver el plato de ramen festejó como si fuera un triunfo, tuve que reír con él. Era tan fácil pasar el tiempo con él, que a veces me asustaba lo cercanos que éramos. No se acercaba ni por asomo a una relación padre-hijo como mi madre hubiera querido, sin embargo, me sentía feliz de poder disfrutar de ello. Tenía fecha de vencimiento y era en exactos veintidós días.

-Creo que voy a pedir más días como éste, sólo para tener este recibimiento. - sonrió. Mi corazón explotó. Estaba hiperventilando. Eres heterosexual, muy heterosexual, Donghae. Ya cálmate. Claro que decírmelo era fácil, pero alguien que se lo avise a él, que quería salirse de mi pecho.

-Deberías decirle a mamá que eso de los platos italianos como comida favorita fue solo para ligar. Apuesto que estaría de feliz de fingir haber pasado la tarde cocinando para servirte un plato de este manjar. Puedo imaginarla con un delantal, jugando a la esposa perfecta. Solo me avisas y yo corro a casa de Sungmin - su rostro se contrajo por un momento. ¿Acaso no era eso lo que debía contestar? No es que no me hubiera acostumbrado a mi madre gimiendo noche por medio. Los auriculares eran un must de cada noche, ya estaba curado de espanto. - disculpa, no pensé que te molestaría que dijera algo así..

-No es la imagen que me gustaría que tengas de tu madre, solo eso.. - no sé por qué, no le creí.

-Vale. Hyuk, si no estás muy cansado, después de una ducha, puedes ayudarme..

-Con gusto, deja que me ocupe de los platos antes.

-Yo lo hago. La casa invita. - guiñándole un ojo, fui corriendo a refugiarme a la bacha. Ridículamente nervioso, termine por empaparme mientras intentaba fregar el primer vaso. Antes que pudiera notarlo, me escabullí en mi habitación y me cambié. 

Tocando mi puerta cuando estuvo listo, lo dejé pasar. De todos modos, era más cómodo si usábamos mi pc para pasar la música y tenía espacio suficiente para practicar. El espejo del armario me ayudaba a corregir la postura, mientras repetía los pasos.

-Bien, ¿cuál es la lección del día?

-B-bueno.. la cuestión es que..

-¿Si? - podía notar su impaciente interés. 

-No logro verme sexy en el final de la coreografía. Taemin dice que me reemplazará por un lavarropa.

-Muéstrame.

Tirándome al piso, levanté mi tronco con toda la intención de acompañar el movimiento con la cadera y lo único que logré fue mover la rodilla hacia delante. Bufé. Fantástico, haz el ridículo delante del experto, Donghae. 

-Vuelve a hacerlo. - ahora dos manos se posaron en mi cadera e intentaron moverme al compás de mis brazos, casi lo logro. Mis brazos me fallaron hacia el final y pasados los diez intentos me di por vencido.

-Soy incapaz de ser un chico hot. Se lo dije a Tae, pero no me entiende. ¿Qué le cuesta remover ese paso?

-Déjame intentarlo. - y por supuesto, a la primera, le salió perfecto. Sensual hasta la médula. Al sentarse en el suelo, parecía sopesar opciones y en ese momento, parecía un maestro aplicado. - Ven. Creo que se como hacerlo, aunque puedes sentirte algo incómodo al principio.

-Mientras me salve de algún método novedoso de tortura el próximo entrenamiento, lo que sea. - claro que no estaba preparado para verme nuevamente en el piso, con la rodilla de Hyukjae fijando la mía y el resto de su cuerpo posándose tras de mí.

-Se que no es lo más didáctico pero no he encontrado otra forma. Lo siento. Solo no pienses demasiado en ello. - pasé saliva, me mataban los nervios - ¿Estás listo? - no, no lo estoy. Ni lo estaré.

-S-si.

Una estocada no se hizo esperar y pude sentir toda su hombría en mi trasero. Tenía que desagradarme, generar rechazo y asquearme, sin embargo, pasó todo lo contrario. Cuando quise entender lo que sucedía, mi cuerpo se movía por su cuenta y lo había logrado. El dichoso movimiento había llegado a mi sistema. 

Olvidándome de la posición en la que me encontraba quise girar un poco mi cuerpo para festejarlo, estampando su miembro de lleno contra mi, un pequeño gemido se escapó y me quise morir. Hyukjae estaba duro tras de mí y yo.. ¿yo lo había disfrutado?

-C-creo que me iré a dormir. Ahora ya sabes cómo hacerlo, Hae. Buenas noches. - rojo como estaba, no me gasté en saludar, no sabía cómo sonaría mi voz en ese momento y no quería terminar de hundirme.

No sé qué poder tenía Hyukjae sobre mí, pero debo eliminarlo de mi lo más pronto posible, antes de provocar un desastre. ¡Es el novio de mi madre, por todos los cielos!

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Este Hyuk es un loquillo para dar clases! Espero que disfruten de este capítulo!


Cayendo por mi padrastro [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora