Epílogo

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10 años después

Podía sentir los brazos de Hyukjae recorriendo mi cintura y simplemente deseaba dejarme llevar. Su cuerpo se apretaba contra el mío y quería gemir, pero sabía que era imposible si quería seguir con lo que estábamos haciendo. Cinco días sin poder hacer más que rozar sus labios después del trabajo. Había tomado días libres en la clínica, sin embargo para las guardias no había podido encontrar un reemplazo y el seguía armando el comeback de un grupo nuevo llamado Red Velvet. No me hacía gracia que estuviera rodeado de mujeres hermosas, pero al fin de cuentas, siempre volvía a casa para mostrarme su sonrisa de encías. Estaba cerca de los cuarenta y las arruguitas cerca de sus ojos eran cada vez más notorias y sexys.

-H-hyuk..no podemos..

-Sh..

-TIO HYUK, Henry me pegó.

-Mentira, ella me mordió. Yo solo la corrí, padrino tienes que creerme.

-Oh, señorito, usted está en problemas por tocar a mi niña, vamos a tener una conversación muy seria. -Hyukjae se levantó y tomó a mi ahijado de las orejas levemente. Sabía que estaba jugando, sino le hubiese cantado las cuarenta antes de empezar.

-Amber.. que dijimos de molestar a Henry.

-Pero, tío Hae, no quiere jugar conmigo y dice que no soy bonita. El tío Hyuk dice que lo soy, pero Henry no me da ni la hora y yo estoy enamorada de él.

- Cariño, ustedes todavía son pequeños. Veras que cuando crezcan, no podrá resistirse a tus encantos, eres mi niña valiente. Te hace más hermosa que cualquier princesa que tu tío te haya regalado.

-Tio Hae.. me gustaría que fueras mi papá. - me abrazó fuerte - Serías un lindo papá.

-Sabes que tu papá es genial.

-Pero tu eres el mejor, pero no se lo digas al tio Hyuk, se pondrá celoso.

-Muy tarde para eso, señorita. Ahora exijo muchos besos para no sentirme ofendido. - Tanto mi marido, si.. desde hace tres años adorable marido, y mi ahijado estaban saltando en la cama para sumarse a un ataque furtivo de mimos y mi corazón saltaba de contento.

No era que no hubiéramos pensado en la posibilidad de adoptar un niño, pero en Corea era prácticamente imposible y afrontar un embarazo a distancia.. simplemente no había llegado el momento para ello. Teníamos a nuestros niños que venían todas las vacaciones a vernos y los disfrutábamos como propios. Los extrañaba horrores durante el año y solía llorar a moco tendido al verlos crecer con el paso de los meses por videollamada.

Amaba ser su confidente, su mejor amigo, como Amber me definía. Henry adoraba a Hyukjae y ambos pasaban horas bailando en la empresa cada vez que tenía la oportunidad. Amber iba con ellos pero solía colarse en las salas de grabación. Me encantaba escucharla cantar para mi cuando volvía cansado del trabajo y era una de las cosas que más extrañaba siempre que volvían a casa con sus padres.

Todos nos dormimos como si fuera una rutina, apretaditos en la cama gigante y sabíamos que era el último día. Luego, volveríamos a ser solo dos. La casa volvería a estar ordenada y quizás por unos días, gozaríamos en cada rincón de nuestro hogar, hasta que éste volviera a ser demasiado grande para dos hombres solos.

Cuando mi tía apareció cerca del mediodía, podía sentir a Henry sonrojarse por el beso que Amber le daba en su mejilla y como se abrazaban, prometiendo hacer las cosas bien para obtener permiso en el próximo receso y volver a encontrarse. Sora llegó más tarde y después de tomar un café con nosotros, también emprendió el regreso a casa.

Cayendo por mi padrastro [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora