Cayendo por mi padrastro [Eunhae +18]

Parte 11: Competencia

Tres, dos, uno.. saltamos a la pista. Luces me cegaban, los gritos me aturdían y los nervios me comían. Taemin se puso delante de mí y supe que ya no podía escapar.

-Vamos Donghae, calentemos a esos viejos verdes, la copa es nuestra.

Con una confianza renovada por las palabras de mi amigo, pude pensar en una sola cosa. Si Hyukjae estuviera en ese jurado, amaría verlo perder el control y colarse bajo mi cuerpo una y otra vez como aquella mañana. Teníamos que hacerlo, íbamos a lograrlo.

Con fuego entre mis piernas moví mis caderas con energía, sentía mi respiración acelerada y mis mejillas arder, pero la fuerza no me abandonaba. Con un golpe de autoestima fije mi mirada en el jurado y mordí mis labios mientras deslizaba mis piernas sobre el piso. A mis espaldas, Taemin se movía frenéticamente.

Podía ver los ojos del señor Park Jin-Young llenos de lujuria y como el gran Lee Soo Man frotaba sus manos fuertemente por sobre sus piernas. Llegamos a la secuencia final y me enfrenté al pequeño demonio sexual y como dos expertos follamos el piso, abriendo la boca sutilmente, mientras nos enfrentábamos. El gong final llegó y lo supimos, el público era nuestro y el estrado también.

Salimos de la pista y Yunho seguía anonadado. No habíamos dejado que analizara la coreografía completa porque sabíamos que iba a prohibir que hagamos ese final y queríamos generar impacto. No se en que momento me deje arrastrar por su hijo, pero supe que había tomado la decisión correcta. Más tarde, descubriría que había estado muy equivocado.

Los grupos que competían con nosotros se acercaron a felicitarnos y varios muchachos me pasaron su número. A todos les contestaba que no estaba interesado pero aun así insistían. Si hace un par de meses me hubieran preguntado por esta posibilidad, seguramente hubiera estallado en risas hasta que mi estómago doliera y no pudiera moverme.

-Con un puntaje ideal.. los campeones del torneo regional, que viajaran a la ciudad de Seul a representar a nuestra ciudad, es el gimnasio TVXQ!, profesor Jung Yunho. Felicitaciones a sus integrantes.

SI, LO HICIMOS! La medalla era hermosa y la copa aún más. Nunca pasábamos del tercer puesto y lograr esto era un sueño hecho realidad. Porque para ser mi último año, despedirme en las finales, era un sueño hecho realidad.

Salimos a festejar y volví a casa, pasada la medianoche, con demasiada felicidad y cansancio como para ordenar mi cuarto, ya mañana, al volver de la escuela haría algo al respecto. Le envié un mensaje a Hyukjae para contarle el resultado y me felicitó.

"Ese es mi chico, felicidades amor mío"

Sonrojado hasta las orejas, me metí a la cama, rogando para que estos días que nos separaban, pasaran volando.

***

Las cosas en mi habitación se estaba saliendo de control y mis ganas de hacer algo al respecto eran cada vez menos porque los ensayos se habían vuelto cosa de todos los días y los exámenes finales estaban cerca. Ropa sucia, papeles de chocolates y pequeños zumos se iban acumulando en los rincones. Mientras mi escritorio y la cama estuvieran despejados nada me detenía y así me encontró Hyuk.

-Hae.. Donghae..

-Mmm

-Hae.. ya estoy en casa.

-HYUK! - Qué vergüenza. Con la cabeza en el libro de física y la baba bajando por mi mejilla, me había quedado dormido intentando entender por qué Arquímedes había decidido bañarse para convertirse en un hombre brillante. Limpiándome la cara con la camiseta del pijama, me abracé a su cuello.

-Hola. - me sonrió.

-Hola.

Con un beso corto, quiso levantarme de mi lugar y llevarme hasta la cama pero un mar de basura se lo impidió.

-Oh, señorito, parece que no podrías sobrevivir a una semana sin mi que pasa un tornado por tu habitación.

-He estado cansado como para ordenar. Si me ayudas, podemos hacerlo ahora.

-Te aprovechas de mi. Lo haré solo porque cuanto antes termines, antes podré darte tu premio por ser el chico más sexy de Mokpo. Esa coreografía, Donghae, me ha tenido como loco toda la semana.

Con una bolsa gigante, me dispuse a meter toda la basura mientras el intentaba juntar las prendas que rodeaban mi cama.

-De verdad, tus zapatillas llegan a hasta el otro lado de la cama, ¿puedes ser más holgazán? - se estiró para tomarla y de repente un recuerdo poco grato recorrió mi mente.

-Deja, yo me encargo. Seguro que tienes un bolso por desarmar y..

-Ese repentino cambio de actitud, Hae.. ¿qué escondes bajo la cama? ¿Tienes porno? No es algo que debería avergonzarte conmigo, es decir.. se que eres un adolescente saludable.

Pero nada tenía que ver con detalles de mi vida pasada. Mi problema era el maldito vibrador. Rezándole a todos los santos, esperaba que la maldita zapatilla estuviera bien lejos de él. ¿Alguna vez yo, Lee Donghae, fui beneficiado con un golpe de suerte? Nunca. Y pude escuchar el jodido ruido del cartón al ser golpeado.

-Que tienes por aquí. - sus ojos brillaron y giro su cabeza hasta tener su vista clavada en mi. - ¿Supongo que esto también es obra de Taemin?

-Aun cuando sea difícil creerme, lo es.

-¿Gastaste tu mesada en esto y por eso pasaste los días a pequeños chocolates y zumos en lugar de comprar comida?

-Estaba amenazado. No pude hacer nada al respecto.

-Yo si creo que puedas hacer algo por ello. Limpieza terminada. Vamos a la ducha, me siento un poco infantil y tengo ganas de hacer uso de un lindo juguete.

***

Abrazando una almohada, y con más ganas de correrme que de vivir, podía sentir como ese maldito artefacto se movía sin control dentro de mi, mientras Hyukjae me miraba y se tocaba. La vista era caliente, yo necesita más que solo eso, pero tenía prohibido mover mis manos para acariciar mi miembro, que ya goteaba.

-H-hyuk.. yo.. ah.. - me iba a hacer rogar. No quería hacerlo. Estaba exhausto y caliente. Esa combinación no es para nada buena.

-¿Qué quieres, Hae? Pídelo.

-T-tu sabes..

 -Una semana, una larga semana deseando tocarte, tenerte entre mis brazos. Llegué a sentir envidia de las tablas de ese escenario. ¿Puedes entender lo bajo que he caído por ti?

-S-si.

-No puedes ir, y mirar a otros hombres como me miras a mi. Eres mio. Solo mío. Ellos ni siquiera merecen poder posar sus ojos sobre ti - ahora sus manos empujaban el maldito objeto más profundo y mis ojos estaban a punto de rodar hacia atrás. El placer era demasiado pero no suficiente para estar satisfecho y soltar mi carga sobre las sábanas. -Tenlo en mente Hae, el único que puede amarte soy yo. Eres mío, así como yo soy tuyo. Solo tuyo.

Pude escuchar el ruido del plástico al romperse y gemí cuando me sentí vacío. Se alineó a mi entrada y entró de un solo golpe. Fue suficiente para terminar con mi sufrimiento, pero no dejo de moverse. Todo lo contrario, empezó a ir más rápido y más fuerte. Volví a sentirme duro. Demonios, terminaba de venirme y ya quería más. Con Hyukjae siempre era así y me preguntaba cuánto tardaría en convertirme en un adicto a su cuerpo, porque de algo estaba seguro. El sexo sin él, nunca volvería a ser lo mismo.

Sudados, cansados y abrazados, nos dejamos llevar por el sueño. La mañana siguiente, cuando mi teléfono empezó a chillar sin parar, preferiría nunca haber despertado.

-¡LEE DONGHAE!

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Les traigo un nuevo capítulo, ¿que les ha parecido? 

Hyuk volvió a reclamar lo que es suyo!