SHAI
Poco a poco empecé a abrir los ojos, me dolía todo el cuerpo. Sentía que lo poco que podía ver daba vueltas.
Cuando por fin pude ver bien, vi que estaba en mi cama. Sola, pero ¿cómo había llegado acá?
Quise levantarme pero todo alrededor daba vueltas, así que volví a la cama. Al poco rato, Theo ingresó, con un vaso de agua.
--¿Shai? ¿Estás mejor?-- me dijo, dejando el vaso de agua en la mesita de noche, y sentándose al borde de la cama.
--Sí, sólo un poco mareada-- mentí, en verdad sentía como si un camión me había pasado encima.
--Hablo enserio, no puedes mentirme, lo veo en tus ojos-- me respondió, dándome el vaso con agua.
Yo lo bebí rápidamente porque tenía mucha, mucha sed.
--Gracias ¿sabes qué me pasó?-- le pregunté no estaba tan segura de lo sucedido.
--No lo sé, cuando volví de hablar con mi padre, te encontré desmayada.
--Claro, ahora recordé un poco, bueno si recordar nos referimos a sentir que alguien puso algo en mi nariz y ya no recordar nada eso es un recuerdo-- le respondí rápidamente.
--¿Ah? Shai, ¿puedes volver a repetir? no entendí nada.
--En resumen, alguien se me acercó por detrás y puso algo en mi nariz, creo que era un pañuelo, con algo y no recuerdo nada más-- pero de pronto me sentí alarmada-- ¿Y si fueron ladrones?
--¿Ladrones? puede ser, pero ¿por qué no se llevarían tu celular o tu laptop?
--Cierto, pero ¿revisaste las otras habitaciones?
--Nop, lo siento, estaba mas preocupado por tí.
--Bueno ya me siento mejor, así que iré a revisar las otras habitaciones, aunque ¿qué hora es? parece de noche.
--Las 3 de la madrugada.
--¿QUE? ¿Pero por qué no estás en tu casa? es muy tarde y mañana o mejor dicho hoy tienes clases.
--¿Y? bueno mi padre no está presente en mi hogar, así que estar solito no me llama la atención y creo que tú también estas solita, ¿que tal si nos acompañamos?-- me preguntó de una forma seductora.
--Bueno creo que un poco de compañía no me caería mal.-- dije susurrando en su oído de forma, ¿seductora?, era extraño este curso de seducción práctica con Theo, pero me gustaba, así que ¿por qué no jugamos un rato?-- Pero con una condición.
--Cualquier condición-- me respondió, con voz ronca.
-- Bien porque... tú lavas, cocinas y cortas el césped-- me alejé de su oído.
--¿Qué?¿todo eso? estas de broma ¿no?-- me preguntó ¿asustado?
--¿Asustado?
--Para nada, pero... no sé ni lavar, ni cocinar, ni cortar el césped.
--Entonces aprenderás
--Señorita Shailene Woodley, ¿va a ser mi maestra?-- preguntó burlonamente
--Si no quieres no te obligo.
--Claro que quiero que seas mi maestra, pero... hay un problema.
--¿Problema? no me digas que no te quieres romper una uña.
--¿Cómo lo adivinaste?-- preguntó con voz aguda, como si quisiera imitar a una chica--
--¿Enserio?-- no podía ser que Theo sea...
