Shai...
Siento que el tiempo se paró. Que estoy teniendo pesadillas.
Las palabras de la directora no son ciertas. No puede ser verdad. Mi papá no está muerto.
No compartí casi nada con mi papá pero... era mi papá. No... puede estar muerto. Yo creía siempre que cuando el muriera yo no sentiría mucho dolor.
Pero estaba equivocada. Posiblemente nunca escuchó de mí las palabras: Te quiero, papi dirigidasa él. No con sinceridad.
--¿Shailene? Pequeña hay algo más -- me sigue hablando la directora.
Pero yo no escucho nada. Sólo necesito escuchar la voz de mi mamá y de Theo, pero no traigo el móvil conmigo.
--Quiero hablar con mi mamá-- digo con un tono desesperado.
--Ella está en un avión, es lo que te quería decir. Escúchame ¿si?-- me pregunta con voz más amable.
--Quiero a mi mamá, la quiero ahora-- empiezo a desesperarme y a gritar.
Nunca había tenido un ataque así.
--Dorothy, ¿puedes traer algo de agua y...unas pastillas?-- escucho a la directora gritar.
Pero mi visión está borrosa por las lágrimas y mi garganta en carne viva por los gritos que estoy lanzando.
--Shailene, necesito que tomes esto-- me dice la directora ofreciéndome un vaso de agua con algunas pastillas.
--No quiero nada¡¡¡-- grito --Quiero a mi mamá, y a Theo. O a Lizzie-- mi voz se va apagando.
--Tranquila... toma esto por tu mamá-- me sigue ofreciéndome la directora.
Saben que haría cualquier cosa por mi mamá. Así que tomo el vaso de agua con las pastillas.
Pero empiezo a ver otra vez borroso. Ya no estoy llorando pero la habitación se hace cada vez más borrosa. Y las voces cada vez se sienten más lejanas.
Lo último que escucho es la voz de la directora.
--Shaile, la carta de Lizzie la dejo en tu mochila.
***
No sé donde estoy, pero me siento incómoda. Trato de abrir los ojos pero todavía siento los párpados pesados, y todo mi cuerpo se siente igual.
Poco a poco escucho voces cercanas.
--¿Ya lo sabe?--escucho hablar a... una chica.
--No lo sé, por su bien espero que sí-- responde la voz de un chico.
Parecen jóvenes.
Por fin puedo abrir los ojos y mientras me adapto a la luz, la chica habla.
--Ya se está despertando.
--Cierra el pico Mar-- le responde el chico.
Cuando ya puedo ver bien me levanté del... ¿asiento de avión?
--Pero qué...
--Shailene Woodley-- me interrumpe la niña.
--¿Quién eres? ¿Cómo me conoces? ¿Dónde estoy?-- pregunto rápidamente.
--Tranquila, somos tus amigos-- me responde el chico. Parece de 18 años.
--¿Amigos?-- decimos a la vez la niña y yo.
--Creo que será mejor que leas el mensaje de tu directora-- me dice el chico, y luego sentándose en otro asiento con la niña.
Busco mi mochila, y encuentro el mensaje que está en un sobre. Lo abro rápidamente y leo: