Héctor y Raúl eran buenos compañeros de clase, así que Héctor decidió invitar a su amigo al pueblo de donde era originario; ahí, la celebración de Halloween era todo un suceso importante, así que Raúl aceptó.
Llegaron al lugar, se la estaban pasando bien cuando se encontraron a un hombre, quien creían estaba borracho; él les contó que muchos años atrás, en un día como ese, había perdido a su mejor amigo. Lo habían encontrado muerto y con una calabaza en la cabeza. Los chicos rieron y no pusieron atención a la historia, porque creían que sólo se trataba de un cuento, pero esa misma noche sucedería todo lo contrario. Héctor y Raúl paseaban con Mariana, la hermana de Héctor, quien se estaba llevando de maravilla con el amigo de su hermano. Estaban en el centro del pueblo, donde se reunían la mayoría de las personas.
En el camino, Raúl había visto a un hombre en el bosque todo lleno de sangre, pero se imaginó que era alguien con un disfraz. Más tarde, Héctor dijo que se sentía cansado y regresaría a casa. Nunca más lo volvieron a ver. Raúl y Mariana, junto con los padres de ella, buscaron incansablemente a Héctor, pero nunca lo pudieron encontrar, sólo hallaron sangre, papeles con señales extrañas y lo que parecían los restos de una calabaza, en el bosque. ¿Qué pasó? Aún sigue siendo un misterio.