Era noche de Halloween y había que celebrar, así que un grupo de jóvenes estudiantes decidieron reunirse en casa de uno de ellos, pues sus padres no estaban y era el lugar perfecto para una fiesta privada. La noche llegó y era hora de los juegos; siendo una fecha especial, uno de los adolescentes sacó una tabla de ouija. En esa casa estaban Lucero, Cielo, Paul, Raul y ; quienes se juntaron en círculo para iniciar el juego, cuando alguien insinuó que se necesitaba una especie de médium que se encargara de dirigir el tablero y todos eligieron a Lucero, la chica más tímida, conservadora y miedosa del grupo.
Ella, para probarse, aceptó y empezó la noche con de los espíritus, pues se conectaron con uno que decía llamarse Johana; era una chica de 16 años que había muerto asesinada y que les decía que era de la misma ciudad que ellos. El juego parecía inocente y luego de una larga sesión de preguntas y respuestas, decidieron que era momento de hacer otra cosa. Posteriormente, Lucero subió al baño sola y pudo mirar como una sombra se acercaba a ella, en eso escuchó un grito y vio cómo Gary, el dueño de la casa, caía frente a ella con un cuchillo clavado en el cuello. Cuando bajó gritando y llorando, se dio cuenta de que sus amigos habían sido asesinados de manera brutal; trató de salir corriendo, pero los nervios la traicionaron y cayó desmayada.
Poco después, la policía, alertada por los vecinos, llegó y encontró a la joven bañada en sangre. ¿Qué pasó? Un vídeo en la casa de Gary reveló todo: Lucero mató fríamente a sus compañeros y fue encarcelada por homicidio, pero siempre lo negó. La gente dice que no fue Lucero, sino Johana, quien entró en el cuerpo de la joven para acabar con todos por simple gusto.