En los años 1900's, a pesar de que ya se contaba con muchos inventos que utilizamos hoy en día, como los teléfonos y la transmisión de energía eléctrica, todavía la investigación en el área de la medicina no había rendido los frutos suficientes como para lograr que se vacunara a los niños contra enfermedades tan comunes e inocuas ahorita como la gripe o el sarampión, por lo cual era muy fácil que un niño, al contraer algún virus, no contara con atención médica a tiempo y muriera.
Por esos años, en algún hospital de América, comenzó a aparecer la figura de una enfermera vestida con una capa azul y una cofia en la cabeza con el símbolo de la Cruz Roja, la cual se les aparecía a los familiares de los niños enfermos de gravedad y a los médicos que podían tratarlos.
Se dice que, las condiciones para que la enfermera apareciera, eran que un niño o una niña enferma se encontrara al borde de la muerte, guiando a los familiares por los pasillos de hospitales o los caminos de tierra hasta llegar a un lugar en el cual un médico pudiera ayudarlos. Al mismo tiempo, se les aparecía a los médicos que pudieran brindar ayuda al niño o niña, despertándoles y diciéndoles que algún infante necesitaba, urgentemente, de su ayuda. Hay quienes dicen que incluso se quedaba con ellos, hasta que salieran a socorrer a los enfermos.
Nadie sabe por qué sale en los hospitales de América, ni por qué viste de azul o cuál es la razón de que use una cofia blanca de la Cruz Roja, sin embargo, muchas son las personas que afirman haberla visto y, lo curioso del asunto, es que se pueden encontrar estos casos a lo largo de todo el continente.