Lou no volteó la mirada, pero una chica cabello corto, lacio y castaño oscuro caminó hacia el escritorio con el sonido claqué de sus tacones de plataforma. La chica traía un pantalón de cuero negro y una camisa blanca holgada.
Lí presionaba sus manos contra su rostro.
La chica se sentó piernas cruzadas sobre el escritorio.
- po ¿A quién estás castigando, Lí? - dijo ella echando un vistazo a los papeles frente a él.
Lou los ojos hasta que pudo reconocer a la chica de la foto, la que Jared cargaba en sus piernas y besaba q Luego, soltó una sonrisa simpática hacia Lou, alzó una de sus finas cejas negras y volteó de nuevo a Lí. El silencio que habitaba en esa oficina hacía presión en los oídos de Lou.
- Hola, soy Cher...tú debes ser Lou. - le extendió la mano.
Lou miró hacia la mano de Cher, ella tenía una manicura perfecta color rosa y unos dedos finos, largos y manos cuidadas. Lou estrechó su mano, y miró el contraste de las manos angelicales de Cher y sus descuidadas manos.
- Así es. - susurró Lou tímidamente.
- ¿No se suponía que vendrías hasta el otro mes? - dijo Lí entre dientes.
- Jared me llamó, quiso que viniera a acompañar a Lou. - se encogió de hombros.
Lou estaba confundida. ¿Qué tenía que ver Cher con Jared? Y ahora con ella.
Lí estaba con un punto de fastidio, sabía que Cher no era la indicada para tratar un caso tan especial como lo era Lou, pero gracias a su hijo, la tendría aquí durante seis meses.
- Es un placer, Cher - sonrió Lou.
Cher examinó con la mirada a Lou.
- Traes la ropa de Andrea. - masculló.
Lí se levantó impacientado y abrió la puerta. Lou quiso meter la cabeza en la tierra como una avestruz.
- Es mejor que vayas a clases, Cher.
- No te apenes, Lou; te queda muy bien. - se levantó también - Nos vemos luego. - dijo mientras salía.
- Creo que yo también me voy. -murmuró Lou levantándose.
Cher ya se había ido. Lou se dirigió hacia la cocina, esperando que Lila por primera vez en dos meses no le pidiera ir a dejar el almuerzo de Marco. Ella no podría lidiar con ello, se derrumbaría al instante. Sentirse ultrajada y despreciada no era algo nuevo en su vida, pero serlo por la persona que amaba, eso añadía dolor al asunto.
- Buenos días, Lou. Puedes tomar la bandeja que está en la mesa y la vas a dejar al jardín. - ordenó Lila inocentemente.
Lou sintió que la tierra se abría y se la tragaba hasta el inframundo. Ella suspiró ante sus piernas temblorosas y caminó hacia la mesa. Miró la bandeja llena de comida y decorada sofisticadamente. No quería hacerlo, realmente no, pero no iba a lloriquear y quejarse de todo. Ella no quería ser una cobarde de tal magnitud, y ya demasiados problemas le había dado al director y a su hijo. Le apenaba que el cuñado de Marco supiera que se había acostado con él, pero gracias a Jared, el buen hijo, tuvo que contárselo todo a su padre.
Lou tomó la bandeja entre sus manos sudadas y la presionó con fuerza para que esta no resbalara. Se encaminó hacia el jardín y se quitó los zapatos antes de entrar al pasto. Examinó los alrededores, temerosa. El olor a lluvia inundaba el lugar, más que nunca. Era indiscutible que Marco se encontraba ahí. Ella trataba de no desmayarse ante él, pero no estaba segura de poder lograrlo.
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Malas decisiones | Niña Mal #3 [Terminada]
Fanfiction***Tercer libro de la saga Niña Mal*** Estoy perdida, cada día más... El sol no sale por las mañanas y la luna tampoco lo hace por la noche. El frío inunda mi débil cuerpo y el desprecio sobresale en mi vida más que cualquier otro sentimiento de est...