Lou buscaba a Marco por todo el jardín, pero no estaba en ningún sitio. Era como si no hubiese entrado en todo el día. A Lou le temblaron las manos sosteniendo la bandeja. El sonido de los platos golpeando contra el metal se hizo tan continuo como un chirrido sordo. Las piernas dejaron de responderle al sentir una brisa desprendiéndose de las nubes hasta su piel pálida y lastimada. Era indiscutible la ausencia de Marco en el lugar. El sitio ya ni siquiera se encontraba en las condiciones dulces y primaverales de antes. El sol ya no brillaba como diamantes relucientes, en cambio las nubes grises turbaron el cielo, y de ella se desprendían gotitas finas y frías. Las flores permanecían cerradas, como si no hubiese amanecido aún. Todo el ambiente en general era opaco y grisáceo, o era idea de Lou que el mundo se convirtiera en un escenario terrorífico y simple a falta del color amargo y agridulce de Marco.
Lou dio media vuelta y regresó cabizbaja a la cocina. La sonrisa satisfecha de Kim se intensificó al ver la bandeja en sus manos. Margaret hizo expresión de horror, Denise y Dana simplemente retrocedieron un paso y la frente de Lila se pobló de arrugas. Todas estaban confusas ante la posición de Lou.
- Él no estaba ahí. - anunció Lou con la voz temblorosa.
La expresión de las mujeres no se suavizó, todo lo contrario, la intensificaron aún más.
- Imposible. - siseó Lila.
- Está mintiendo; él no quiso tomarla. -dijo Kim con un tono burlón.
Margaret le lanzó una mirada desaprobatoria. Sabía que apoyar su calumnia le podría costar el trabajo.
- Lou no está mintiendo. El chico no está en el jardín porque está sentado en una de las mesas de la cafetería. - notificó Thomas entrando a la cocina.
El coro de jadeos provenientes de Dana y Denise se sumó al ambiente de incredulidad de la cocina. Todos se aproximaron al mostrador para que sus ojos desmintieran o confirmaran lo que el chico había notificado.
Lou se asomó indiscretamente por un lado del mostrador, ya que ella no era tan alta como las mujeres como para empinarse sobre el mostrador.
4
Marco se encontraba aislado en una mesa de la cafetería. Lenny se encontraba con él. Ella hablaba sin parar, mientras que él no despegaba sus labios ni para suspirar.- Valerie. - llamó Margaret - Ve a dejarle la bandeja.
- ¿Yo por qué? Es el trabajo de Lou. - la chica estiró la mano y la dejó caer de mala gana.
Margaret le lanzó una mirada despedazadora que hizo que Valerie rodara sus ojos y arrebatara la bandeja de las manos de Lou bruscamente.
La chica de cabello rubio oscuro y ondulado se encaminó hacia la última mesa. Lenny levantó la vista hacia ella, mientras Marco fruncía sus labios, cabizbajo. Valerie acercó la bandeja hacia Marco y él inmediatamente se levantó y se marchó. Lenny se encogió de hombros hacia Valeria y esta sólo regresó golpeando sus pies contra el suelo como una niña berrinchuda. Entró a la cocina echando chispas y rabiando como con un demonio dentro.
- Apuesto a que a Lou no le hubiese hecho eso. - se burló Kim de su, al parecer no tan amiga Valerie.
Lou no le tomó mucha importancia a los comentarios y se quedó viendo hacia la puerta donde había salido Marco. Localizó con la mirada a Jared, quien se encontraba charlando arduamente con un grupo de chicos y chicas que sonreían y asentían hacia él como si estuviese hablando de lo más interesante que existía en el planeta.
Imaginó que entre él y Marco había cierta historia de rivalidad, pues era imposible que Jared odiara a Marco de esa manera sin razón alguna. Se notaba que Jared era una persona que hacía amigos tanto como respiros daba.
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Malas decisiones | Niña Mal #3 [Terminada]
Hayran Kurgu***Tercer libro de la saga Niña Mal*** Estoy perdida, cada día más... El sol no sale por las mañanas y la luna tampoco lo hace por la noche. El frío inunda mi débil cuerpo y el desprecio sobresale en mi vida más que cualquier otro sentimiento de est...