- ¿Qué está haciendo aquí? - preguntó Lou hecha un manojo de nervios.
- Seguro Joel ya le contó. Mi padre va a estallar cuando Andrea le diga. Esa mujer nunca aprende a meterse en sus asuntos exclusivamente.- resopló. Dejó que las cortinas se unieran de nuevo y miró a Lou. Ella se encontraba desnuda, envuelta en una sábana. El aire a temor que la rodeaba en espiral hacía que Marco la viera más atractiva. - Hay que huir.
- ¡¿Qué?!
- ¡Shhh! - le tapó la boca bruscamente - Haz lo que te digo, ¿De acuerdo?
Lou asintió mientras se colocaba la camisa de Marco encima.Marco miró hacia el techo. Jaló a Lou para levantarla y presionó sus manos mientras pensaba. Lou se retorcía ante la fuerza de Marco, lastimaba sus manos.
- ¿Ves esa pequeña línea negra ahí? -señaló hacia arriba - Vas a empujar esa parte y te esconderás. - La tomó en sus brazos y la cargó sobre sus hombros.
Lou hizo exactamente lo que Marco le indicó y se escondió en un pequeño hueco en el techo. Cerró la abertura y quedó a oscuras.- ¡Eso es imposible! - gritaba la madre de Marco.
- ¡¿Imposible?! ¡Tu hijo es un calentón! Y siempre andas criticando a mi hijo de hormonal. - gritó Andrea.
Inmediatamente se escucharon golpes en la puerta de la habitación de Marco. - ¡Abre la puerta! ¡Ven y da la cara, cobarde!
Marco soltó una carcajada en silencio al escuchar a su hermana.- Andrea, no puedes hacerme estos escándalos a estas horas de la madrugada. ¿Qué no ves que ya todos estábamos dormidos? - reclamaba la madre de Marco.
Andrea y su madre se enfrascaron en una riña entre el orgullo de sus críos, mientras Marco aprovechaba para llevar a cabo su huida. Abrió la ventana y se escurrió por ella subiendo los pequeños peldaños que dirigían hacia el techo exterior de la casa, por una escalerilla fina y oxidada que apenas aguantaba el peso de su cuerpo. Justo cuando él llegaba al techo se escuchó el ruido de la puerta golpear la pared. Marco sonrió. Su hermana había logrado botar la puerta.
- Psicópata marimacho. - susurró Marco al pensar en su hermana.
- ¡Mierda! ¡Se escapó! ¡Cobarde de mierda! - voceó Andrea. Se asomó por la ventana y Marco vio el cabello mediano cobrizo de su hermana bailando en el viento de la noche. Se volteó y luego de quitar unas cuantas tejas artesanales abrió una puertecilla clandestina. Se dejó caer en la oscuridad con cuidado y gateó por el pequeño túnel hasta llegar a un espacio un poco más expandido.
Andrea salió de la habitación rabiando y gritándole a todo el que tenía en frente. Su pobre marido recibió un par de bofetadas de su parte, quería cachetear a todo el mundo, pero él era el único que se dejaba.Martina le gritaba a su hija para que se calmara. Pimentel sólo se recostaba en un rincón chirriando los dientes del enojo, luego de hablar con Lí y confirmar las cosas. Estaba más decepcionado de que su hijo no se lo comentase que del hecho sobre el error que había cometido. Jared sólo permanecía en las pequeñas gradas de la entrada de la casa con las manos enterradas en el cabello. De una manera u otra, se sentía como el colado de la situación. Él sentía no tener ni voz ni voto en la situación, pero no le importaba parecer un metiche donde no lo llamaban porque su corazón indicaba protección absoluta hacia Lou, aunque lo amarraran de pies y manos.
Luego de llegar al espacio, Marco pinchó un interruptor y una bujía amarillenta se encendió sobre su cabeza. Lou jadeó del susto. Miró alrededor: Era un espacio de aproximadamente veinte metros cuadrados, como una habitación. El techo era bajo, muy bajo, ni siquiera era posible ponerse de pie ahí dentro. El piso era de alfombra gruesa color azul marino. Había un pequeño sofá verde sin laterales ni respaldar, un par de cojines rojos afelpados, una laptop en una mesita baja y hasta un pequeño refrigerador horizontal. También un par de estantes repletos de libros, un lienzo en blanco y unos cuantos pinceles. Las paredes estaban tapizadas por más alfombra del mismo material y color que el suelo. Varias lámparas de papel y la parte superior estaba tapizada de pequeñas luces amarillas navideñas, como un pequeño cielo lleno de estrellas.
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Malas decisiones | Niña Mal #3 [Terminada]
Fanfic***Tercer libro de la saga Niña Mal*** Estoy perdida, cada día más... El sol no sale por las mañanas y la luna tampoco lo hace por la noche. El frío inunda mi débil cuerpo y el desprecio sobresale en mi vida más que cualquier otro sentimiento de est...