Adopt my love [ADRINATH] Edición

5

No podía esperar para poder pasar tiempo con mi hijo, lo único que deseaba era ir por Evan a casa de Luka  y comprar algo de comida.

—¡Papi! —exclamó Evan al verme.

—¡Hola! Por fin puedo ver a mi pequeño. —sonreí y cargue a mi hijo.

—Evan es un amor. —dijo Luka mientras se acercaba a nosotros.

—Luka me está enseñando a tocar guitarra pero aún no puedo. —dijo Evan haciendo un puchero.

—Pequeña rata, ya te dije que sólo es cuestión de práctica, ya verás que pronto serás el próximo Justin Bieber. —dijo Luka riendo.

—Que horror Luka. —reí —Gracias por cuidar a Evan.

—No hay de que, ya sabes que lo hago con mucho gusto. —tocó mi hombro.

—Te  lo agradezco mucho, no se  que haría sin ti. —sonreí.

—Espero mi caja de galletas para navidad.

—Traeré dos. —reí —Evan, dile adiós a Luka.

—Adiós Luka, la próxima traeré tus galletas. —tocó el cabello teñido de Luka.

—Gracias pequeña rata.

[...]

Ambos íbamos en el auto hablando sobre la escuela y el trabajo.

—¿Ya no te molestaron los chicos de tu salón verdad? —Pregunté. Había hablado  personalmente con su maestra por la mañana.

–No, pero mis compañeros preguntaron todo el tiempo por qué tu eres pelirrojo y yo no. —dijo con un tono muy inocente que me hizo sentir culpable.

—¡Mira! ¿qué te parece si compramos pizza con extra queso? Tu favorita. — Traté de ignorar lo que dijo porque me recordó al sueño que tuve.

—¡Si! Yo quiero pizza. —exclamó.

—Vamos hijo.

Entramos al restaurante y todo parecía normal, vi a algunas personas que viven en mi edificio ya que la pizzería está justo en frente.

No me había percatado de la persona que estaba enfrente de mi. Me sorprendí al verlo.

—N-Nath, Evan.  Que sorpresa verlos aquí. —dijo Adrien al vernos.

—H-Hola, no sabía que vivías por aquí  —Sonreí.

—Bueno, recién me acabo de mudar al edificio de enfrente. —señaló el edificio y yo no lo podía creer. Ambos vivimos en el mismo edificio,  es como si hubiera algo que nos conectará por alguna razón.

—Yo también vivo enfrente. — dije sin pensarlo.  —de hecho mi apartamento es el 217.

—El mío es 220, es una coincidencia.