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Sentí un baldazo de agua fría recorrer todo mi cuerpo.

—¿Que?

—Lo que escuchaste Kells.—Sentí su tibia mano apretar la mía con fuerza.—Quiero algo serio contigo, me haces feliz y pienso que yo te hago feliz de igual forma, quiero que seas el rostro que vea al despertar, y poder gritarle al mundo que me elegiste para estar contigo, quiero poder ser parte de tu pequeña familia y conocer a tu niña.

Sentí las lágrimas acumularse en mis ojos y el calor recorrer toda mi espalda.

—Victor, no quiero que me tengas lastima.

—Kellin, estoy hablando en serio.—Mis manos temblaban bajo su agarre.—Tu mismo creiste que tu historia sería un impedimento para tus relaciones, yo creo que nadie en esta vida no comete errores, así que obviamente ni yo ni nadie es nadie para decirte que hacer o que cambies, te quiero y tu pasado no cambiara nada de lo que siento porque es eso, tu pasado, el único que lo carga eres tu y tu decidiras por cuanto más hacerlo, y eso no esta para nada mal, tu tienes tus secretos, y yo tengo los mios también, no me importa lo que hayas hecho solo me importa lo que haremos nosotros de ahora en más, las vivencias amoldan a las personas y por más que tal vez tu vida no fue la mejor lograste transformarte en una persona hermosa.—Con todo el cuidado del mundo acarició mi rostro limpiando las lágrimas que no sabía, abundaban.— Esos problemas se ven bien en ti.—Ambos reimos.— Te amo Kellin.

Con cuidado me acerque a él y lo abrace con fuerza, Vic se paro lentamente y nos abrazamos mejor, en silencio.

—¿Quier...?

—¿Papi?—Al instante ambos nos giramos a ver a la pequeña niña que se asomaba por las escaleras.—¿Estas bien?

—Si mi amor, estoy de maravilla.—Mire a Vic y luego volví a mirar a mi niña.—Ven, quiero presentarte a alguien.—Al instante ella corrió hacia mi y se escondió detrás de mis piernas.

Al agacharme le acomodé uno de sus blondos mechones tras su pequeña oreja y le acaricie el rostro.

—El es Victor.—La niña lo miro y Vic le sonrió tímido, hasta tal vez más que ella.—Ven Vic.—Con cuidado se agacho junto a mi.—Vicky, ella es Copeland, pero le gusta más Coco.

—¿Puedo llamarte Coco pequeña?—Ella asintió.—Entonces un gusto Coco.—Avergonzada sonrió.

—¿Son amigos?

—No.—Mire a Victor quien me miraba con confusión.—Es el novio de papá.

Dirty Laundry || Kellic QuentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora