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—¡Kellin!—Al entrar Kellin estaba sentado sollozando a todo dar, en cuanto me vio salto hacia mí.—¿Pequeño que pasó?¿Te encuentras bien?¿Quieres algo? Dios me asustaste tanto.—Con todo el cuidado del mundo comencé a acariciar su cabello e intentaba respirar despacio, para que no notase que estaba igual de agitado que él.—Ya todo esta bien Kells.

—Fue tan real Vic, todo fue demasiado real.—Al decir eso comenzó a regular su respiración pero me abrazaba con más fuerza.

—No lo fue Kells, fue solo un sueño, tranquilizate ¿si? ya todo término, ya estoy aquí.—Besé su despeinado cabello y lo abracé con aun más fuerza.

Entre caricias y frases de cariño logre hacer que vuelva a dormir, no nos quedaban muchas horas para descansar, pero sabia que ambos lo necesitábamos.

Dirty Laundry || Kellic QuentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora