Dirty Laundry || Kellic Quentes

< < 9 5 > >

—Kellin la he cuidado un millon de veces ¡Tambien te he cuidado a ti de niño!

—Ya lo se Hud pero...

—Kellin tengo dos hijos y por ahora ninguno de los dos se me murió.—Abrí los ojos en grande al escuchar el “por ahora” haciendo reir a mi hermano.—Anda, sabes que lo haré bien.

—Si lo se, pero ya sabes como soy con mi niña.

—Lo se es raro que ahora no la tengas atada a tu pier...—Ambos se nos quedamos callados al escuchar las risas bajar por las escaleras.—Oh Kellin no me digas que...

—¡Tío!—Vic instantáneamente bajó con cuidado a Coco de sus brazos (lugar donde la pequeña se había acostumbrado a estar) viendo a esta ir hacía Hudson.

—Hola pequeña ¿Preparada para pasar un fin de semana con tu tío favorito?—Hudson se arrodilló a la altura de mi hija.

—¿Estará el tío Dev?—Al instante tapé mi boca para soltar una suave risita pero paré al sentir uno de los brazos de Vic abrazarme por la cintura.

—¿Con que tu tío Dev es tu tío favorito?¿Entonces que haré con esta bolsita llena de gomitas?—Hud sacó la pequeña bolsita de su bolsillo haciendo que los ojos de Coco brillacen.

—¡No! ¡Tio Hud es mi favorito!—El mayor rió y le dio la bolsita a la pequeña para volver a pararse.

—Es igual a ti.—Hud me miró con gracia mientras yo lo miraba mal.—Oh vamos, tu te la pasabas comiendo golosinas, aparte sabes que no la dejare comérselas todas juntas.—Suspiré al saber que era verdad y apoyé mi cabeza en el hombro de Vic.—Como mi hermano no se va a dignar en presentarnos, daré por sentado que eres Victor.—Vic lo miró con una sonrisa.

—Si, un gusto,  tu debes ser Hudson, si no me equivocó eres el mayor.—Hudson le sonrió.

—Por lo visto hiciste la tarea.—Ambos rieron haciendome sentir sumamente aliviado al ver que no se estaban tirando golpes, porque considerando que mi hermano era muy celoso y Vic era súper expresivo, esperaba que lo primero que le dirigirse Hudson a Vic fuese una patada en los dientes.—Creo que debemos irnos pequeña.

—Nos vemos Papi.—Rapidamente me agaché y la abraze con fuerza, mientras Vic le daba la pequeña mochilita con forma de mariquita a Hudson.

—Nos vemos mi amor, sabes que te amo muchisimo y si quieres hablar con papi le dices a tu tío o a tu tía.

—Ya lo se papi.—Apenas la solté ella corrió abrazando una pierna de Vic, haciendo que éste no resista y la alze una vez más.—Nos vemos Vic.

—Nos vemos pequeña, cuidate bien ¿si?

—Si, tu cuida a papá.—Vic me miro con una sonrisa y luego miró a la niña en sus brazos.

—Lo haré, te lo prometo.—Besó su frente con cariño.

—Te quiero Vic.—La niña lo abrazo por el cuello y en ese instante un nudo se formo en la garganta de ambos. Esa era la primera vez que Coco le decía “te quiero” a Vic, lo cual daba por hecho estaba haciendo a Vic el hombre mas feliz de la galaxia.

—Yo también te quiero princesa, ahora ve rápido antes de que lloré, te extrañaremos mucho.—Luego de acariciar unos segundos más el cabello de Coco la dejó en el suelo y esta a fue con su tío.

—Nos vemos el domingo.— Tío y sobrina movieron la mano a modo de despedida al mientras iban camino al auto, al igual que nosotros, quedándonos bajo el umbral de la puerta, mirandolos hasta que desaparecieron el la esquina.

—¿Como puedes hacer esto?—Instantaneamente miré a Vic, el cual tenía los ojos vidriosos.

—Se que la pasa bien con sus primos, al principio me dolía mucho y la extrañaba horrible, ahora lo hago pero también aprendí que no me puedo pasar todo el fin de semana lloran...—Paré en cuanto escuche un pequeño sollozo.

—La extrañaré.

—Ven cariño.—Vic rápidamente ne abrazo, en lo que comencé a darle besitos sobre el cabello.—Creeme que no te daras cuenta lo rapido que pasaran estos dos días.

—Eso espero.—Solté una risita y tomé su rostro entre mis manos.

—Ya eres todo un padre llorón.—Dejé un suave beso en sus labios y al separarme uní nuestras frentes.

—¿Eso es bueno?

—Eso me hace saber que no me equivoqué al contarte de ella, porque se nota que la comenzaste a querer tanto como yo.

—Como no amarla si es la niña más buena y carismatica de la tierra.—Limpie suavemente una de las tantas lagrimas que caían de sus ojos.—Aparté es un pedacito de tí, y sabes que amo cada parte de tí.—Sentí mis mejillas arder y un besito en la punta de mi nariz.— Cariño vamos adentro.

—Todo estará bien, Vic.—Luego de dejar un casto beso en sus labios entramos a la casa.