> < 8 0 > <

239 33 15
                                    

›v‹

Veía como Kellin estaba terminando de cerrar el lavadero, sin dejar de repasar los datos que sé de él una y otra vez en mi cabeza.

Kellin Quinn Bostwich.
21 años.
El cuarto de cinco hermanos, el más joven de los hombres.
Tiene mala relación con su padre pero una relación magnifica con su madre y Steve, el esposo de su madre.
Es el chico más lindo de la tierra.
Y es la persona que menos conozco de mi entorno.

Escuché la puerta del auto abrirse y vi a Kellin sentarse, sus ojos verdicelestes era el agua que calmó el incendio que comenzaba a devorar mi mente, el lo iniciaba y lo apagaba, hoy si creo que a veces, la enfermedad y la cura se encuentran en el mismo lugar.

—Hola Vicky.

—Hola cariño.—Me acerqué un poco y le plante un beso en la mejilla, robándole una sonrisa.—¿Como éstas?

—Solo estoy un poco cansado, ¿Quieres ver una película cuando lleguemos?

—Pero te dormiras y luego no te enteras de nada.

—Igual.—Alargó la "a".—Lo que me gusta de ver películas contigo es que estoy contigo.

Ambos reímos por lo bajo y comencé a conducir.

Preguntas pasaban por mi mente, y sabia que ninguna seria contestada.

—Hoy el chico rubio no vino por lo que vi, ¿Paso algo?

—Oh no, solo que tenía cosas que hacer.—Apoyó su cabeza en la ventana y se quedo mirando hacia afuera.—De todos modos Justin no trabaja aquí, digamos que el no necesita hacerlo, solo me acompaña por gusto.

Nuevo dato: Su amigo se llama Justin.

—Justin... él era el chico con el que habías ido a la tienda, ¿no?

—Oh si, estabamos buscando un regalo de cumpleaños para otro amigo pero termine llevandome algo para mi.—Solo rió.

—¿Hace cuanto se conocen?—Kellin me miro con una ceja levantada, probablemente notando el exceso de preguntas, sin embargo, me contestó.

—Nos conocimos en la prepa, desde ese entonces nos volvimos inseparables.—Volvió a mirar por la ventana.—Fue porque yo le parecía lindo, pero en cuando comenzamos a hablar él me dijo que se dio cuenta de que yo para él no era más que un hermanito menor.

—No parece mucho más mayor que tú.

—Es que no lo es, solo que ya sabes, aparento ser menor de lo que soy.

—Si con veintiuno pareces un niño de dieciséis no quiero imaginar lo tierno que habrás sido a esa edad.

—Tenia una actitud de mierda para compensar la apariencia.

—¡Aun más tierno! Seria como ver un conejito enfadado.

—Pudrete señor mayor.

—Con gusto.—Ambos reimos y seguia pensando en que decir para seguir juntando información.—Ey emm, ¿Te acuerdas de Mike?

—¿Tu hermano? Claro.

—Dice que esta ansioso por conocerte, hoy pude hablar un poco con él y nos invito este fin de semana a ir allí.

Pude ver como Kellin se tensaba.

—L-lo siento, estare ocupado este fin de semana.

—Oh, no pasa nada, le diré que no podemos, ¿Que pasa?¿Que harás?

—Mi madre volverá de un viaje.

—Oh, que bien, ¿Hace cuanto se había ido?

—Dos meses tal vez, antes iba a visitarlos cada fin de semana aunque desde que comenzamos a vernos también los fines de semana, deje de ir.

Dirty Laundry || Kellic QuentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora