VI

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   Ae por fin había terminado sus evaluaciones y se sentía liberado. Tan liviano que sus sonrisa de felicidad y satisfacción no se le borraba del rostro. Las agobiantes horas de estudio y las horas perdidas por hacerlo y no disfrutar de un grato tiempo junto a su novio, habían sido recompensadas con el término por la tan frustrante temporada de exámenes.

   Pond caminaba sonámbulo a su lado mientras se dirigían al dormitorio. Ae ríe cuando lo ve, aún no puede creer lo que ve: el chico explosivo y espontáneo había sido reemplazado por uno un poco más rescatado y preocupado de sus resultados. Debe admitir que le emociona también ver el progreso de su compañero, Pond ya no parece aquel chiquillo hormonal que no sacaba su mano del pantalón. Se ve más maduro, piensa Ae luego de echarle un último vistazo.

---Deja de reírte.

---No me estoy riendo.

---Claro que sí.--- Pond le da un leve golpe en el  hombro en forma de reprimenda.

---¡Oye!

---Pero te estás riendo.

---Nada de golpes. Y, no, no me estaba riendo.--- Ae vuelve a su estado serio, pero está vez es solo para ver las reacciones de Pond.

---Ahg, eres un. . .

---Un nada, solo me causa un poco de gracia como te comportas.

   Aparca su bicicleta, Pond en todo momento sigue sus movimiento. En serio se siente cansado, mental y físicamente, él no era de las personas estudiosas ni mucho menos de leer libros y apuntes, claro que no; él era el típico irresponsable que leía todo un día o incluso horas antes de la evaluación la materia correspondiente, y con eso, el había vivido feliz, tranquilo. Sin embargo, había. Francamente, Pond podría ser muy aplicado, estudiar, designar sus tiempos, organizar sus horas, terminar sus deberes, pero no quería, y más por no querer hacerlo, la pereza y la distracción siempre le ganaban.

   Fue hasta que se vio en un sueño, no cualquiera, sino que uno en donde estaba sentado en su salón, en su puesto de siempre, sus útiles de siempre, sus profesores de siempre, la materia y asignaturas de siempre pero no los compañeros de siempre. No estaba Ae. Todo seguía transcurriendo como acostumbraba a excepción de sus compañeros, y no lo comprendió hasta que, en la tablilla de avances fue el penúltimo de su nivel. El peor puesto luego del el último. Aparte del sentimiento de miedo, la decepción de sí mismo y la angustia se apoderaron de él, e hicieron del joven uno paranoico durante todo el transcurso de la temporada.

   Por un lado, fue bueno. Lo mantuvo consciente y atento, a sus estudios, a sus apuntes, sus libros; es más, cuidaba de lo que consumía porque leyó en un sitio web, que la mala alimentación no era buena y... Aspectos que ya se sabían hace mucho tiempo atrás, pero Pond le había tomado relevancia sólo hace días.

   Por otro lado, era un poco malo. Desesperaba a Ae, no sólo cuando de noche no se callaba vomitando palabra tras palabra, también cuando no se mantenía quieto. Ae lo entendía, podría jurar que lo hacía pero es exasperante  pensaba siempre. No llegó a acabar con su paciencia, porque si fuese así ya no tendría desde hace mucho, lo que si, fue que empezó a tomar por entretenido y un tanto divertido su comportamiento, ahora compartía un poco el humor de la burla con Pond.

---Voy a morir.

---No lo harás, ya no lo hiciste.

---Claro que puedo. Me despediré de mi hermosa novia y adiós.

---Ingrato.---  Soltó Ae con pesar y mala cara mientras incrustada la llave en el picaporte.

---¡Hey! Pero si tienes a Pete.

No era cierto. [Ae&Pete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora