Si estuviésemos en una situación distinta, quizá Pete se hubiese negado al toque de Ae.
Sólo quizás.
No era el caso.
El fue y aún es débil al tacto delicioso de las manos de Ae en su piel.
---Ah. . . Más des-pacio. . .
---N-No puedo. . . ¡Ugh!
Y es que si no fuera por esa diminuta debilidad ni siquiera hubiera permitido hacerlo en ese lugar.
El umbral de la puerta en el dormitorio de Ae.
Y es que la lujuria y la excitación les ganó.
Como las clases comenzaron dentro del poco tiempo que les quedaba, ellos aprovecharon hasta el último día de vacaciones para hacer lo que no hicieron. Paseaban, salían, se mimaban y por sobre todo, se amaban como nunca.
El tiempo les calzó perfectamente para calzar cuentas y decirse de todo, aclarar y entenderse. Pete le contó todo lo que a Tin le faltó explicar con palabras y expresar de mejor forma, además de los golpes. A medida que Pete le hablaba, Ae no evitó sentirse como una basura, y por más que Pete le decía que en realidad él también tenía algo de culpa, Ae tenía sabido que el tendría mucha más que su chico.
Lo bueno de aquello es que no se volvieron a separar y Ae se había vuelto más atento, no sólo a su crecimiento personal sino que también al cambio en la figura de Pete. Porque aunque no lo quiera, el era un hormonal incontrolado cuando estaba con Pete.
Cabe destacar que su extrema abstinencia hasta ese entonces era por el bien de los dos.
Innegablemente aquella noche en la que le hizo el amor se mantiene como un recuerdo luminoso en su mente, sin embargo, el acordó no volver a ir más allá de besos con Pete hasta que se estabilizaran de verdad las cosas. Equilibrar la balanza y también ver una mejora en sus interacciones. Todo esto luego de enterarse que Pete tenía problemas con el contacto piel a piel.
Y el llanto nocturno, su cicatriz en el cuello... todo aquello lo hizo tomar medidas drásticas.
Pero se le hacía terriblemente poco evitable saborearse las caderas de Pete.
---¡Ah! Ae. . .
-Sólo. . . sólo un po- ¡Ah, Pete!
Ae mantenía sus manos con firmeza a los costados de la descubierta cadera de Pete, quien se lograba mantener como sus piernas temblorosas por los empujes y fuertes recorridos de excitación agitada le permitieran.
Una tras otra, las estocadas potentes se arremetían en su parte baja, mientras estaba recargado contra la pared de la entrada. Gritos ahogados por el concreto con sus gemidos, comprimidos o intentos de reprimirlos con sus labios fuertemente apretados.
Los dos de pie contra ola muralla, uno tras el otro, en una posición realmente comprometedora. Ae sin pensar demasiado, se había estado aguantando de tocarlo desde que habían estado subiendo las escaleras hacia su piso. Cuando Pete saludó a uno de sus amigo, en cuanto levantó su mano en saludo la playera se quedó corta y pudo visualizar la piel lechosa de su abdomen y espalda y
Dios.
Ae no pudo tragar bien el conglomerado de aire que tuvo que aspirar para calmar su palpitar y dirigir toda su atención a otro lado.
Poco pudo hacer luego de que subiera y a Pete otra vez se le había acortado la camiseta.
En cuanto estuvieron frente a su puerta y cruzaron esta, Ae dejó de limitarse y por lo que se encuentran ahora asiendo, Pete no puso objeción.
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No era cierto. [Ae&Pete]
Teen FictionAe y Pete se aman. Pero la inmadurez de Pete y el orgullo de Ae no dejarán que su relación fluya como lo era en un principio. Las mentiras aparecen y el engaño toma el terrible protagonismo, convirtiendo una relación de dos en tres. ---Pete. . . P...