II

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Dos meses antes...

Ae caminaba tranquilo junto a su bicicleta en dirección a la Universidad de su novio.

No sentía la necesidad de acelerar su paso, ya que aún no culminaba el horario de clases de Pete porque había salido unos minutos antes por terminar su trabajo.

Sonríe al recordar el mal gesto que había hecho su amigo luego ver cómo se levantaba y ordenaba sus cosas listo para salir del salón. El pobre de Pond aún iba en el principio de su ensayo, si sólo hubiese estudiado como corresponde, saldría de igual forma que Ae.

Oh no, no crean que es por ver su porno y sus más de 30 dvd's blu-ray o sus vídeos en el computador, sus revistas. El ya casi no necesitaba de su paja diaria con tener la mente llena de su hermosa novia. Porque, no lo iba a negar jamás, con mal carácter y todo pero era muy linda y atractiva. No sólo le gustaba lo físico, por más superficial que pareciese el chico este, sin embargo, la chica era muy bella y el andaba baboso y prendido de ella.

Enganchó su bicicleta en el aparcamiento y sujetó bien su bolso a su hombro encaminándose a la entrada.

Le pareció raro no ver el auto de Pete, y le incomodó más no visualizarlo entre los estudiantes que salían. Pensó en enviarle otro mensaje pero guardó su celular antes de sacarlo por completo.

No sería insistente, él debía controlarse. Quizás sólo demoró en juntar sus cosas o conversaba con algún profesor o... con sus compañeros. Con Tin. Cerró los ojos y suspiró pesado. Arrastrando el aire por su nariz lo más lento que podía, intentando calmarse. No dejaría que los celos lo llevaran por mal camino.

Sí, a  veces el camino era bastante malo pero placentero. Nunca se le olvidará aquella vez en donde Pete, no paraba de hablar de ese tal Tin y como se estaba llevando con el idiota de Can, como se frustró y lo jaloneó hasta su cuarto sin antes besarlo. El cómo lo hizo suyo una vez más aunque en su cuarto por primera vez. Sin perder el cariño y la transmisión de afecto, pero con una sutil rudeza.

Siente vibrar su bolsillo delantero del pantalón y sin dudar saca su teléfono para verificar.

Pete daba al fin señales de vida.

Era un mensaje, le decía que mirara hacia la calle.

Levantó y dirigió la cabeza tan rápido hasta donde le indicaban, que hubo un mareo y hormigueo en su cuello no se le quitó hasta que pasado unos minutos. Aún con el teléfono en mano, dio grandes zancadas hasta Pete.

El chico estaba cargado en su automóvil, con los brazos cruzados y también sostenía el celular en su mano. Tenía una sonrisa gigantesca. Estaba vestido con su uniforme de siempre, aunque sin corbata y con el cabello desordenado. Se veía despampanante y emanaba un aire de hombría y de ser tan varonil, que si Ae no conociera al chico, seguramente no se le acercaría creyendo que sería rechazado.

Ae no era gay. Al menos el seguía creyendo que no, porque además de Pete, no encontraba guapo y atractivo a ningún otro. Quizá el sólo era Petesexual y se mantendría así hasta que alguien acelere su corazón tanto como Pete, dándole ganas de esconderlo y poseerlo hasta que no pudiera levantarse más.

Esquivó uno que otro auto y llegó donde su novio. No dudó en acercárcele y besarlo con ánimos de demostrar lo mucho que lo extrañaba. Sujetó su cintura y pasó su otra mano, aún con el teléfono, por su nuca para acercarlo aún más.

---A-Ae. . .--- soltó Pete en el pequeño lapso de separación para tomar aire y volver a unirse.

Pete colocó sus manos en el pecho de Ae alejándolo un poco, ejerciendo presión débil.

No era cierto. [Ae&Pete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora