Harry está muy enamorado de su promiscuo vecino William de su misma edad, el cual a su vez, tiene un hermano menor llamado Louis, el cual suspira en secreto por el ojiverde pero este tan solo lo ve como un niño.
Durante tres largos años Harry se va...
A media mañana de ese día, Lottie entró en la casa de sus padres sigilosamente seguida del ojiverde, subieron las escaleras y llegaron a la puerta del ojiazul.
La chica la abrió y caminó hasta la cama donde este dormía tranquilamente.
—Louis…Louis—lo llamó susurrandole al oído y este se sobresaltó.
—Joder Lottie, quieres matarme de un infart...¿Qué hace el aquí?—preguntó molesto al ver a Harry en la puerta.
—Estaba harto de que le dieses largas y me pidió ayuda. Creí que mamá te había dicho que fueses a la Universidad.
—No quiero—dijo el ojiazul tapando su cabeza con la almohada.
—Te comportas como un bebé—dijo Lottie antes de salir.
Tras unos minutos de no escuchar ningún sonido, Louis se sacó de encima la almohada y levantó la cabeza, encontrándose con Harry que se había apoyado en la ventana y lo miraba seriamente.
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—Hace un tiempo, alguien me dijo que yo me estaba comportando como un cobarde. Que si huía lejos solo estaría escondiendome y no afrontaba los problemas, ¿Te suena?.
—Vete Harry, déjame tranquilo—dijo Louis volviendo a tumbar la cabeza en la cama.
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—Ese alguien fuiste tú y ahora resulta que él que está siendo un cobarde y escondiéndose eres t...
El ojiazul lo interrumpió soltando un bufido.
—¡Yo no soy un cobarde!.
El ojiverde rió sonoramente.
—¿Ah no?, ¿Cómo le llamas a pasarte los días aquí encerrado?, claro que eres un cobarde.
El ojiazul se levantó molesto y caminó hasta el ojiverde, el cual estaba junto a la librería, tras haber caminado mientras le hablaba, entonces lo empujó con todas sus fuerzas, intentado sacarlo de la habitación.
—¡Lottie!....¡Lottie!—gritó.
—Ella se ha ido, solo hizo el favor de abrirme.
De repente el ojiazul reparó en la hora.
—Todavía es mediodía, ¿Acaso tú tampoco has ido a clase?.
El ojiverde asintió, quedándose en la puerta cuando éste dejó de empujarlo.
—Si he ido pero luego hemos venido para evitar que William estuviese aquí y me cerrase la puerta en las narices, como siempre que he venido a verte.
Louis suspiró molesto.
—Por favor vete, no necesito que venga mi hermano y vuelva a destrozarmelo todo o me destroce a mí.
—Ah o sea que es eso... Will se cebó contigo. Por eso ya no quieres hablarme y me evitas.
—Pero Harry... ¿por qué no vuelves a ignorarme como antes?, ¿por qué no sigues con tu vida?, olvida que existo.
El ojiverde negó.
—Ya no puedo hacer eso Louis, eres mi amigo y me caes muy bien. No voy a amedrentarme, ahora ya no.
De repente escucharon cerrarse la puerta principal con un gran portazo y luego sonido de pasos subiendo la escalera con prisa.
—¡Joder, lo sabía!—exclamó el pelirrojo al entrar como loco en la habitación y ver a Harry allí—¿Qué coño estás haciendo aquí?.
El ojiverde sonrió y acto seguido cogió a Louis por la cintura y lo besó en los labios.
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Tras romper el beso y mirarse mutuamente por unos segundos, Harry sonrió y luego miró al anonadado pelirrojo.
