Capítulo decimotercero

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Louis vio desde la ventana de su habitación que Harry salía de su casa, rápidamente salió corriendo, bajó las escaleras de su casa y siguió corriendo hasta lograr alcanzarlo.

—Harry... ¿puedo hablar contigo?.

—Louis tengo prisa, debo hacer unos recados antes de irme—dijo el ojiverde abriendo la puerta del coche de su madre.

—Pero es importante— insistió el ojiazul.

—Está bien, habla—dijo el ojiverde suspirando resignado, mientras se giraba tras cerrar la puerta.

—Está bien, habla—dijo el ojiverde suspirando resignado, mientras se giraba tras cerrar la puerta

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—Emm...bue-bueno verás es que yo...eh...yo.

—Tú que Louis...dilo ya, no tengo todo el día.

—Que me gustas mucho Harry y quiero que salgamos juntos—dijo finalmente Louis cogiendo valentía.

—Que me gustas mucho Harry y quiero que salgamos juntos—dijo finalmente Louis cogiendo valentía

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El ojiverde se quedó muy sorprendido pues no se lo esperaba.

—Louis, lo siento pero yo no...

—Si ya sé—interrumpió entusiasmado el ojiazul una vez perdido el miedo—ya sé que estás mal por Will pero tranquilo puedo esperarte. Tan solo no te vayas, dame una oportunidad. Quedate conmigo el verano y verás que nost....

—No Louis—Negó rotundo el ojiverde tocando su cabeza— Me alaga que un niño tan especial como tú sienta cosas por mí, pero no funcionaria y es injusto para ti.

—Pero yo no soy un niño, tengo dieciséis y te amo.—insistió el ojiazul con lágrimas en los ojos— tú eres el amor de mi vida, lo sé… lo siento en mi corazón.

—Louis escuchame... yo todavía amo a William y aunque no funcionó, no quiero estar con nadie. Debo irme o me volveré loco. En serio, búscate un chico de tu edad y olvídate de mí—Dijo finalmente el ojiverde girándose de nuevo y subiendo al coche de su madre.

Louis se sentó en el borde de la acera y rompió a llorar desconsoladamente, mientras veía como se alejaba el coche.

Cuando ya no le quedaron lágrimas que derramar, Louis regresó a casa y de nuevo se encerró en su habitación, estaba triste y también molesto, se acercó a su librería y empezó a tirar sus libros al suelo, mientras gritaba furioso.

Lottie que estaba con Gemma en su habitación salió al escuchar el ruido.

—¡Louis abre la puerta!, ¿Estás bien?, ¿Qué ocurre?, ¡Louis!—llamó preocupada.

—¡Vete!—Gritó este desde dentro—¡No quiero ver a nadie!.

La chica suspiró mirando a su novia.

—¿Qué le habrá pasado?— preguntó Gemma preocupada también.

—No lo sé, jamás se había puesto así.—contestó Lottie volviendo a tocar a la puerta.

Finalmente los ruidos cesaron pero el ojiazul no abrió la puerta, ni tampoco salió.

—Déjalo cariño, dale tiempo. Tarde o temprano saldrá y te lo contará, mo te preocupes—Dijo la ojiverde.

Lottie asintió entristecida.

—Está bien, tienes razón. El confía en mí y se que me lo dirá cuando se calme.

—Anda vamos a tomar algo a la cafetería, no me gusta verte tan triste.

—Si, está bien, vamos.

23. Un novio de mentira. L.S (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora