Harry está muy enamorado de su promiscuo vecino William de su misma edad, el cual a su vez, tiene un hermano menor llamado Louis, el cual suspira en secreto por el ojiverde pero este tan solo lo ve como un niño.
Durante tres largos años Harry se va...
Louis llevaba casi una semana en casa, ya era verano y aún así no había disfrutado del aire puro, solo había estado dándole vueltas a lo sucedido y a a la proporción de Harry.
Tanto sus padres como su hermana le habían dicho su opinión, la cual era que buscase la felicidad y si esa estaba con el ojiverde pues adelante.
Pero para Louis no era tan fácil pues a pesar de que siempre había amado a Harry y sabia que nunca amaría a otro hombre en su vida, la sombra de su hermano aún lo atormentada, así que finalmente tomo una decisión.
-Papá, mamá quiero ir a ver a Will.
-Pe-Pero hijo... no creo que sea buena idea-Dijo su madre asustada.
-Will no ha querido vernos, ¿estás seguro de que querrá verte a ti?-Preguntó su padre.
-Debo intentarlo, Harry y yo no avanzaremos si Will aún se interpone.
-Está bien hijo, esta tarde iremos allá.
Luego de eso el ojiazul subió a su cuarto de nuevo hasta que unas horas después tras comer algo pusieron rumbo a la clínica mental donde William estaba ingresado.
Al llegar, dieron su nombre y el celador les dijo que esperasen, luego de unos minutos, éste regresó con el recado de que tan solo Louis podría ir.
Sus padres se quedaron muy apenados pues al parecer aunque había pasado ya mucho tiempo, William parecía no perdonarle aún el haberlo metido allí.
El ojiazul entró nervioso a la sala, se sentó donde el celador le dijo y esperó a que trajesen a su hermano.
Unos minutos después William entró y se sentó en la silla de la cabina frente a su hermano el cual se quedó muy sorprendido al verlo.
Louis pudo ver que ya nada quedaba de aquel pelirrojo pelo que su hermano había llevado durante años por gusto, ni tampoco su hermosa cara lucía igual.
Bajo sus ojos había unas negras y profundas ojeras y sus mejillas estaban hundidas debido al enorme peso que había perdido, tampoco quedaba ya rastro de aquella sonrisa burlona que lo caracterizaba.
-Hola Will-Dijo Louis rompiendo el tenue silencio.
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-¿Qué quieres Louis?-Preguntó sin dejar su tétrico semblante.
-Quería verte, saber de ti. No se si sabías que estuve en coma y desperté hace unos días.
William frotó sus manos inquieto.
-No vuelvas a venir por aquí. Solo quise comprobar si realmente estabas vivo. Ahora ya lo sé, puedes ir a retozar con Harry libremente.
-William....yo solo quería decirte que a pesar de todo no te guardo ningún rencor y te perdono. Te quiero y hagas lo que hagas siempre serás mi hermano mayor. Debes luchar por recuperarte, todos te esperamos en casa.
De repente William se levantó de la silla y puso las manos en el cristal, clavando sus brillantes y furiosos ojos en Louis.
-Jamás volveré a esa maldita casa con ninguno de vosotros-le susurró con rabia-antes prefiero morirme aquí, maldito idiota. Da gracias que este cristal me detiene porque sino ya no estarías respirando...te odio...¡Te odio maldito estúpido!, ¡Te odio!, ¡Te odio!-gritó finalmente golpeando el cristal.
Enseguida dos celadores entraron y se lo llevaron a rastras, mientras el ojiazul del otro lado del cristal sollozaba aterrado pues al parecer su hermano nunca saldría de allí, había perdido totalmente la cabeza pues estaba demasiado ahogado en un odio y un rencor inexplicable hacia su propia familia, la cual lo único que había hecho siempre fue quererlo.
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Ya van quedando menos capítulos para que esta historia concluya.
Quiero deciros que estoy muy contenta pues ha tenido muy rápida y muy buena acogida entre vosotros los lectores, la verdad no me lo esperaba.
Muchas gracias por vuestros votos y comentarios, de verás me hacéis muy feliz.
