Beside You - Luke Hemmings ♡

71 - "Charla de hombre a hombre"

Yo nunca fui de esas chicas que pasan horas imaginando a su hombre perfecto. En mi caso, yo me conformaba con pensar que algún día ese chico ideal llegaría y entonces comenzaría nuestra historia.

Cuando conocí a Luke, no lo catalogue como "el chico esperado". No. Para mi, él era un misterioso humano que se cruzo en mi camino para hacerme la vida miserable, obviamente eso no es lo que esperas del hombre ideal.

De igual forma, el universo, o vida, o Dios -como desees llamarlo- tiende a obrar en forma misteriosa. Crees tener todo preparado, en perfecto orden y Saas, en un abrir y cerrar de ojos los planes se viene abajo.

Como dije antes, yo no tenía planeado enamorarme, estaba bien leyendo libros en las cuatro paredes de mi habitación; de alguna manera, cerré las puertas al amor, sin embargo, este no tardo en escabullirse por mi ventana...

- ¿que pensaste cuando me conociste? -las palabras salen de mi boca sin meditar.

-¿cuando te conocí de verdad, o cuando tiraste mi guitarra al suelo en aquel pasillo?

- ¡Fue un accidente! -le recuerdo.

- Lo que digas...

- Hablo en serio, dime que fue lo que pensaste.

Permanezco acostada en el sillon con mi cabeza en su regazo, esperando que comience su respuesta.

Él echa su cabeza hacia atras, marcando los huesos de la mandíbula y la manzana de Adam.

Hace un sonido con su boca, suena como Ummm. Igual que personas meditando.

- Al principio quería derribarte -comienza- estaba enojado por la guitarra. Después me dí cuenta de que tenías unos ojos muy lindo, y que por ser una chica, no podría matarte.

- Muy razonable -comento.

- Si. De camino al camerino, luchaba contra la idea de que eras una chica muy linda, o muy torpe.

- Luego me dijiste idiota y ahí fue cuando quise por primera vez cortar tú cabeza -le digo.

- Bueno, tu tampoco me caias de maravilla. Me volvías loco con tu comportamiento perfecto -sacude la cabeza de solo pensalo.

- Me haces pensar que yo era para ti una completa demente.

- No, pero odio el comprotamiento perfecto y las personas que no quieren tener defectos. Ya sabes lo que dicen, lo perfecto asusta.

- No me considero una persona perfecta, en ese tiempo, solo era prudente.

- Pues tu tenías demasiada prudencia con todo.

- Menos contigo.

Me mira confundido, esperando una explicación a mi comentario.

- Yo estaba tan confundida entre querer acercarme o matarte -explico- casi siempre terminaba acercándome a ti, lo cual no era muy prudente puesto que cada vez que tu y yo estabamos juntos, yo salia lastimada de algún modo.

- Entonces ¿cuando fue que dejaste de ser prudente?

- En el momento que me di cuenta de que tu podías dejar de ser un idiota.

- ¿sigues esperando que eso ocurra?

- No. Tu ya no eres un idiota para mi. Hasta he llegado a quererte, pero solo un poco -muestro una cantidad minima con mis dedos indice y pulgar.

Lleva su mano al pecho y resopla escandalosamente.

- Eso es un alivio. Pensé que solo me estabas tomando como un objeto sexual.