CAPÍTULO 5

1K 40 0
                                    

El tiempo pasaba y comenzaba a dejar de sentir mis brazos. Al principio era un dolor insoportable y después simplemente dejó de doler, pero ahí seguía, colgada. Moría de sed y frío y todo estaba totalmente oscuro.

Entró un señor armado de pies a cabeza, con un traje hecho a su medida y un aire de superioridad, que me intimidó bastante.

-Me dijeron que te portaste mal muñequita- dijo el hombre tomando mi mentón y levantándolo.

-Por favor déjeme salir. Prometo que no diré nada- supliqué y lloré a más no poder. Sentía que me ahogaba.

-No puedo dejarte ir muñequita. Me pagarán muy bien por ti y no por compasión te dejaré ir así nada más; además no puedo dejarte ir, qué tal que me sales bocona y vas a delatarnos con tu mami, oh cierto, a tu mami la mataron y no podrás correr con ella a decirle que unos hombres malos te lastimaron un poquito – dijo y con la crueldad más grande que uno puede imaginar.

Esas palabras me deshicieron completamente y conocí a quien fue culpable de la muerte de mi madre. Él controlaba todo.

-Jean, tómale los datos a la chica, y si no quiere contestar, comienzas con las descargas eléctricas a nivel medio y vas subiendo - Le ordenó el señor.

Me soltó para llevarme a un cuarto un tanto pequeño y oscuro. Me sentaron sobre una silla y amarraron mis pies, muñecas, cintura y cuello con el fin de inmovilizarme en cualquier intento de escape.

-Nombre-...

-El de tu madre- contesté retadora.

-Hey niña, obedece, no te daré descargas porque te matarían, no podrías soportarlas, pero por favor responde. Si el jefe no me ve haciendo las cosas como me pidió nos irá muy mal a ambos, a ti, te hará sufrir y a mi, matará a mi familia- suplicó Jean.

-Lea – contesté.

-Gracias-...

-Apellidos-...

-D'or- contesté

-Ahora entiendo por que te van a subastar y no dejar en las calles haciendo lo que las otras chicas hacen. Tu apellido lo explica todo. Ahí en las calles, está la madre de León y mi esposa - contestó Jean con un tono de tristeza.

Solo me quedé callada, no sabía que decir. Supongo que para ellos también debe ser muy difícil hacer todo, pero tienen a sus familias amenazadas y ellos hacen lo que sea para mantenerlas a salvo.

-Idiomas o idioma que hablas- preguntó. Me sacó de todos mis pensamientos y sacudí un poco mi cabeza.

-Francés, italiano, inglés y español- Respondí.

-Eres afortunada de que te puedan comprar buenos hombres. Pagarán muy bien por ti- dijo él con una cara de lastima- Probablemente te toque un buen comprador-.

- Edad- ...

-18-...

-Nacionalidad- ...

-Francesa-...

-Amiga, serás la más cara de la historia- dijo con el fin de animarme pero fue lo que menos pudo hacer.

Sacaba cuentas en los mismos papeles en los que iba a anotando mis datos.

-Gracias eso era todo- contestó y se fue con los papeles en la mano.

Me dejó atada a la silla por bastante tiempo. La desesperación fue muy grande y comencé a gritar que me soltaran. Un hombre con una capucha negra entró a la habitación y se sentó frente a mi. Mostró su sonrisa. Tomó la perilla que llevaba el nivel de descargas y la giro lentamente aumentando los niveles de intensidad.

SoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora