CAPÍTULO 13

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Finalmente tomé la decisión de salir. Claro, la tomé después de estar media hora parada sobre la puerta con el dedo en el pestillo decidiendo si era prudente o no salir.Caminé por el pasillo y bajé la escalera con toda la cautela posible para que no me escuchara. Ahí estaba él, quien probablemente sería mi peor pesadilla o la persona que me salvó de un terrible final. No lo sabía, pero pronto lo iba a descubrir, o tal vez no tan pronto, pero en algún momento iba a suceder.

Hice un leve sonido, un tipo de carraspeo pero muy suave. Levantó la mirada de su celular y me vio a los ojos. Si señor, a los ojos, cosa que me puso bastante nerviosa y que no pude soportar y los aparté.

-Ya veo que te pusiste cómoda, eso está muy bien- dijo.

-si ...-contesté tímidamente.

-¿Gustas comer algo ligero? - preguntó amablemente.

-sí, por favor- respondí

Caminó hacia la cocina. Me senté en uno de los bancos negros de la barra.

-Te diré algo. No soy bueno cocinando y no sé ni cómo prender esta porquería llamada estufa, sé cómo servir un cereal, pero te podría asegurar que si pongo agua en una olla, la quemaría – Fue cómico y acepto que me hizo gracia, más no salió una sola expresión de mi, aún tenía bastantes cosas que me aturdían.

-Así que tengo cereal, cereal y más cereal. ¿Qué se te antoja más?- dijo con un tono divertido

-Lo que sea está bien- dije casi en un susurro

Había muchas cosas que no podía entender. Ese hombre me compró, debería tenerle miedo, porque prácticamente me tiene secuestrada, pero hay cosas en su forma de ser, que me quitan ese miedo. Es algo confuso, pero supongo que es por el sin fin de emociones que estoy sintiendo en este preciso momento. Es ese tipo de situaciones que no te cuadran, porque debería ser de una forma y son algo contrario, pero es imposible que sea así.

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