CAPÍTULO 21

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Por lo menos sabía mi ubicación, estaba en Catar.y ahora entendía mucha de las facciones de Nicholas.

Esa cena me había dejado asustada y confundida, no sabía absolutamente nada y creo que es molesto que diga que no sé nada cada 5 minutos, pero es la realidad y estoy frustrada.

Llegamos al departamento. Entramos al elevador y al entrar a la casa había alguien más. Un perro enorme salió corriendo en nuestra dirección y lo único que hice fue gritar. Creí que se comería a Nicholas, pero resultó que sólo le lleno de besos la cara.  Mientras no se me acercara estábamos él o ella y yo en orden.

No me dan miedo los perros, pero es gigante y se aventó justo cuando se abrieron las puertas del elevador.

Entré al piso y me quedé parada esperando a que me dijera algo.

-De ahora en adelante las cosas van a cambiar gracias a lo que hiciste. Tenias mi confianza- me dijo mientras lavaba sus manos -Necesito que subas y te vistas para irte a dormir-

Hice caso y me puse otro pants con una sudadera, esta vez eran color crema. Terminé de desmaquillarme y lavarme los dientes.

Entró a la habitación con una cadena bastante gruesas, una caja de herramientas. Hizo algunas perforaciones y después algunas cosa y fijó bien una argolla al suelo, la cadena y otra que iría en mi tobillo, pero esta se abría con una llave. Lo colocó y sinceramente apretaba un poco.

-Bien, ahora te diré cómo serán las cosas de ahora en adelante. Esa cadena estará fija a tu tobillo todo el tiempo. Aunque intentes no podrás quitártela. Es suficientemente larga para que vayas al baño. Vendré a quitártela cuando te bañes y y te vistas. Las comidas también te las traeré - estaba recargado en el marco de la puerta y se fue sin decir más.

Me acosté y aunque no pude conciliar el sueño del todo bien, traté de descansar un poco. Me puse a recordar todo lo que había sucedido y tratar de resolver aunque fuera lo más mínimo.

Nicholas pov's

Realmente estaba preocupado con lo que Grace había dicho en la cena. Habían llegado a Catar uno de los grupos más peligrosos, pero venían con un sólo objetivo y era encontrar a Lea. Debía tener un plan, porque la van a matar. Tengo una casa de Madrid, España, la tendré lista para irnos en caso de alguna emergencia.

Él porque la compré es un tanto más complejo de explicar, mucho más de asimilarlo.

Me fui a mi habitación, me senté en uno de los sillones que tenían la vista a todo Catar. Ares era mi compañía, es mi perro. Jamás he sido de tener compañía, pero a él lo rescate una vez que vi que lo habían tirado en un parque cerca de uno de las rutas donde generalmente salgo en las mañanas a correr. Es serio, pero es callado y buena compañía.

Supongo que es difícil ser amigo de uno de los magnates más grandes de los Emiratos Árabes. Se desconfía hasta del aire que respiras. No soy una persona con un buen humor, soy seco, incluso indiferente, pero no me abro a las personas, me arriesgo a que me lastimen una vez más.

Hace un par de años estuve casado con el amor de mi vida. Murió durante el parto el hijo que esperábamos también. Me prometí desde ese día seré fiel a ella, no abrirme y permitirme cosas nuevas. Tampoco hijos, con nadie, absolutamente nadie.  Es uno de mis mayores miedos, perder una persona más y de ese modo.

SoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora