60 días con ella

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Maratón Cumple Mes 4/4

*Narra Jazmín*

Toqué el timbre de la casa de Xim y aguarde tamborileando los dedos nerviosa en mi muslo. Actualmente vivía nerviosa o ansiosa, me estaba desconociendo a mi misma

Nada más abrir la puerta y ver que era yo, Xim se me abalanzó de una, estrechándome hacia ella mientras sus labios acariciaban los míos en un largo beso, ansiosa, como siempre. No me di cuenta cuando mis brazos rodearon su cuello y acompasé el movimiento de sus labios en los míos.

Ya sin aliento nos separamos nada más un poco, pues su agarre no me permitió más distancia

— Hola — susurró a esa distancia tan mínima — Dios, te extrañé

— Hola — le sonreí mientras un suspiro involuntario salía de mis labios — Ya estoy aquí

No le quería admitir pero al estar entre sus brazos mi cuerpo me hacía sentir que también la había extrañado. Sacudí la cabeza levemente intentado dejar esos pensamientos a un lado y enfocarme en el plan. Debía alinearme a la finalidad de todo aquello o todo se descontrolaría

Tomando aire le sonreí mientras me soltaba de su agarre. Xim me observó en silencio pensativa, no podía determinar en qué estaba pensando

— Pasemos amor, debes tener hambre — dijo finalmente esbozando una sonrisa

Le sonreí y aceptando su mano la seguí al interior de la casa. Para mí sorpresa ya tenía la mesa puesta y de la cocina provenía un aroma delicioso. Pero fruncí el ceño al ver que había lugar puesto sólo para dos personas

— ¿Tú mamá no nos acompañará a cenar? — la miré curiosa

— No amor — negó enseguida con la cabeza — Sucede que hace mucho no iba con sus familiares y ha estado tanto tiempo encerrada en casa ya sabes... Por mí situación, que aprovechando que hoy tenía día libre en su trabajo le insistí en que se quedara con ellos hoy también, Ya mañana puede ir a su turno y regresar a casa, pero le hacía falta un cambio de aires, estuvo muy tensionada el último tiempo... — bajó la mirada — por mi culpa

La miré atentamente y un nudo se me formó en la garganta. Estiré mis brazos hasta rodearla en un abrazo afectuoso

— Claro que no preciosa, su rol como mamá es preocuparse de ti, tu no tienes la culpa de nada, no te culpes ¿Si? Tú mamá te quiere inmenso, yo te quiero, las chicas te quieren, somos tantas personas que te adoramos — la sentí suspirar y hundir su cara en el hueco de mi cuello — Ánimo cariño ¿Si? Te prometo que no tienes nada se que culparte, eres maravillosa Xim

Sacó su rostro para observarme y tenía sus ojos aguados, el nudo nuevamente se posicionó en mi garganta por lo que aferré su rostro entre mis manos y comencé a depositar besos por cada parte de él, su frente, nariz, mejillas, mentón y finalmente uní mis labios a los suyos, intentando traspasarle a través de ese beso el gran cariño que le tengo

Una vez que nos separamos la mirada de Xim había pasado de la tristeza a la felicidad. Me sonrió con autenticidad

— Te quiero Jaz... De verdad soy tan afortunada de tenerte a mi lado. Eres mi sol que me da paz en medio de la tormenta y caos que era  mi vida

Suspiré profundamente ante sus palabras

— Yo también te quiero Xim

Ladeó la cabeza tiernamente y sonrió feliz. Y tras acercarse para darme otro beso sirvió la cena. Conversamos animadamente y reímos recordando cosas de la niñez, habíamos vivido un sinfín de aventuras juntas y teníamos un millar de recuerdos en conjunto