60 días con ella

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- Bueno y dado que han estado bastante bien portados y terminaron su actividad hoy se pueden retirar -el maestro nos sonrió.

Asombrada pestañeé y miré la hora en mi móvil, podíamos irnos 30 min antes, me venía perfecto. Estaba de buen humor ya que a mi parecer había rendido un buen examen esa mañana. Por alguna extraña razón todo lo que había estudiado me había quedado pegado en el mate, por lo que recordaba casi todas las preguntas.

Salí del salón dispuesta a estirar las piernas y disfrutar del agradable sol, en lo que esperaba que Javi saliera de su clase y Renata llegara.

Mis compañeros comenzaron a subir a sus autos o irse al paradero de autobús asi que me senté en un banco disfrutando del descanso. Me estaba comenzando a relajar cuando sentí una  persona  a mi espalda y unas manos taparon mis ojos de manera tan repentina que di un sobresalto.

- ¿Eh? ¿Javi? -tomé las manos con las mías mientras me paré y giré sobre mi eje- ¿Saliste temprano también? Como est....

La frase quedo a medias cuando vi de quien se trataba. Era Miguel.

- ¿¡Miguel pero qué haces acá!?- exclamé intentando alejarme pero él ya me había tomado de las manos impidiéndolo.

- Ayer te dije que quería visitarte -sin soltarme de las manos me tiró con suavidad hasta que quedamos a un lado de la banca. Genial ahora ya nada nos apartaba.

- Pero si te dije que... - comencé a reclamar cuando me acordé que de hecho no le había dicho nada.

- Bueno de hecho no me dijiste nada... y como el silencio otorga... realmente te extrañaba mucho -se acercó un paso hacia mí y me observó fijamente.

Y de pronto sin darme un segundo para correr o siquiera para pensar me estrechó repentinamente entre sus brazos con fuerza, quedé cortada sin saber que hacer. Solo sentía sus brazos sobre mí, esos brazos fuertes que conocía a la perfección, esos brazos que me habían protegido y sostenido. Fue inevitable sentir seguridad nuevamente en sus brazos. Sus manos me acariciaban y apretaban como cuando éramos novios y su aliento en mi cuello se sentía tibio como siempre.

¡Maldición! Este tipo tenía el súper poder de tirar al suelo mis barreras y eso que estaba mentalizada de no permitir que nunca más me pusiera un dedo encima y ahora estábamos casi pegados en un abrazo. Cómo guinda de la torta se anduvo emocionando de tenerme tan cerca y el comienzo de un empalme en su entrepierna  que hacía presión a la altura de mi vientre bajo debido a su altura, me hizo reaccionar. Apoyando mis manos en sus hombros lo empujé hacia atrás.

- ¡Que te pasa estúpido! -señalé molesta su empalme.

- ¡Lo siento! - levantó las manos con una sonrisa entre avergonzada y nerviosa -No lo puedo controlar.... Sabes como me pones.!Lo siento. No te quise enfadar - su mirada mostraba real arrepentimiento - Pero me pones a mil... y lo sabes.

Me sonrojé aunque no quería hacerlo.

- Ok te perdono pero no te me acerques... Mientras estés así -rodé los ojos.

- ¿Cuando vuelva a la normalidad si te puedo abrazar entonces? -sonrió coqueto.

- Tampoco - intenté mirarlo seria - ¿Y qué haces aquí? ¿Me querías decir algo o qué?

- Deseaba verte... e invitarte a tomar algo esta noche a un bar. Prometo no intentar nada... que tu no quieras -sonrió.

- Estamos en semana, tengo clases y...

- Pero es viernes -me interrumpió -Vamos dime que si... te hará bien salir a distraerte un rato.

En eso tenía razón sobre todo por lo nerviosa y tensa que estaba últimamente por lo de Xim.

- Está bien pero sólo hoy. Y no intentes nada o me iré de una.

- ¡Excelente! - exclamó feliz - ¿Paso por ti a las 10?

- Hecho- vi por sobre su hombro que venía Javiera - Bueno ahí viene Javi mejor lárgate antes que te de un golpe de bienvenida. Sabes que no le agradas.

- Ok me voy, no quiero que tengas problemas con tus amigas por mi culpa -me dio un beso rápido en la mejilla -Nos vemos Jazmín.

Javiera llegó apurada pero Miguel ya partía en su auto.

-¿Ese no era el tarado? - se notaba su molestia - ¿Te estaba molestando o algo?

- No tranquila solo pasó a verme.

- ¡Ya llegué! ¿Me extrañaron? - Renata se nos unió de repente.

-¡Claro! - les sonreí a las dos.

- Bueno bueno, no hay tiempo que perder a preparar el plan Conquista -Javi nos hizo sentarnos en el pasto y sacó su libreta y pluma para tomar apuntes.

Estuvimos como dos horas planeando todo, como abordaría a Ximena, como le diría de mis preferencias sexuales y lugares a los que la invitaría, cómo me "declararía" a ella y todas esas cosas. Tambien aproveché de comentarles mis dudas sobre si sería realmente una buena idea... Por el tema de la inminente  ruptura a los 60 días y todo eso.  Las chicas expusieron sus puntos y acordamos que debíamos  intentarlo y poco  a poco encontrar la manera de dar un término lo mas suave  posible  cuando fuera el momento.

Cuando terminamos me despedí para ir con Xim y les dije que ella quería que la visitaran el fin de semana. Comprendieron que aún estaba algo abrumada y que por eso no las invitaba hoy.
Por lo que tomé mis cosas y me subí a mi auto para ponerme en camino a lo de mi amiga.

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N/A

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Fer