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*Narra Jazmín*

Salí del salón de clases con una sonrisa de oreja a oreja. Ya había acabado por fin con el último exámen y unas cuantas semanas prometedoras de vacaciones me invitaban a sonreír y desde luego acepte esa invitación encantada, por lo que comencé a recorrer aún más sonriente la distancia que me separaba de mi carro

Pero mi sonrisa se vio abruptamente interrumpida cuando lo vi, apoyado sobre su carro a brazos cruzados y postura de galán, con esas gafas de sol dándole un aire ligeramente misterioso.

Sacudí la cabeza maldiciéndome internamente por siquiera ponerme a pensar semejante mierda. ¿Ahora me iba a interesar por su apariencia? Si... Estaba guapo si, eso no se podía dudar pero tampoco podía dudar que su actitud insistente causaba repulsión

- Hola guapa - Miguel comenzó a acercarse lentamente con movimientos felinos, como un león a punto de acechar a su presa

Tragué saliva mirando hacia el lado. Que se fuera con su postura de galán a la mierda. Yo no caería en su jueguito

- Hola y adiós - levanté la mano para marcar distancia pero no dejó de acercarse y la palma de mi mano terminó apoyada en su pecho

Quité la mano rápidamente pero se adelantó a mi movimiento y regresó mi mano a abierta a aquella zona, justo donde está su corazón

- ¿Sientes esto? Mi corazón late por ti Jazmín, si tú no estás conmigo nada tiene sentido para mí...

- Miguel - tragué saliva - Por favor n...

- Déjame terminar por favor - interrumpió apoyando su mano sobre la mía, tan cálida como siempre - Sólo quiero que sepas que sea quien sea el chico que esté ganando tu corazón... No te amará tanto como yo. Mírame, aquí estoy ante ti, rogándote que me des una oportunidad porque te amo, y no soporto la idea de vivir una vida si no es a tu lado... Por favor Jazmín yo... - rodeó mi cintura con la otra mano para acercarme lentamente a él - Yo te amo y te neces...

- ¿Jazmín?

Di un respingo al sentir aquella inconfundible voz y en un movimiento a la velocidad de la luz me solté del agarre de Miguel.

Ximena estaba a unos veinte pasos de nosotros, mirándonos alternadamente a uno y a otro, a mí con mirada dolida y a Miguel con mirada asesina

Vi como apretaba sus puños con tal fuerza que sus nudillos se ponían totalmente blancos, mientras su boca se apretaba en una mueca de furia contenida

Miguel se apartó un par de pasos, visiblemente confuso ante la reacción de Xim, ella casi lanzaba humo por la nariz y las orejas y evidentemente él ignoraba el motivo

Tragué salida mirando a todos lados, rogando que por milagro Javiera cayera del cielo antes que corriera sangre, pero ni luces de ella.

A lo lejos divisé al maestro que nos había rendido el examen salir del aula y haciendo señas en mi dirección. Titubié si correr hacia él, no estaba segura si me llamaba a mi

- Creo que el maestro te está llamando - indicó Miguel serio - Bueno veo que tú amiga te venía a buscar. Me voy, pero espero me puedas responder a mi pregunta pronto. Por favor - murmuró antes de caminar hacia su carro.

Hizo un gesto de saludo con la mano a Xim, quien ni siquiera se dignó a responder y arrancó a toda velocidad. Xim se descongeló de su posición por fin y con cara de pocos amigos vino hasta mi lado

- ¿Qué se supone que fue eso? ¿A qué estás jugando Jazmín? ¿Se supone que te queda una última fantasía como heterosexual o algo del estilo, hay un último capricho que quieras cumplir? Porque de verdad no estoy entendiendo nada... - su mirada dolida poseía el filo de un cuchillo que atravesaba sin piedad mi corazón

60 días con ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora