60 días con ella

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*Narra Ximena*

Habían pasado dos días desde la última vez que habíamos hecho el amor y ya me sentía como entrando en proceso de abstinencia

Mi cuerpo pedía y rogaba por Jazmín, cuando en la realidad mi mente era consciente que ella estaba en exámenes y que no nos veríamos hasta el fin de semana

Pero aunque quedaban ya 2 días para eso se me hacía una espera eterna y mi ansioso corazón se negaba a calmarse. Mis pulsaciones y pensamientos constantes eran marcados al son de sus recuerdos.

Recuerdos de sus labios, de sus impactantes ojos verdes, de su cuerpo, de cada curva y rincón de su cuerpo, de sus besos y caricias, de ella por completo. Deseaba respirar del mismo aire que la rodeaba y está breve distancia me estaba por volver loca

Estaba por hacerme perder el juicio

Ya a medio día me paseaba como leona enjaulada apretando mis dedos con fuerza para no marcarle  o mandarle un mensaje rogando que viniera, que necesitaba verla.

Ella ya me había explicado lo de sus exámenes y habíamos quedado en esos días de tregua, pero mi corazón alborotado se negaba a aceptar el trato. Que mi madre no estuviera en casa tampoco ayudaba a sosegar mi corazón

Miraba aquel lugar rememorando las veces que habíamos hecho el amor, era inevitable no recordarla en mi cama, en la ducha, en la mesa de la cocina, completamente entregada al placer y a mí

Con un suspiro que pareció más un gemido, agarré las llaves de mi carro que descansaba hace meses sin uso prácticamente, y con determinación agarré mi bolsa para salir de casa en dirección al carro

Los primeros minutos manejé sin rumbo fijo, en primera instancia deseaba dar un paseo y tomar aire. Pero una idea latente comenzó a abordar en mi cabeza y terminé dando un rumbo a esas vueltas que daba sin sentido.  Suspiré cuando llegué a las afueras del edificio

Tras aparcar en la universidad, me bajé y tomé asiento en un banco, estirando las piernas, dispuesta a esperar a Jazmín y darle una sorpresa.

Tamborileaba ansiosa una pierna cuando reconocí a una breve distancia una conocida silueta masculina descender de su carro

- ¿Ximena? - Miguel me miraba con ojos grandes como si yo fuese la última persona del planeta a quien esperara encontrarse - Vaya que sorpresa verte aquí... Cómo estás

- Estoy bien gracias y tú - le estreché inevitablemente con fuerza la mano que me extendía mientras lo analizaba con la vista

No me agradaba para nada encontrarme a la cara con el ex de mi novia.

- Yo bien también... Andaba por aquí y decidí pasar ¿Y tú? - su ceja enarcada reflejaba la curiosidad que el sentía

- Yo también algo así. Venía a ver a mi...

- ¿Ximena? - la voz de Jazmín por atrás de  mi, mi interrumpió repentinamente

Me voltié y su expresión de ataque era mayúscula. Sus ojos pasaban de mí a Miguel y viceversa con expresión que anticipaba que le daría un ataque. Javiera, a su lado la aferró del brazo, seguramente pensando cómo yo que se desmayaría en cualquier instante

*Narra Jazmín*

Miraba a uno y a otro atónita y con un comienzo de crisis de pánico e infarto

¿Cómo era posible que mi ex estuviera al lado de Ximena en la misma área? Me moriría si pasaba un segundo más y Ximena abría la boca, si es que ya no lo había hecho, eso podía arruinarlo todo

Susurré a Javiera que se hiciera cargo de Miguel mientras me dirigía veloz hacia Ximena y aferrándola de la mano me la llevé de allí al parque que se situaba cercano a la Uni

Cuando por fin estuvimos frente a un banco y rodeadas de árboles pude dejar de jalar de su brazo

Finanalmente tomé aire y di el suspiro más angustioso de mi vida. Ahora sólo necesitaba saber que palabras habían intercambiado Xim con Miguel

- No es que me importe que casi me dejaras sin brazo pero... ¿Qué sucede amor? ¿Porqué me trajiste tan veloz para acá? - Xim se sentó más cerca junto a mí en el banco

¿En qué momento nos habíamos sentado? Había estado tan infartada que ni cuenta me había dado

Con su mano elevó suavemente mi rostro hasta que mis ojos hicieron conexión con los suyos

- Nada amor es sólo que no me gusta que Miguel esté cerca... Por algo es un ex. No quiero que nos moleste en lo absoluto - Mi corazón se encogió ante cada palabra de mentira que emitían mis labios

- ¿Pero porqué te vino a ver? Será que aún le gustas - sus ojos brillaron con el inconfundible  reflejo de los celos

- Que va Xim... De seguro andaba de ocioso y no tenía nada mejor que hacer que pasar a joder - y como quien no quiere la cosa - ¿Y qué hablaron? 

- Pues bien poco en realidad. Me preguntaba que qué hacía allí, estaba por responder que venía a visitar a mi novia en lo que llegaron ustedes, no alcancé y fue una lástima porque quiero que le quede claro que ahora quién está contigo soy yo - apretó la boca en un gesto amenazante

No pude evitar dar un suspiro de alivio al confirmar que nuestra oportuna aparición con Javiera había evitado el caos.

- Descuida nena, ya le mandaré a decir que no se pase más por aquí ni que venga a perder el tiempo

- Gracias amor - Xim me miró con ojos de gata enamorada y sin darme tiempo a pensar se abalanzó sobre mis labios, atrapándolos entre los suyos con verdaderas ansias

Fueron interminables minutos los que me perdí entre sus labios, ella los devoró con devoción  haciéndome olvidar quién era y donde estaba. Cuando por fin no separamos la observé aún sorprendida de ver cómo se había animado a salir sola por primera vez, luego de todo ese tiempo

- Aún no creo que estés aquí nena, viniste tu sola por mí - le dediqué una sonrisa

- Si amor, es que ya no aguantaba sin verte y me era imposible esperar hasta el sábado. Me hiciste sacar las telarañas de mi carro y valió por completo la pena - sonrió mientras sus manos aferraban mi cintura y me acercaban a ella

Tras una nueva ronda de besos compartidos por fin fuimos a nuestros carros. Respiré con alivio al ver que Javiera había echado a Miguel, quizás a patadas pero lo había sacado al fin y al cabo.

Ximena me estrechó entre sus brazos nuevamente, me enternecía ver como luchaba internamente por dejarme ir. Decidí que tal vez podía flexibilizar un poquito, después de todo se lo merecía por salir al mundo sola tras tanto tiempo, sólo para verme

- No te quiero soltar, no te quiero dejar ir - susurró contra mi cuello dando un suspiro mientras sus manos me estrechaban aún más contra ella

- Hagamos algo... - suspiré entregada a sus caricias - Vamos a tu casa a pasar el rato, pero un rato si, sólo unas horas... Más tarde debo estudiar para mis exámenes

Sacó automáticamente su rostro de mi cuello para observarme, su mirada de emoción y felicidad extrema me enterneció por completo

- ¡Amor gracias! Unas horas junto a ti es todo lo que necesito - se abalanzó una vez más a mi cuello, deseosa, anticipando cómo sería la tarde juntas

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Besos y abrazos!
Fer❤