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- Bien ¿Y? - estaba comenzando a entrar en pánico con la espera pero ellas simplemente estaban mudas mirándome.

- Te dije que no era buena idea- Renata rompió el incómodo silencio.

- ¡¡Cierra la boca!! ¿Quieres? - Javiera le dio un palmetazo en la cabeza y se dirigió a mi- No le hagas caso ya le dio la histeria. Yo te voy a explicar.

Tomó aire.

- Verás, estabamos pensando con Renata que lo que necesita Xim es que alguien le remezca el piso así como un terremoto. Que alguien le devuelva la seguridad y confianza en ella misma, alguien que la haga sentir hermosa para que recupere su autoestima.
Sabemos que parece una locura ¡pero es algo que podría funcionar! Solo piénsalo... amar y sentirte amado te da felicidad y necesitamos que Xim recupere la felicidad para continuar en la vida y que de una vez por todas se le quiten esas ganas de morir por lo sucedido con la innombrable ¿Comprendes?

Me tomé unos minutos pensando en todo aquello, intentando encontrarle sentido pero me seguía pareciendo una locura mayúscula.

- Comprendo la idea - dijo por fin.

Ambas sonrieron esperanzadas.

- Pero no me gusta la idea de ser involucrada de esa manera es decir, ¿acaso soy la unica opción? ¿Por qué no la enamora alguna de ustedes? Y ojo que no digo que me desagrade, es mi amiga y la adoro pero solo pensar en estar con ella o con alguna chica "en esa connotación"... - enfaticé las comillas con los dedos  mientras sacudía la cabeza nerviosa y con desagrado.

- Pero míranos - Javiera levantó lo hombros - no somos ni la décima parte de bellas de lo que tu eres. Eres la mas bonita de todas diría incluso que más hermosa que Xim y eso que ella es lindísima.

Negué con la cabeza.

- Mmmm no lo sé, es algo demasiado arriesgado. Además saben que no me gustan las chicas. Yo... no se si pueda fingir algo así por mucha confianza que tenga con ella.

- Sabemos que lo puedes lograr, es solo cosa que lo intentes. Te rogamos solo  un tiempo con Xim para hacer que vuelva a ser ella y que recupere su felicidad y listo. Eso es todo lo que te pedimos amiga. Y debes ser tú porque ella no se fijaría en nosotras en plan romance. Pero en ti si... - Javiera usaba su voz más convincente.

- Eso es cierto- concordó Renata -Es más he visto que varias  veces se le han ido los ojos contigo. Se que lo hace involuntariamente pero eres muy bonita y a ella le gustan las chicas, es natural.

- Mmm no lo sé - dije confundida y algo incómoda ante esa confesión   -¿Y si pensamos en otro plan?

- Créenos que ya pensamos en todo -suspiró Javiera abatida- Por favor Jazmín no te rogaríamos que lo hicieras si no estuvieramos seguras que  es la única opción con  la que pueda reaccionar. La otra opción sería esperar a que ella se enamore sola de alguien pero sabemos que eso no sucederá quizás en cuanto tiempo... Y Xim puede cometer alguna locura si no sucede algo del estilo luego o si no hacemos algo por ayudarla.

Tomé aire- supongamos que dijera que sí... Solo supongamos - enfaticé- ¿Cuánto tiempo tendría que estar con ella?

Ambas se miraron esperanzadas mientras yo sentía que sería meterme a la boca de los leones.

- 90 o 60 días me parece un plazo razonable -musitó Renata y Javiera asintió de acuerdo.

Tome aire varias veces antes de mirarlas intentando recuperar el aliento que había escapado de golpe de  mis pulmones.

- Está bien, lo hare por Xim, pero que sean 60 días. Mientras menos dure la farsa mejor -suspiré apretando las manos nerviosa -Pero con dos condiciones.

Asintieron atentas con una sonrisa esperanzada en sus rostros.

- Número uno: me ayudarán en todo momento e idearemos un buen plan para que esto funcione y número dos le contaremos de nuestro plan a mis padres y a su madre. Si estaré 60 días con ella debe verse natural sin que nuestra familia muera de un infarto o nos boicotee la estrategia .

- ¡Va! - exclamaron a la vez y corrieron a abrazarme.

- No te preocupes que todo saldrá bien y con tu gran ayuda por lo que harás, Xim saldrá de esto - Javiera lloraba emocionada al igual que Renata.

Pero la emoción que ellas expresaban contrastaba con el terror que yo sentía dentro de mi pecho.

60 días con ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora