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*Narra Ximena*

Luego de una semana las cosas estaban mejor que nunca con Jazmín, nuestra relación iba perfecta, las vacaciones cumplían  su efecto relajante y prometedor de paz, por lo que disfrutamos muchísimo cada tiempo juntas.

Hoy nos juntaríamos en un bar con las chicas y sin duda la emoción primaba en el ambiente.
A la hora acordada pasé por Jazmín a su casa y tras un largo beso de saludo nos pusimos en camino al bar, disfrutando de una amena conversación en el trayecto

Al llegar buscamos una mesa y nos dispusimos a esperar a Javiera y Renata, la Javi avisó que veían con un poco de retraso de modo que de inmediato busqué acercamiento con Jaz, su atuendo sensual me invitaba a devorarla con la mirada y acariciarla, mientras que sus labios carnosos hacían lo propio invitándome a devorarlos lentamente, invitación a la que no me pude negar ni por un segundo. Hambrienta busqué sus labios, atrapándolos entre los míos dando paso a una competencia por tener el control, donde ambas resultábamos vencedoras al recibir un placentero premio en los labios de la otra. Tras unos cuantos minutos y casi al borde del ahogo tuve que apartar mis labios afiebrados de los suyos, para recuperar el aire un momento y volver al ataque, en un beso apasionado y sin tregua durante varios minutos más. Me puso a mil escuchar el jadeo de Jazmín, la temperatura subió varios grados mientras nuestros cuerpos se rozaban, casi en una de danza sin fin y sopesé por unos segundos la idea de llevármela de allí a disfrutar nuestro propio tiempo a solas

- Ni lo pienses - jadeó Jazmín entre mis labios, adivinando mis pensamientos - Las chicas vienen en camino

- Te deseo - musité sin aliento contra sus tentadores labios

- Yo también... Y podremos disfrutar más tarde - separó sus labios de los míos para tomar una gran bocanada de aire - Ahora respiremos

Sonrió de una manera encantadora y accedí a regañadientes. Qué manera de provocarme y de volverme loca, no existía defensa en guardia ante ella, derribaba cada pensamiento y razonamiento con tan sólo su cercanía

Tras unos cuantos besos un poco más calmados de intensidad y risas varias, llegaron las chicas. Renata nos saludó de besos y abrazos mientras Javiera hizo un gesto de saludo con la mano  a la vez que nos dedicaba una sugerente mirada a nuestro cabello despeinado

- Joder chicas, ¿que estaban haciendo?, parecen recién salidas de un tornado pasional - replicó por todo saludo entre risas

Sonreí automáticamente y vi a Jazmín sonrojarse con la misma rapidez. Reparé en su cabello y realmente parecía el cabello desordenado de alguien que acababa de disfrutar un buen polvo, supongo que en las mismas condiciones se encontraba el mío. A la vez pasamos las manos por nuestros cabellos intentando domar aunque fuera un poco la maraña que nos había quedado

- No hacíamos nada, curiosa - rió Jazmín, guiñándome coqueta un ojo disimuladamente

- Esa no te la crees ni tú - rió con ganas Javiera

- No nos intenten engañar - rió Renata guiñándonos un ojo - Al momento de llegar lo primero que notamos fue la tensión sexual. Creo que todo va de maravillas entre ustedes

- La verdad todo va excelente si - no pude evitar una gran sonrisa de boba al mirar a Jazmín, provocando gritos y porras de parte de las chicas

- ¡Son adorables! Me dará envidia... ¿Han pensado en la idea de hacer un trío o un cuarteto? Yo también quiero ser feliz como ustedes - Javiera levantó reiteradas veces su ceja sugerentemente.

Carcajadas colectivas llenaron la mesa y la velada transcurrió de manera agradable y alegre. A la tercera ronda de tragos Jazmín ya reía ruidosamente y Renata comenzaba a relajar su postura rígida habitual, pasamos a la pista de baile y tras varias canciones y luego de estrechar a Jazmín entre mis brazos infinitamente, sugerí volver a la mesa para descansar, los tacones me estaban matando. Suspiros de alivio secundaron mi moción, sin duda el martirio de los tacones asesinos era generalizado en todas.

60 días con ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora