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Cuando llegué a la casa de Ximena mis manos temblaban. De sólo pensar que ella podía quizás no estar más con nosotros me daba una angustia fulminante. Respiré muchas veces antes de entrar a su pieza.

Ximena estaba recostada en su cama con los ojos cerrados, parecía que dormía. Por lo que no hice ni el menor ruido aunque me costara, soy escandalosa de nacimiento.

La observé y se veía muy palida. Su piel se veía casi fantasmagórica contrastando con su pelo negro. Me parecía verla aún más delgada que la última vez que la había visto hace un par de días.

Me acerqué con cuidado y me recosté a su lado como siempre que estabamos en su habitación. Pero unas ganas de estornudar inoportunas me hicieron romper todo el silencio y abrió los ojos de inmediato.

Sus ojos increiblemente azules se posaron en mí rápidamente.

- Jazmín - pestañeó asombrada - No te sentí llegar ¿Hace cuanto estas aquí?

- Hace unos minutos amiga - le di un abrazo enseguida y sentir su olor me hizo agradecer por la suerte o bendición de saber  que estaba con vida.

Cuando me separé las lágrimas caían por mis mejillas nuevamente.

- No me vuelvas a hacer pasar por este susto Ximena. Sabes que te amamos, te adoramos con locura. No te puedes ir... Dime ¿Qué haría yo sin ti? ¿Ah?

- Jazmín yo...

- No, escúchame por favor. Si no fuera por un milagro ahora no estarias con vida - lloré con todo el dolor que sentía dentro - ¿Y sabes qué? Eso sería algo que nunca podría superar... Tu vida no se remplaza con nada ni con nadie ¿Oiste?

- Alejandra no piensa eso... Apenas rompimos hace un mes y ya está con otra.

- ¡No te pude importar lo que piensa esa perra! Que haga lo que quiera. Ella se lo pierde. Pero tú vida no termina con esa ruptura amiga. Tienes que conocer a alguien y disfrutar de la vida junto a los que te amamos ¡Hasta cuando vas a permitir que una imbécil destruya tu vida! Además discúlpame pero era horrible y tú eres hermosa amiga mírate nada más... Pareces modelo y ella parecía gorila al lado tuyo. Puedes estar con cualquier chica que desees, con la más hermosa.
Y es hora que te vayas enterando de lo hermosa y valiosa que eres y que recapacites. Ya has perdido un mes de tu vida aquí en encerrada en tu habitación, sola y destrozada. ¿Pero sabes qué? Se acabó ¿Me escuchaste bien? ¡Se acabó! Yo no voy a tolerar que sigas en este estado.

- Jazmín... Nunca me habías hablado así - Ximena me miraba con los ojos inmensos.

- Es que me angustia verte asi... ¿Tanto crédito le das a ella para dejar que desmorone tu vida? ¿Es enserio?

- Yo... No se que decir... No se cómo llegué a este punto. Pero se que me alegra estes aquí... Supongo que necesitaba escuchar todo lo que me has dicho.

- Perdóname por ser así de dura y directa... Pero no quiero ni pensar que esto suceda uan tercera o cuarta vez.. Tienes que reaccionar y tienes que reaccionar ahora. ¿Me entendiste?

Asintió lentamente y tras algunos pestañeos estiró sus brazos hacia mi para abrazarme.

- Gracias por estar aqui Jazmín de verdad gracias - dijo con su cara en mi hombro - No se que haría sin ti amiga.

- Bueno... Eso es algo que nunca descubriremos porque nunca me alejaré de ti. Ahora arriba - me levanté - No has comido en horas así que vamos a comer algo. Me dirigí a la puerta y la mire desde allí.

- ¿Vienes o te vengo a dar la comida en la boca? - sonreí con una mueca burlesca.

Pestañeó un par de veces y me siguió con una sonrisa también.

60 días con ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora