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Hola mis amados lectores los extrañe tanto. No tienen ni idea de todas las penurias que pase con mi computadora. Es una chica mala y rebelde. Dios mío, les cuento más a fondo al final del capítulo.

Ahora como siempre los invito a dejarme un review y leer mis demás trabajos

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 2. Inicia la misión

Karamatsu Matsuno amaba con amor profundo su reino. Para él no había cosa más importante en la vida que su hogar.

Tanto era este por su adorado reino que estaba dispuesto a dar la vida si eso significaba defenderlo. Cualquiera diría que su amor por su hogar era un tanto exagerado. Sin embargo era lógico que Karamatsu lo amara tanto como le era humanamente posible si este le había dado todo en la vida.

El caballero favorito del pueblo no nació en cuna de oro. Se podría decir que fue lo opuesto. Sus orígenes eran humildes. Su padre había sido herrero y su madre antes de casarse había trabajado cuidando a las vacas de un vecino. Se podría decir que Kara se parecía físicamente a su madre con los ojos azules de su padre. Fue hijo único y recuerda bien que su habilidad con el hacha y espada se presentó a corta edad debido al constante contacto con ellas. Su curiosidad fue bien aceptada por sus padres quienes lo dejaban practicar siempre que no descuidara sus deberes. Lo que procuraba hacer.

Su madre amaba el reino porque ella fue huérfana en otro reino, del cual escapó cuando era una niña apenas, para así sobrevivir. Su suerte fue tal que terminó en el maravilloso lugar en el que está actualmente. Donde gracias a las bondades de la gente y buen gobierno, fue que finalmente terminó con una buena vida. Los niños huérfanos no corren vidas tan terribles cuando quedan solos en un sitio como este. Siempre hay opciones para ellos. Por eso ella le había inculcado el amor por su hogar.

Así fue como Karamatsu había tenido una infancia feliz, llena de calidez. Sin embargo él jamás ha sido precisamente muy afortunado.

Un día un terrible ataque extranjero causó la mayor de sus heridas: la pérdida de sus padres y la destrucción de su único patrimonio.

Esto es algo que no le gusta recordar mucho y que prefiere mantener oculto, un recuerdo que no está listo para dejar fluir aun. Tal como su madre dijo la gente del reino no lo dejó abandonado. Aunque nunca volvió a tener una familia, no se quedó completamente sin un hogar. Se dispuso a crecer para poder proteger lo que amaba. Él ayudaría a defender a las personas de gente como la que asesinó a sus padres. Ayudaría a salvar a las familias y proteger a los niños.

Todos creyeron que era alguien habilidoso, bondadoso, valiente, fuerte; alguien digno de ser un caballero. Sin embargo nadie se hace un caballero solo por eso. Era alguien pobre, sin nada más que su buena voluntad sin mencionar que era uno de los seres vivientes más torpes de la tierra.

No tenía esperanza en su sueño o eso creyó. Hasta que un día, luego de conocer a Totoko la adivina (a quien ayudo con unas cosas muy pesadas) conoció al dios encarnado: Osomatsu, que venía a ver a la mujer de los pescados. Tras mirarse intensamente el dios dijo que tendría que ir al castillo un día. Nunca supo que fue lo que había visto el dios en él pero lo agradecía. Finalmente, pese a la renuencia del mismo rey Choromatsu, hizo las pruebas que se les hacen a los caballeros y fue por eso que termino siendo aceptado como caballero con grandes honores. Eso había sido la culminación de su más grande sueño. Actualmente se esfuerza por cumplir sus misiones y las órdenes del rey sin dudar, este no suele llamarle mucho porque aunque le reconoce sus habilidades también sus defectos y estos lo perjudican para ser el elegido en acciones muy importantes. Por eso está sorprendido en ser llamado con tanta urgencia.

Una historia de caballeros y gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora