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Hola mis amados lectores. Me incomoda escribir siendo observada. Mi madre disfruta mirarme así sin motivo y está poniéndome tensa ajajajaja motivo número uno de porque escribo de noche y no de día. Jajaja

Ahora como siempre los invito a dejarme un review, y leer mis demás trabajos

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 6. Viajando juntos.

─ ¡Ya te dije que prefiero morir mil veces! ¡No quiero!

¿Sobre qué discuten ahora nuestros héroes?

Ichimatsu es alguien con poca paciencia y enojón. Súmale a eso que no durmió bien anoche por que cierto caballero estaba afuera tendrás a un Ichi altamente explosivo. No es como si le tuviera miedo, es más bien que se pasó lo noche entera controlándose para no ir y contemplarlo dormir. ¡Se moría por verlo! Pero resistió la tentación. Ahora este estúpido se había atrevido a hacerle algo de desayunar. En cuanto se asomó este ya estaba despierto, con una fogata en la cual estaba asando algo que olía delicioso. Traicionado por sus propios instintos termino desayunando con el tipo hablador ese. No entendía la mitad y no respondía nada pero eso no lo frenaba.

Cuando ambos estuvieron listos para partir, el de la armadura tuvo el descaro de quitarse la parte de arriba de su hojalata para asearse mejor antes de partir. Esto dejo al descubierto la ligera camisa negra abierta del cuello en V, que le llegaba hasta la cadera que traía debajo. De esas de piel que suelen usar debajo de las armaduras los guerreros para mantener la temperatura corporal estable (ni frio ni cálido) y que fuera lo suficientemente resistente para soportar los golpes que la armadura hace al contacto con el cuerpo.

El idiota era un jodido manjar visual.

Ichimatsu estaba lo suficientemente alterado a estas alturas. Por lógica, la mejor opción era mantener distancia entre ellos y así todo estaría bien.

Pero Kusomatsu no quería cooperar en este punto.

Tan pronto como hubieran terminado, puso sus fuertes manos desnudas debajo de las axilas del otro para cargarlo. Cuando quedo suspendido en el aire lo único que era capaz de ver era ese rostro mallugado pero tan atractivo y dulce, con esos ojos azules arrebatadores que se podían apreciar mejor bajo la luz del sol. Kara aún estaba algo mojado por lo de hace rato y el agua sobre su piel lo hacía lucir resplandeciente y glorioso. Ichimatsu sintió que el pulso se le aceleraba y tuvo el horrendo deseo de ir y acariciarle la cara al otro. Asustado por sus pensamientos, comenzó a patalear hasta que el otro finalmente lo soltó.

─ ¡¿Q-que crees que estás haciendo?!

─S-solo intentaba subirte al caballo.

─ ¿Al caballo?

─Pues si, al caballo. Tu sabes my Little kitten, para así poder iniciar nuestro viaje.

Ichimatsu lo comprendió todo y se puso más tenso. ¡El loco ese quería subirlo al caballo! No era tanto problema subirse a uno como el hecho de tenerlo tan cerca, pues los dos irían arriba del mismo caballo. La cercanía de su cuerpo, el tacto frio. Su aroma varonil. Su fuerte y ancha espalda. Sus diminutas manos sobre el fuerte y marcado pecho ajeno...

Su cordura no iba a poder resistirlo.

Es por eso que han pasado ya como media hora discutiendo, uno insistiendo en que debe usar al caballo el otro negándose rotundamente. Eso nos lleva de vuelta al inicio.

My Little Kitten, llegaremos más rápido a caballo.

─Te dije que no, ¿es que no lo entiendes?

─ ¿Qué tiene de malo ir a caballo?

El otro se sonrojo violentamente /No tiene nada de malo, si lo que tú quieres es que yo termine por ceder a mis instintos y te manosee. O peor aún me vuelva loco intentando contenerme/

─Que no me gusta y no lo hare.

Antes de que pudiera reaccionar estaba en medio de unos poderosos brazos.

─ ¡¿Q-que crees que estás haciendo?! ¡Suéltame!

─Si tienes miedo, no debes avergonzarte. Todos tenemos miedo. Puedes confiar en mí, yo te protegeré. No te abandonare lo prometo.

El estúpido cree que le tiene miedo a subirse al caballo, pero le tiene miedo a este tipo de sensación. Se siente tan cálido en su pecho y la protección de este hombre suena tan sincera que le tiemblan las piernas. Una parte de él quiere quedarse ahí para siempre, protegido en medio de estos poderosos brazos.

Una parte, quiere golpearlo y salir corriendo. Luego de un rato es esta parte la que ha ganado y lo termina alejando de un fuerte manotazo.

─ ¡No estés tocándome tan a la ligera!

Como sus piernas estaban debilitadas por lo anterior, termino callándose y aunque lo maldijo no pudo evitar que el otro lo cargara entre sus brazos. Al estilo princesa, lo subió al caballo. Karamatsu lo puso delante de él. Envuelto en los poderosos brazos, recargado de ladito en el fuerte pecho ajeno.

─Vamos my Little Kitten. Si tienes miedo puedes decirme.

Iba a decirle un par de cosas, pero el latido del corazón del guerrero estaban tranquilizándolo por fin.

─Me sofocas, aléjate.

El de ojos azules se rio ante la petición y se alejó lo suficiente. Cuando a Ichimatsu le llego la ráfaga de viento, se arrepintió de inmediato y quiso que el otro regresara pero era imposible.

En medio del camino Karamatsu se puso a cantar. Cantaba hermoso y las canciones que entonaba contaban historias de guerras pasadas. Ichimatsu nunca había escuchado algo parecido.

Cuando Karamatsu cantaba hacia esas poses raras de siempre pero ese rostro, y esa voz se le colaban hasta los huesos. Algo en Karamatsu estaba dejándole huella. No porque fuera tan guapo (porque diablos que lo es) sino que era de una pureza y bondad tan evidentes que se le tatúan en el corazón.

Karamatsu por su parte se está derritiendo por Ichimatsu. Tan arisco y desconfiado (como cuando olfateo la comida para detectar si tenía algo malo) Tan agresivo (como se puso cuando intento subirlo al caballo) y aun así tan dulce, vulnerable y asustadizo. Es un gatito huraño en todas las de la ley. Una parte dentro de él ahora que lo ve tan ensimismado disfrutando de la música, quiere ir y plantarle un enorme beso. No entiende ese extraño deseo. Jamás en su vida ha sentido cosas así por nadie y duda que esta sea una situación adecuada para dejar fluir esta clase de sentimientos.

Pero cuando Ichimatsu, cansado termina él solito recargándosele en el pecho moviendo ligeramente la cabeza contra su pecho, para que el otro se acerque como al principio, le hace desear el que el viaje sea eterno.

YYY

Finalmente nuestros héroes se encuentran con sus primeras penurias. Capítulo 7. Primera parada

Ojala hayan muerto de diabetes, que esto me ha matado a mí. Jajajaja Ichi es tan obvio, bueno no vine la semana pasada a actualizar porque una perrita mía fue envenenada y estaba muy triste por su muerte. Ahora me siento mejor y estoy de vuelta, vengo los jueves a publicar ya no los martes. 

Una historia de caballeros y gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora