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Hola mis amados lectores. He estado tan cansada todo el día, creo que es probable que me enferme por millonésima vez. Ojala todo sea un simple mal presentimiento. Bueno espero estén ilusionados por este capítulo.

Ahora como siempre los invito a dejarme un review, y leer mis demás trabajos

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 5. Por envidia.

El reino del rey Choromatsu era maravilloso desde incluso antes del reinado del joven de ojos verdes. Siempre fue un lugar grandioso por ser bendecido por el dios Osomatsu. Dios reconocido por ser alegre y travieso. Un niño berrinchudo con una personalidad divertida. Si te descuidabas era seguro que podría hacerte una maldad. Aun así tiene un enrome corazón. No lo demuestra pero de verdad le importan los demás. Por eso siempre había cuidado bien de este reino que se hizo en su honor y donde le rendían tributo.

Osomatsu era un dios libertino, adicto al alcohol y las apuestas. Algunos bromeaban que incluso podría ser parecido al dios Dionisio. Era por estas características que el dios siempre estaba metido en predicamentos. Tanto con los humanos como con los seres divinos. Esto fue lo que término llamando la atención de un dios hecho de lo peor del mundo: Tougo.

Tougo era un dios que disfrutaba de la vitalidad de Osomatsu. Olía a deseo cuando lo tenía cerca. Se notaba a leguas que las travesuras del dios de rojo le resultaban interesantes. En su opinión, tenía el potencial para ser más maligno. Dejar esas travesuras y finalmente convertirlas en algo más fuerte. Deseaba corromperlo para hacerlo suyo. Así tenerlo a él y a su reino. Tougo es un dios fuerte, enigmático, peligroso y por ende, huele a seducción. No tardaron mucho para convertirse en amantes.

Aquella relación no tardo en convertirse en algo muy intenso. El mayor era celoso y no le daba mucha libertad para irse con otros. Entonces, Osomatsu pasó a ser amante de uno solo. La situación no lo tenía nada contento, pues el dominante personaje siempre estaba presionándolo (en más de un sentido) Las cosas se salían de su control. Sin embargo se estaba volviendo adicto a las cosas que estaba aprendiendo al lado del mayor. Parecía un prisionero enamorándose de su captor. La relación era insana y en este punto, fue cuando comenzó a haber decadencia en el reino. Nadie entendía porque pero había más gente podrida de mente y alma en el reino. La economía comenzó a caer. Mientras que Osomatsu podía sentir poco a poco su alma volverse negra sin poder detenerlo. Inconscientemente sabía que la situación estaba mal pero no sabía cómo pararlo.

Hasta que lo conoció.

Fue aquí cuando vio por primera vez al pequeño hijo del rey y la reina. El dulce príncipe de ojos verdes como jades o esmeraldas. Hubo algo en esos ojos que logro hacer revivir el pobre corazón del dios. Esos ojos que eran ventanas a un alma diferente a las demás. No tan pura como el alma de Karamatsu, pero lo suficientemente virtuosa como para ser la salvación no solo del reino, sino del mismo Osomatsu. Así fue como poco a poco, Osomatsu cayó víctima de esos ojos. Se convirtió en su esclavo y sabiéndose enamorado, estuvo decidido a luchar para salvarse a sí mismo y así intentar conquistar al dulce muchacho. Finalmente su pesadilla termino cuando expulso de su vida y alma al dios maligno.

Este nunca le perdono aquello y juro que se arrepentiría.

YYY

De eso habían pasado años. Nadie creyó que el dios Tougo se hubiera obsesionado al punto de pasar todo este tiempo en las sombras, planeando todo para su ataque. Necesitaba de un reino terrenal que lo ayudara con sus planes, pues peleando con Osomatsu solo podría herirlo a él y no tanto así matar al rey Choromatsu. Tougo le tenía envidia a ese rey porque sin esforzarse si quiera, había conseguido lo que él había estado deseando y esforzándose por conseguir: A Osomatsu y a su reino. Ahora quería venganza y si Osomatsu no sería suyo tampoco de nadie.

Entonces, se pasó el tiempo buscando un rey que tuviera eso en común con él: la envidia. Si lo tenía sería fácil crear el nexo que le permitiría conquistar su corazón y así, manipular su alma y sus recursos.

Por fin lo consiguió en el rey Iyami. Un rey simplón de un reino conformado por gente maligna en su mayoría, gente desesperada que había aprendido a cometer fechorías para sobrevivir. Algunos de ellos habían evolucionado y lo disfrutaban incluso. Un reino de caos y obscuridad. Tougo se sintió como en casa, cuando supo que el rey Iyami envidaba/odiaba al rey de ojos verdes supo que había encontrado a su compañero/súbdito. Logro conocerlo a través de sus sueños y poco a poco pudo presentarse en su modo humano y se formó el lazo. Con esto ha ido reuniendo sus fuerzas para poder iniciar la lucha.

En estos momentos está en sus terrenos divinos, siendo consciente de la visita que está afuera intentando entrar.

─Querido Osomatsu, no tienes por qué intentar entrar sigilosamente.

─A mí me da igual entrar en lugares donde no soy bien recibido pero dudo que si lo hago no te molestes conmigo.

─Lo haces ver como si yo fuera un intolerante.

─ ¿No lo eres? Entonces me equivoque de dios.

─Me juzgas muy duramente. Siempre lo has hecho.

─No te comportes así. Yo soy un sin vergüenza por lo que si yo lo veo mal, entonces sí que está mal.

─El convivir con ese niño estricto y moralista te ha vuelto un debilucho.

─No está mal tener conciencia. Choromatsu me recuerda que no solo existe el alma para alterarla con placeres, sino llenarla con algo más valioso.

─Oh eso ha sonado tan cursi. ¿No aprendiste nada estando a mi lado?

─Si sigues metiéndote con nosotros te demostrare lo mucho que aprendí a tu lado.

─Eso me sonó a una amenaza. ¿Estas atreviéndote a amenazarme?

─hare más que eso si no te mantienes lejos de mi reino

Para esto Tougo acerco su rostro al rostro del otro pegando sus narices.

─Tendrás que obligarme. Para eso, aun no tienes la fuerza necesaria. Aunque si lo que quieres es que me aleje te hare una oferta.

─Viniendo de ti dudo que sea una oferta que me vaya a encantar.

─Estoy siendo benevolente. Una oferta única en la vida: regresa a mi lado y perdonare a tu niñito.

Eso dejo de piedra a Osomatsu ¿Había escuchado bien? Este dios había sido su perdición mucho tiempo porque es fácil dejarse arrastrar por el peso de sus palabras. Pero jamás dejaría esos ojos verdes. No se lo perdonaría si por su culpa, Choromatsu sufriera.

─Tu oferta suena degenerada. Incluso si no estuviera enamorado de Choromatsu me negaría.

El otro sonrío perversamente.

─Eso dices ahora, pero ya veremos en un futuro si sigues pensando lo mismo. Mi oferta sigue en pie pero es de tiempo limitado. Aprovéchala. Piénsalo. Ahora si no tienes nada más que decir: retírate.

Osomatsu lo miro fijamente con repulsión antes de irse. Mientras Tougo sonreía con suficiencia sabiendo que había logrado plantar la duda en el corazón del de rojo.

─Es cuestión de tiempo para que tu alma sea mía, mi querido Osomatsu.

YYY

En el siguiente capítulo veremos el viaje de nuestros héroes. Capítulo 6. Viajando juntos.

Buu mis queridos ojala les haya gustado y dios esta relación tan enferma me encanta. La he leído en los fics y no me quejo. No los shipeo pero me gusta la temática obscura que se maneja entre ellos. Bueno nos estamos leyendo ¡Shao!

Una historia de caballeros y gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora