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Jin despertó esa mañana con la luz del sol entrando por su ventana, cuando abrió los ojos recordó lo que SookYon le había dicho la noche anterior "quiero verte", una enorme sonrisa se asomó a su rostro, comenzó a retorcerse en la cama, abrasando todas sus mantas y pataleando. Se levantó y fue a hacer el desayuno.

–Buenos días, Jin-hyung –dijo Nam saliendo de su habitación.

–Ah Gud Murning –dijo imitando a Jimin.

–Estás de muy buen humor. –dijo sentándose. – ¿Pasó algo ayer?

–Nada... y todo. Ayúdame a acomodar esto en la mesa. –antes de que Nam pudiera responder, Jin le dio las porciones de arroz, luego las de vegetales, las porciones de sopa y por último puso el pescado frito. No pasó mucho para que el resto de los miembros bajaran a comer. Al terminar fueron a cumplir con su horario, como siempre.

Cuando SookYon despertó, fue diferente, su abuela había salido temprano en la mañana y no regresó hasta la noche, así que ella tuvo que preparar su desayuno e ir a trabajar sin hablar con nadie, sin embargo, eso no era deprimente como otros días, pues ella sabía muy bien que al terminar la jornada, Jin vendría por ella.

–O tal vez, debería ir yo por él... -susurró en el trabajo.

–¿Dijo algo chef? –dijo su compañero.

–Nada, no dije nada. –Continuó separando las hojas de lechuga. En ese momento, entró su padre.

–Buenos días. –dijo alegremente, colocando las canastas de verduras que traía sobre la mesa.

–Buenos días chef. –respondieron los demás.

–Buenos días papá.

–Buenos días hermosa, ¿cómo va todo? –Le trajeron el historial de las asistencias y el registro de inventarios.

–Si se refiere a la cocina, todo va demasiado tranquilo, pero si se refiere al hotel, últimamente no hemos tenido muchos alojados.

–Lo sé, es la temporada. Estaba pensando abrir el restaurante, ofrecer almuerzo y desayunos a todo el público, no sólo a los residentes del hotel. Claro que tú vas a administrarlo.

–Es una buena idea. –dijo ella con su serenidad acostumbrada.

–Y esta noche tenemos seminario, te harás cargo.

–No puedo. –su padre que hasta el momento ha estado revisando el inventario se sentó al frente de su hija y dejó los registros a un lado.

–¿Qué dijiste?

–Que no puedo. –ella dejó de picar las hojas de lechuga, y miró a su padre. –no puedo hacerme cargo esta noche, saldré con alguien.

–¿Con quién?

–Con Kim Seok Jin. El chico que conocí en Daegu. –Su padre lanzó un largo y profundo suspiro.

–SookYon. –dijo calmado. –ya hablamos de esto, te dije que no lo buscaras.

–Lo sé, yo no lo busqué, nos encontramos casualmente. Salimos ayer y saldremos hoy.

–SookYon, me alegra mucho que tengas amigos, pero tengo miedo de que te hagan daño, tienes un problema que no todos pueden comprender.

–Padre, no tengo un problema, tengo una enfermedad. –hizo una pausa. –Y no voy a mejorar, quedándome aislada. Quiero salir, conocer gente, vivir aventuras. Amo quedarme en este lugar y cocinar para usted, pero no quiero quedarme en el hotel para siempre. Probablemente, si estuviera conmigo, lo entendería.

¿Quién es usted? 《Wattys 2019》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora