¿Quién es usted? 《Wattys 2019》

3.

(–Sólo vine a saludarla.)
Podemos decir que no era exactamente un sueño, pero ella lo tomó así al principio.

"(–Disculpe, ¿Quién es usted?
–Esto... ¿Es una broma? –Contestó Jin, con una sonrisa esperando a que sea así, pero desapareció luego de ver el rostro de SookYon. Entonces se acercó más a ella y susurró–Do SookYon, ¿Qué está pasando?
–Lo siento, señor. Pero tengo que pedirle que salga de la cocina, tenemos mucho trabajo y...
–No es una broma, en serio no me recuerdas. ¿Eres la hermana gemela de SookYon?
–Señor...
–No importa, me queda claro que no quieres hablar conmigo. No es necesario que finjas que no me reconoces para que me vaya, basta con decirme que no quieres verme. Me voy. –Jin salió molesto de la cocina.)"

–¿Qué fue eso? –SookYon despertó al otro día. –Creo que... lo recuerdo. ¡Papá! ¡Los he recuperado!

Minutos más tarde ya se encontraban nuevamente en el consultorio del psiquiatra.

–¿Recuperaste todos tus recuerdos?

–Doctor... esto no es normal. –dijo el señor Do.

–Lo soñé, anoche, mientras escuchaba música, incluso oía las canciones dentro del sueño...

–Perdiste la memoria de hace dos días y la recuperaste en un poco menos de 24 horas. Cuando el 90% de las veces no sueles recuperarla.

–Sí... –Dijo SookYon emocionada. –Nunca había pasado.

–En todo este tiempo muy raras veces has recuperado la memoria, completamente, incluso después de 4 días, hay una mejora–Dijo con una sonrisa. –Estás mejorando SookYon.

Padre e Hija salieron del consultorio, con una sonrisa, después de mucho tiempo. Caminaron en silencio hasta salir del hospital, SookYon repetía una y otra vez el momento en el que Jin le curó su herida en el dedo, mientras observaba éste con sonriendo.

–¿Quieres comer algo?

–Ah... sí... vamos a desayunar a casa.

–Te cocinaré el desayuno.

–¿Lo harás tú? ¿No tienes trabajo?

–No importa. Si quieres algo, sólo dilo, ¿de acuerdo? –El padre de SookYon fue caminando por delante, mientras SookYon emocionada le seguía el paso.

–Papá. –dijo apenada. –En realidad... creo que Jin... Seok Jin, merece una disculpa.

–¿Por qué?

–Yo... no lo recordé. Y él creyó que estaba bromeando. Se molestó y se fue de la cocina, sólo había entrado para saludarme. Cuando salí, luego del desayuno, él estaba en el lobby del hotel. Junto con sus amigos... estaban a punto de irse. Me acerqué a él... –Se detuvo al recordar lo que había pasado después.

–¿Qué pasa? ¿No recuerdas más?

–Le pedí disculpas, porque soy algo olvidadiza, entonces... él me preguntó cómo estaba mi herida, sólo entonces recordé el ciclo, no dije nada. Se despidió y dijo que esperaba que nos volviéramos a ver. Creo que debería disculparme, ¿hay alguna forma de...?

–SookYon-ah. –la interrumpió su padre. –no creo que debas contárselo, él ya te dijo que esperaba verte de nuevo, eso quiere decir que no está molesto.

–Pero yo...

–SookYon, es muy difícil que alguien comprenda esto. Y yo no quiero que más gente se entere. Ya estás mejorando, quiero creer que te estás curando. Así que por favor...

–está bien papá. No... no lo buscaré, seguiré como hasta ahora.

–Gracias...

Llegó la navidad, SookYon fue a Seúl para pasar las fiestas con su abuela materna y su padre se quedó en Daegu atendiendo el Hotel. Jin viajó para pasar las fiestas con su familia al igual que los otros miembros, pero al igual que ellos, tenía que regresar para año nuevo.
Los episodios de amnesia de SookYon regresaron a la normalidad, incluso se podría decir que empeoraron, perdía la memoria de las últimas 24 horas cada 5 días y no la volvía a recuperar, hacía las mismas preguntas, y daba casi las mismas respuestas. Ella no volvió a mencionar a Jin, en frente de su padre, pero hasta cuando perdía la memoria, solía preguntarle a su abuela si debería buscarlo.

–¿Por qué no lo haces? –dijo la última vez. Pero ella no podía hacerlo, no sin la ayuda de su padre... o la ayuda del destino.

Pasadas las fiestas, SookYon debía quedarse en el K Hotel de Seúl a cargo de la cocina el resto del año, el psiquiatra, al ver que ella iba de mal en peor decidió que comenzara un tratamiento en la ciudad mencionada, con su supervisión. El ciclo que tenía se rompió casi por completo. Su padre se aseguró de comentar brevemente a los cocineros del hotel el problema de SookYon, así le gustaba llamarlo, "problema".

–Estoy saliendo al trabajo. –dijo SookYon. Salía todas las mañanas a las 4, iba a trotar, regresaba a las 5 y volvía a salir para llegar a las 6 al Hotel a trabajar.

–Ten un buen día. –dijo su abuela. Había recuperado la memoria hace dos días, mientras no esté dentro del ciclo, SookYon era emocionalemente estable.

–Buenos días a todos. –dijo SookYon, entrando a la cocina.

–Buenos días chef. –dijeron todos los que estaban adentro, que no pasaban de las 7 personas, y eso era normal, en invierno, después de las fiestas no suelen tener muchos clientes en el hotel, pero los pocos que tienen son empresarios o famosos.

Luego del desayuno SookYon salió a fumar un poco, un viejo hábito que ha desarrollado para olvidar por un momento que podía perder la memoria, pero ni ella recuerda cuándo exactamente ha nacido tal hábito. No le gustaba fumar en frente de otros empleados, así que salió hasta la entrada al Hotel, se apoyó en uno de los árboles y disfrutó de ese humo blanco saliendo por su boca.

Jin había salido esa misma mañana para comprar fruta y vegetales, él suele hacer sus compras en Bicicleta, primero va al mercado, luego da unas vueltas por el vecindario y regresa a casa para las 7 de la mañana. Esa mañana, Jin salió de casa después de desayunar, no porque tenía que hacer algún encargo en especial, sino porque simplemente quería salir. Le agradaba el poco movimiento de las mañanas, era su hora favorita del día, ni muy temprano, ni muy tarde. Doblando una de las esquinas, salió de la zona residencial, se quedó parado observando con los ojos casi desorbitados a la chica que se encontraba a unos metros de él...

Cruzó la calle y se acercó a ella con cautela, no la había olvidado, hacerlo sería cometer el peor error de su vida, pero si había perdido la esperanza de volverla a ver, en especial en Seúl. Cuando estuvo lo bastante cerca se bajó de la bicicleta y continuó caminando.

–No sabía que fumaba. –le dijo, ella volteó a ver a la persona que había interrumpido su ritual y se atragantó con el sorbo de tabaco que había ingresado recientemente. Tosió tan fuerte que Jin tuvo que ayudarla. –Oh lo siento, no era mi intención que...

–Está bien. –dijo ella tosiendo ya más tranquila. –Kim Seok Jin... Es Kim Seok Jin ¿Verdad? –él sonrió como si hubiera ganado un trofeo.

–y usted es Do SookYon. ¿qué hace en Seúl?

–Trabajo aquí... –señaló el hotel. –¿puedo devolverle la pregunta?

–Mis padres viven cerca, y estoy de vacaciones, regresaré a trabajar en unos días. –SookYon a estas alturas ya tenía el cigarrillo apagado, recogió la colilla y la botó al basurero que estaba cerca.

–No pude agradecerle por ayudarme la última vez que nos vimos.

–Por alguna razón usted olvidó quien era yo, supongo que estaba muy nerviosa e incómoda debido a que me acerqué a usted, de una manera inadecuada.

–Esa no fue la razón... –El celular de Jin comenzó a sonar, era su madre, preocupada porque su niño aún no había regresado a casa. –Creo que tiene que irse...

–Sí, es mamá. Pero me gustaría que nos volviéramos a ver, antes de regresar a mi trabajo.

–¿Le gustaría ir a tomar un café? –dijo ella controlando todo lo que pudo su emoción.

–me encantaría, ¿podría tener su número?

–Claro. –Luego de intercambiar números Jin se montó en su bicicleta y regresó a casa con una sonrisa en el rostro.

SookYon regresó a su casa luego del almuerzo, y no perdió la oportunidad de contarle a su abuela lo que había pasado. Con un aire de victoria, Jin hizo exactamente lo mismo, llegó a contarle todo a su madre. Había algo en Do SookYon, que tenía a Jin prácticamente obsesionado.