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Se quedaron conversando mucho tiempo, hasta que ambos estómagos rugieron. Jin preparó el almuerzo y lavó los platos al terminar. Su relación avanzó muy rápido, sólo hablando de anécdotas graciosas de la escuela y cantando, tarareando las canciones que sonaban. Jin hizo todo lo posible por no hablar de algo que vivieron ellos, pero de vez en cuando se le salía un "como cuando tú..." o "Recuerdas...", al inicio era incómodo, pero poco a poco convirtieron la incomodidad en risas.

–¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte? –dijo Jin luego de dejar limpia la cocina.

–En realidad...

El teléfono de SookYon estuvo sonando mientras ambos trabajaban en la nueva habitación. Para media tarde ya habían terminado, sólo faltaba trasladar su ropa. Jin había hecho el trabajo más duro, la cama, movió el estante de libros, bajó el mini frízer donde ella guardaba sus mascarillas y cremas. SookYon le preparó una malteada de frutilla. Para cuando Jin terminó, salió con la camisa desarreglada, y algo sudado y despeinado.

–Gracias. Lamento haberte hecho trabajar tanto. Ten, éste es tu pago.

–Pues si va a ser así, trabajaría para ti de ama de casa. –ambos rieron. Alguien tocó la puerta. –Abre. –dijo Jin con la boca casi llena, limpiando los restos de malteada que le quedaban en los labios. SookYon abrió la puerta con una sonrisa y se encontró con Young Min que llevaba un ramo de rosas, la sonrisa cambió.

–Young Min-shi, ¿qué te trae por aquí?

–Bueno, pasé por una florería y pensé en traerte rosas.
("Pasé por una florería y pensé en ti. Así que compré rosas, y...")

–Gracias, son muy lindas. –dijo incómoda.

–¿Estás muy ocupada? Pensé que podríamos ir al cine.

–Ahora tengo visitas en casa...

–¿Sucede algo Yon-ah? –preguntó Jin asomándose, le parecía raro que SookYon tardara tanto. La sonrisa de Young Min desapareció al ver a Jin. –Buenas tardes, Young Min-shi.

–Seok Jin-shi... no esperaba encontrarte aquí, menos con ese aspecto. –Jin se vio y arregló su ropa y pelo inmediatamente. –SookYon-ah, ¿necesitas ayuda en algo? ¿Tienes hambre?

–No, gracias, Jin vino a preparar mi almuerzo y también me ayudó a preparar mi nueva habitación, es difícil bajar y subir gradas con muletas.

–Supongo que debo estar agradecido.

–No te molestes. –contestó Jin pedantemente. –Yon-ah, debo ir a casa, volveré cuando pueda. –esta vez fue dulce, recogió su saco, su celular y salió. –Young Min, hablemos–le dio tiempo a responder y le jaló del brazo.

–Nos vemos otro día Young Min-shi. –dijo SookYon y regresó a la soledad de su casa, colocó las rosas en un florero, entró a su habitación nueva y le gustó mucho el resultado, la cama tenía mantas livianas, el mini frízer estaba perfectamente ordenado. Jin incluso había colocado algunos de sus adornos. Era acogedor. No puedo evitar sonreír mientras se sentaba en su cama.

Por fuera de esa casa, entró a su auto con Young Min, vayan a preguntar cómo logró que ése pobre chico subiera. Comenzó a conducir sin música.

–Escucha, Young Min-shi. –dijo luego de haber conducido un tiempo. –SookYon y yo tenemos algo.

–Lo sé. –Jin detuvo el auto a un costado de la autopista.

–Entonces, ¿por qué sigues acercándote a ella?

–Por la misma razón que tú. 

–Tuvieron una amistad de semanas, yo tengo una relación ro-mán-ti-ca, de meses.

–No lo entiendes, nos conocemos desde hace mucho. Me presentaron a SookYon cuando teníamos 7 años, yo estaba fascinado cuando la vi, llevaba un vestido celeste con listones rosas, tenía dos coletas y el pelo ondulado. Nuestras familias siempre fueron muy cercanas, se separaron cuando murió la madre de SookYon, yo no volví a verla porque fui a estudiar a Estados Unidos. Cuando volví a verla sólo quería tratarla como mi hermanita menor, porque estaba enamorado de alguien más...

–Déjala, por favor. Conserva su recuerdo, pero no intentes...

–No lo haré, tú ocúpate de hacer que ella te recuerde, yo me ocuparé de enamorarla, si ella decide quedarse conmigo, déjala tú. Si decide quedarse contigo, la dejaré yo. Pero ella es la que tiene que decirlo. Hasta entonces, Kim Seok Jin. –bajó del auto y tomó el primer taxi que apareció. Jin se sentía derrotado, al mismo tiempo sentía un reto. Pero tenía miedo.

El señor Do regresó al día siguiente y se sorprendió de encontrar a su hija en la habitación de abajo, más le sorprendió ver cómo estaba la habitación.

–Buenos días papá. –dijo ella incorporándose despacio.

–Hija, lamento no haber venido anoche, tenía mucho trabajo. –tenía el pelo desarreglado, apestaba a alcohol mezclado con perfume de mujer, un aroma que se confundía fácilmente con su colonia. Ese aspecto, SookYon lo conocía muy bien...

–No te preocupes, no es como si fuera una niña. Puedo dormir sola. Vivir sola, salir sola. –estaba molesta, muy molesta.

–Yon-ah...

–No me llames así, no me gusta que me llames así. -calló un momento. –¿Puedes preparar el desayuno? Por favor.

–Claro princesa. –su padre salió de la habitación.

Su hija tenía razón, ya no era una niña, ya no era una escolar, su hija ya debería tener una profesión, ya debería estar trabajando, pero por culpa suya...

–Vi que te mudaste de habitación. –dijo al escuchar los pasos de las muletas. –¿Young Min te ayudó a remodelarla?

–No, fue Seok Jin. –dijo tranquila.

–¿Seok Jin? –su padre volteó a verla. –El idol, ¿Kim Seok Jin?

–Hm. –dijo sentándose y su padre regresó a mover la sartén. –Vino ayer y se portó muy lindo. ¿Sabías que teníamos una relación? Yo no me la creo. Alguien como él, se vería mejor con una modelo de revista, o como esas chicas que cantan en televisión. Sin embargo, yo le gusto. ¿No te parece imposible?

–Claro que me parece imposible. Él es un chico que no debería salir contigo. ¿Qué opinas de Young Min? ¿No te parece atractivo?

–¿Por qué Seok Jin no debería salir conmigo? ¿Qué tengo yo de malo? ¿Es mi cuerpo? ¿Mi enfermedad? ¿No soy lo suficientemente bonita? –su padre volteó nuevamente.

–No me refería a eso, tú misma lo dijiste, debería salir con alguien del mismo rubro, que esté acostumbrado a los escándalos, imagínate si tú sales en alguna foto con él. No podrías manejar los malos comentarios. He oído que sus fans son temibles.

SookYon quedó callada, su padre tenía razón, Jin era mucha ilusión para ella. Por segunda vez en su vida, comenzó a subestimarse y volvió a sentir lástima de sí misma.

–Creo que deberías salir con Seok Jin y así darte cuenta de que no es el indicado. No te conoce lo suficiente. Young Min es tu amigo de la infancia, es alguien que te conoce desde antes del accidente. Y es muy bien parecido. Sin mencionar que nuestras familias...

–Ya no tengo hambre. –SookYon se levantó y se fue a su habitación, cerró la puerta y entró nuevamente a su cama, prefería mil veces quedarse dormida y despertar antes del último accidente que tuvo sólo para poder tener argumentos para escoger a Jin.

¿Quién es usted? 《Wattys 2019》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora