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Advertencia: el siguiente capítulo tiene contenido para mayores de 18 años, eso quiere decir que aparecerán desnudos en tu imaginación, ten cuidado. 😏😏

22.

SookYon salió del trabajo tarde en la noche, Jin llegó para recogerla a las 10 de la noche, la esperaba dentro de su auto cuando ella salió del hotel. La vio sonreír mientras se acercaba y subía al auto.

–Hola oppa, no esperaba que vinieras. Lo siento salí tarde.

–No importa. ¿Tienes hambre? –ella negó con la cabeza. –entonces, vamos a casa.

–En realidad, creo que ya no es necesario que me quede con ustedes, mi rostro se ve mejor y... mi tobillo ya no me duele tanto. ¿Por qué no me dejas en mi casa?

–¿Segura? Tu padre...

–Él se fue. –le entregó el sobre con la carta. –me dio todo lo que le pedí. No volveremos a verle. Supongo que puedo ir a casa.

–Me gustaría que te quedaras una noche más, ya sabes, para estar seguros. –Carraspeó la garganta. –la verdad es que me gusta verte por las mañanas.

–Con una condición, quédate conmigo mañana, tú mismo lo dijiste... hay que estar seguros. –Jin sonrió y sacó la carta, luego de leerla revisó con cuidado los papeles.

–Me parece genial, felicidades por tu nuevo hotel.

–Tengo muchos planes para él. –dijo SookYon. –para comenzar, abriremos el restaurante para que todos puedan venir a almorzar, y también quiero abrir un curso de cocina para niños y gente adulta. También quiero... –Fue interrumpida por un beso delicado, el brillo de sus ojos, embriagaron a Jin al punto de no poder resistirse. –Lo siento. –Dijo ella al separarse.

–¿Por qué te disculpas?

–Porque... sólo hablo de mí. Nunca hablamos de ti. Te metí en muchos problemas... –Jin volvió a besarla.

–Está bien, los problemas ya no importan, ganamos ¿no? –ella asintió. Jin arrancó el auto, SookYon se estiró para colocarse el cinturón de seguridad y por hacerlo, la cajetilla de cigarrillos que había tomado más temprano, cayó de su bolsillo.

–Se te cayó algo, amor. –dijo Jin sin despegar la vista del camino. SookYon quiso tomarla con prisa, pero la cajetilla se resbaló debajo el asiento de Jin, él detuvo el auto a un costado de la carretera y la levantó. Se quedó en silencio un momento y miró molesto a SookYon. –Do SookYon, ¿volviste a fumar? Me dijiste que ya no lo harías.

–Lo hice. –dijo cabizbaja. –pero no pude evitarlo, la ansiedad me carcome.

–Tenemos que hacer algo al respecto. –guardó la cajetilla en la guantera. –Los dulces son un buen sustituto de los cigarros. Te compraré muchos, mañana, ¿sí? –ella asintió. –vamos a casa. –Jin condujo en silencio y llevó a SookYon a su casa.

–Creí que iríamos a tu casa. –dijo mirando a Jin, quien no despegaba la vista del volante. –Oppa... ¿estás molesto conmigo?

–Claro que no. Bueno, sí lo estoy, es mejor que dejes que se me pase. –Bajaron del auto y entraron a la casa asegurándose de que su padre no estaba ahí dentro. –Bien, creo que es seguro, me voy. –dijo fríamente.

–Oppa... lo siento, no volveré a hacerlo. –Jin siguió caminando, ignorando a SookYon. –Oppa... quédate, por favor, tengo miedo. –Jin se detuvo en la puerta, volteó y besó a SookYon de manera algo torpe.

–Me es imposible, molestarme contigo. Estoy molesto, muy molesto.

–Lo siento... No volveré a hacerlo, no volveré a fumar. –Jin volvió a besarla, su voz, sus ojos a punto de llorar, todo eso, lo volvía loco. El beso se intensifico, pero Jin tuvo cuidado de no abrir la herida del labio de SookYon, cuando se separaron levantó a SookYon para ponerla en su altura y volvió a besarla, la llevó hasta su habitación, y con cuidado se sentó en la cama, con ella sobre él, para no lastimar su tobillo, lentamente la ropa se fue desprendiendo de sus cuerpos.

¿Quién es usted? 《Wattys 2019》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora