capitulo #38 "avanzar."

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~dos semanas~

- Entonces ¿decidieron ser amigos con derechos?- Allison agitaba su helado intranquila.

- Amigos con mucha química.- le corregí.

-Es lo mismo Samanta.

-No, no lo es.- dije probando mi postre.

-Me voy dos semanas y vuelves a enamorarte.

-En teoría... jamás dejé de estarlo.- me removí incomoda.

-Afirmas que estás enamorada.- se llevó las manos a la cara de manera pensante.

Quizás imitaba a un policía o a un detective en un interrogatorio, quizás realmente adoptaba esa pose para pensar o simplemente quería tener las manos en su cara de esa manera, como sea.

-¿por qué no vuelven y ya?- dijo repentinamente enojada.

-¿hay algo que te esté molestando?- dije confundida.

-Sam, no quiero que te niegues por orgullo a algo que simplemente te puede hacer feliz.

-no lo entiendo.- respondí a la defensiva.

-Lo quieres, te quiere, ¡SE QUIEREN! ¿me explico?- un par de personas se volvieron a vernos.

-No hay confianza.

-¿por qué estás jugando con él?- me miró aprensiva.

Tuve una sensación como cuando mamá me regañaba, así de intimidada, extrañamente me sentía acusada, expuesta.

-Yo no estoy jugando Allison.- me defendí.

Mi amiga siguió con la misión de hacer agua el helado, no me miraba, simplemente estaba ahí, dandole vueltas a la masa con hielo, como si eso requiriera más concentración que cualquier otra cosa.

-Me iré a Londres.- dije esperando su reacción.

-¿vacaciones?- dijo alegre.

-trabajo.

-¿ya volviste a la imprenta Salvatore?- habló confundida.

-No, me han contratado en Londres.- expliqué.

-¿vivirás allá?- seguía confundida.

-Por un tiempo, sí.

-¿te vas a ir?

-sí All, eso significa que tengo que irme.- le sonreí.

Ella seguía con la mirada perdida, como cuando la despidieron de su primer empleo, cuando la terminó su primer novio, como cuando tuve que decirle que buck, su mascota, había muerto, como si lo que acabara de decirle fuera tan mala como esas noticias.

-Allison, yo...

-Estoy bien Sam.- me miró directamente a los ojos.

-Es temporal, no para toda la vida.- quise hacerla sentir mejor.

-¿vendrás a visitarme?- dijo con un mohín y la mirada entristecida.

- Cada vez que pueda.- acaricié su mejilla.

Y ahí estaba ella, la gran Allison, a punto de llorar por mi culpa.

-¿Ian ya lo sabe?- contuvo la respiración.

Probablemente daba fe de estar pasando inadvertida, lo que ella no sabía, era que estaba frente a la persona que más la conocía.

-Quería que fueras la primera en saber.

-¿entonces no planeas jamás darle otra oportunidad?

-Las relaciones, tanto de amistad o de pareja no funcionan a distancia.- me arrepentí de decir.

¿qué había hecho? Allison me miraba con los ojos como platos, su boca estaba medianamente abierta.

-Perfecto Sam, no funcionan.- dijo dolida.

Tomó su cartera y la colgó al hombro tan deprisa, que ni siquiera me plantee la idea de ir por ella o quedarme aquí.

Realmente seguía sin entender por qué había dicho todo eso, yo si quería una nueva oportunidad con Ian, sin embargo tenía metas y sueños por delante, sería totalmente amarrarlo a una relación tan dañina, como no tener a la persona a tu lado cada día.

Quizás era demasiado tarde para arrepentirme de mis propias palabras, quizás Allison no me lo perdonaría, pero la verdad es que jamás quise referirme a ella.

No sabía como, pero estaba en la entrada de la casa de Ian, sería bastante idiota irme y ya, así que simplemente presioné el timbre.

-¿Sam?- preguntó entre sorprendido y confundido.

Se inclinó hacia adelante capturando mis labios en un simple beso.

-tenía que asegurarme de que no eras una visión.- sonrió divertido.

-¿y como te fue?- quise saber.

-bueno, eres real.

-ya lo creía yo.- intenté sonreír como el.

-¿qué te pasó?- me hizo llegar al interior de su casa.

-Lo he arruinado todo.- me senté sobre el gran sofá familiar.

-¿qué significa todo?- se sentó junto a mí.

Ian escuchó atentamente cada palabra, acariciaba mi brazo de vez en cuando y

no les permitía a las lagrimas seguir embarrando mi cara.

-Quiero mucho a Allison, pero creo que está siendo injusta.- me miraba fijamente a los ojos.

-¿por qué lo dices?- me sorprendí.

-Ella está construyendo una nueva vida junto a Peter, ella va a avanzar sin tí, no veo porque es egoísta querer hacer tu propia vida.

-Es que no quisiera avanzar sin ella.- sorbí la nariz en un gesto desagradable.

-Entonces podrán mantener su amistad o mejor aún, pueden fortalecerla más.

Me estrechó entre sus brazos y susurraba frecuentemente que todo estaría bien, jamás había funcionado con otra persona, pero ahora me lo creí.

-¿qué hay de ti?- me solté para mirarlo.

-¿te preguntas si podré sobrevivir sin ti?- se hizo el gracioso.

-Hablo en serio.

-No puedo ser tan egoísta para no dejarte avanzar, menos en tu carrera.- explicó.

-Pero puedes avanzar conmigo.- me atreví a decir.

-¿qué me estás proponiendo Dunne?- vi brillar sus ojos.

- Me refiero a que - me sonrojé al instante.- simplemente no podré avanzar sin ti.

-No estás hablando en serio, ¿o si?

-Sigo enamorada de tí.- confesé.

Quise pedirle a mis piernas que dejaran el vaivén de arriba a abajo, pero no obedecían, Ian me miraba quieto, sin articular palabra alguna, sin siquiera cambiar su curso de respiración y yo simplemente sufría un ataque de pánico.

-Di algo al menos.- le alenté.

-sólo tengo algo que decir.- dijo cerio.

Me tomó con fuerza y delicadeza al tiempo y tiró de mi para juntar nuestros labios en un beso.

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Si me quieren matar, porque tardé años en seguir la novela o porque no sé, no les gustó el capitulo, están en todo su derecho, lo siento bastante):

Quisiera que le dieran una ojeada o le regalaran un breve tiempo a mi nuevo proyecto "Si te he visto no me acuerdo." y me dijeran que les parece, de ante mano muchas gracias.

The practiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora