The practice

capitulo #23. "solo un intento."

-Sam, ¿puedes dejar de observar ya esa cosa?- casi gritó All.

-¿crees que le guste?- pregunté alzando el pequeño objeto entre mis manos.

- no quiero ni imaginarte cuando lleves un año.- negó mientras pasaba la mano por algunos vestidos.

Miré nuevamente el pequeño llavero de plata que había comprado para Ian, era un Ying Yang por partes separadas, que por alguna especie de Imán permitía que ambas partes se unieran para formar una.

- es importante para mí.- respondí guardando el objeto.

-sólo son tres meses Samanta.- habló ésta vez enojada.

- está bien, no te enfades.

-si, si lo hago, te traje aquí para que me ayudaras a escoger los vestidos de las damas de honor.

-ya, lo siento.- dije sincera.- ¿qué tienes ahí?

-¿te gusta?- me mostró uno de los vestidos.

Tenía un color rojo llamativo, pero con clase, largo hasta el piso, con un corte de corazón, y bajo este lo acompañaba una especie de cinturón de pedrería.

-es hermoso.- se lo quité de las manos.

-¿hablas en serio?- sonrió como una niña caprichosa.

-si Allison.

-perfecto, es una preocupación menos.

Entré sacándome los zapatos de tacón alto, lo que tenían de hermosos lo tenían de incomodos, solté las compras de Allison en el sofá, necesitaba una ducha con urgencia.
Enjuagaba el jabón del cuerpo al ritmo de Rihanna, estar sola en casa no le hacía mal a nadie, a lo lejos escuché el timbre, ¿no pueden dejar a una mujer tomar un baño en paz?. Envolví mi cuerpo en una toalla, ocupé otra para mi cabello, y me dispuse a salir, quizás era Ian, la idea me alegró, entonces abrí la puerta lo más rápido posible.

- hola Josh.- fingí escasa decepción.

-¿qué hay Sami?- recorrió mi cuerpo con su mirada.

-que pena recibirte en estas fachas.- me hice a un lado para que pasara.

-para mi estás perfecta.- mordió su labio inferior.

-iré a cambiarme.- reí incomoda.

Giré sobre los talones en dirección a mi habitación, una mano en mi cintura me detuvo.

-no hace falta guapa.- dijo acercándome hacia el.

-Josh, sueltame.- pedí.

-¿recuerdas lo que hicimos en aquel cumpleaños de Allison?- me acercó a su rostro al punto de sentir su respiración.

-¿estuviste bebiendo?- intenté alejarme.

-puede ser, un poquito.- me enseño con sus dedos.

Llevó sus manos hasta mi cintura, buscando la punta de la toalla que cubría mi cuerpo, estaba asustada, ¿que le ocurre a Josh?

-será mejor que te vayas a casa.- dije tomando el borde de la gran toalla para aferrarla a mi cuerpo.

-¿para qué?, podríamos divertirnos en tu habitación.- insinuó él.

Intenté forcejear para liberarme de su agarre, pero nadie era más fuerte que un Josh pasado de copas. Se escuchó un fuerte portazo, los brazos de este cedieron ante mi esfuerzo. Lo miré aterrorizada, y el pareció ver la gravedad de la situación, noté una mirada arrepentida, pero eso no bastaba.

-vete, por favor vete.- pedí.

Asintió tras un par de segundos y se marchó. Me quedé allí, en la misma posición, ¿Josh hubiera abusado de mí?

- Ian, por lo que mas quieras contesta.

"usted será transferido a un buzón de voz."
"deje su mensaje después del tono."

Ian, cariño, necesito hablar contigo, cuando escuches esto llamame.

-¡Llegué!- gritó All cerrando la puerta tras de si. -¿que ocurre contigo?

-¿por qué lo dices?

-estás como su hubieras visto un fantasma.

-no, eso no es cierto.- mentí.

-¿en serio Sam?¿vas a hacer el intento de mentirme a mi?- preguntó ofendida.

-vino a visitarme Josh.

- que bien, ¿cómo está? - dijo sentándose en el sofá.

- quiso abusar de mí.- arrastré las últimas palabras.

- buena esa Dunne, casi me la creí.- comenzó a reír.

- Allison.- la miré severa. - no estoy bromeando.- se escapó una lágrima.

- ¿te tocó? - dijo ahora preocupada.

- no alcanzó.- otra lágrima.

-Sam, pequeña.- dijo envolviéndome en un abrazo.

-estoy bien Allison.- intenté alejarla.

-no, no lo estás, ¿le contaste a Ian?- habló rápido.

-no, no toma mis llamadas.

-que extraño.- mencionó.

-¿crees que sea bueno que el se entere?- pregunté.

- no tengo ni la más mínima idea Sam.- se lamentó.