-¿tu estuviste allí?- dije incrédula.
-Venía a darte una sorpresa.- se pasó la mano por el cabello. - Y el que se llevó la sorpresa fui yo.
-¿Por qué no me preguntaste?- hablé dolida.
-¿qué iba a preguntar? vi todo demasiado bien.
-Es que no viste lo suficiente.- expliqué.
Me miró mal, con la boca entreabierta, y los nudillos ya comenzaban a tornarse blancos.
-¿querías que lo presenciara todo?- habló irritado intentando no gritar.
-Verás, si te hubieras quedado quizás un par de minutos más, habrías apreciado que Josh estaba borracho, que yo había salido hace poco de una ducha, que me estaba forzando, que quizás me hubieras ahorrado el mal momento que viví.- impedí que lágrimas salieran.
-¿te forzó?¿borracho? El estaba ¿¡violandote!? - se paró como un resorte de la cama.
Caminaba de un lado al otro por una de las orillas de la cama.
Los músculos de sus brazos se tensaron en todas las maneras, su mandíbula hacía presión, sus ojos se habían intensificado, y su mirada definitivamente ya no era dulce, ni pasiva, ni sana.oh, oh.
-No exactamente, ¡No pasó nada!- expliqué.
-Pero ¿y entonces?- paró en seco.
-Logré frenarlo, ¿comprendes?- pregunté.
-¿Y sigues siendo amigable con ese estúpido?- volvió a su acción inicial.
-Estaba borracho, no sabía lo que hacía.
-¿dónde vive?- preguntó de pronto.
-¿qué?
-¿DÓNDE VIVE? Samanta dime su dirección, sino voy a buscarla por mis propios medios.
-Escucha.- me paré junto a el.- No te permito ir por el.
-¿qué?- se confundió.
-¿no crees que ya es un tema viejo?- pregunté sarcástica.- Josh y yo ya lo arreglamos, seguimos siendo amigos.
-¿tema viejo? ¡terminamos por su culpa Sam!- habló exasperado.
-Corrección, terminaste conmigo, y no fue culpa de Josh.- continué.
Su expresión denotaba decepción, me miraba dolido, realmente dolido.
-¿sabes? si me hubieras tenido una gota de confianza, si te hubieras dado el tiempo de escucharme.- puntualicé.- quizás te hubieras sacado las ganas de golpear a Josh y te hubiera hecho hasta barra, quizás estaríamos juntos ahora.
Me tiro de la cintura hacia su abdomen, ignore mi piel quemando ante su contacto, aunque déjenme aclarar, que sería más fácil sobrevivir al fin del mundo antes que a este hombre.
-¿adivina qué?- dije como una niña pequeña.
-¿qué?- se animó a contestar.
-¡Nada de eso pasó! Ya puedes soltarme Salvatore.
-Pero Sam...
-Descansa.- cerré la puerta tras de mí.
No pegué un ojo en lo que quedó de noche, el sol se colaba por las ventanas, y supe que era hora de levantarse.
El olor a tocino inundaba el departamento y mi estomagó no tardó en notarlo, me puse gafas de sol y un holgado chaleco para ir a desayunar.
-wow.
-No te metas con mi aspecto, hablo en serio.- dije sentandome a comer.
-Nadie se está metiendo con tu aspecto.- me ofreció jugo.
-Más te vale.- sonreí sarcástica.
-¿alguien durmió mal?- se hizo el simpático.
-dormí pésimo.- confirmé.
-Con respecto a lo que hablamos ayer...yo, lo siento.- se atrevió a hablar.
-¿Sabes? es mejor ahora que sé los motivos.
-Para mí no lo es.- respondió a su vez.
-Creí que era mejor aclarar las cosas...- hablé confundida.
-Soy un completo idiota.
-Dí algo que no sepamos ya.- reí.
-Y si quizás nosotros ¿lo intentamos nuevamente?- preguntó.
Fuerza de voluntad Dunne, fuerza de voluntad.
-Seamos amigos.- respondí.
-Pero...
-Todo pasa por algo Salvatore.
"toc-toc" se escuchó desde afuera, pedí con la mirada a Ian que abriera la puerta, negó divertido.
-Hola Ian.- escuché con voz amigable.
-¿qué hay Josh?- sentí irritación.
-no mucho, ¿está Sam?
-Si, pasa.
-¿¡es ese mi Oliver!?- pregunté con emoción.
Corrí y me abalancé contra el pequeño cachorro que Josh traía entre sus brazos.
Su colita se movía de un lado a otro con mediana rapidez, temblaba un poco, una nariz rosada adornaba su rostro y tenía ojos pardo que le venían hermoso a su pelaje café amarillado.
-Mira Ian, es mío.- hablé igual que una pequeña.
Que horror.
-Que lindo es.- se acercó hasta el.
-Bueno, tengo cosas que hacer, así que... me voy chicos.
-Te debo una enorme Joshua.
-me encargaré de cobrar Sam, Adiós Ian.
-Adiós.- intentó sonreír.
La puerta se cerró y por primera vez el ambiente no quedó tenso por causa de los chicos.
-Estás hermoso pequeño.- le hablé con ternura.
-¿por qué conseguiste un perro?
-Ahora que All no está, necesito compañía.
-Remplazarás a Allison con un cachorro.
-No exactamente.- lo miré mal y el rió.
-Me iré a casa.- habló.
-¿ya te vas?- me arrepentí de preguntar algo tan tonto.
-¿quieres que me quede?
-quiero aclarar que ahora somos amigos, todo está bien, así que puedes venir cuando quieras.- sonreí.
-gracias Sam.- besó mi mejilla.
xxxxxx
Hola, primero que todo, quiero que sepan que tengo identificadas a las chicas que comentan, así que sigan haciéndolo dlfnjk, segundo, el próximo capitulo viene con sorpresas y ahm eso, disfruten.
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The practice
Romance-¿verdad o reto?- volvió a preguntar. Jamás me había sentido tan indesisa, menos cuando se trataba de él, no cuando solo estábamos jugando. -Verdad.- me decidí sin saber si realmente era lo que quería escoger.