2. Somos

6K 238 27
                                    


Nada de esto es real, solo es que tengo demasiado tiempo libre.

-¿Entonces ya está decidido?

-Ricarda, me estás tocando el coño, no es por na'-Mimi ni siquiera lo miró mientras guardaba toda aquella ropa en cajas para donar-. Es la quinta vez que lo preguntas.

Entre sus manos tenía en aquellos momentos una camiseta de tirantes que rápidamente dobló y guardó, y fue hacia la siguiente prenda de ropa; así llevaban toda la mañana ya que Ricky se había ofrecido voluntario a ayudarla, de nuevo, con su mudanza. Primero habían sido los muebles –que una empresa había llevado hasta el garaje de Miriam, dónde se quedarían por el momento- y luego se habían dedicado a lo demás: las pocas cosas que la rubia había abandonado en su viejo piso. Un apartamento que por poco tiempo seguiría siendo suyo; de hecho, Mimi ya no lo sentía de su propiedad.

-Joder, Mimi, es que es muy fuerte.

-Pues yo lo veo muy obvio-volvió a contestar con cierto tono mordaz-. Llevamos más de dos meses viviendo en el piso de Miriam. Hacía semanas que no pisaba este sitio y Ana-se lo pensó un segundo-. Más de lo mismo. Estaba claro, Ricky. Todas mis cosas, al menos lo que necesito, ya estaban allí y...

-¿Pero lo habéis hablado?

-Sí, estuvimos de acuerdo que era lo mejor... que era el momento de dar el siguiente paso.

-¿Y Universal?

Mimi bufó divertida, esos no pintaban nada en su relación.

Panic! At the Disco seguía sonando desde el IPhone de Mimi a todo volumen y durante por más de un minuto lo único que se volvió a escuchar fue aquella canción, The Ballad of Mona Lisa, y el movimiento de cajas de un lado hacia otro. Justo en aquel momento, la rubia acabó con el armario, ya vacío, y pasó a lo último que quedaba: sus mesitas de noche.

Ya quedaba menos para volver a casa.

A su hogar.

-¿Entonces vais en serio con esto?

La rubia soltó todo el aire empezando a molestarse de verdad.

-Ricky...

-No, a ver-entonces la figura de su amigo apareció en sus narices e hizo que se sentara en el colchón desnudo para que la escuchara con atención:-, sabes que me encanta vuestra relación de poligamia, o cómo sea que se llame vuestra relación a tres, pero os vais a mudar. Mimi-enfatizó con un movimiento de manos exagerado hasta para Ricky-. Mudar juntas. Es un paso muy serio...

-Pues como si fuéramos una relación de dos personas-respondió con obviedad; Mimi sabía perfectamente lo que significaba irse a vivir con alguien a quien querías, o en su caso, con las dos mujeres a las que quería-. No harías tanto drama si...

-Mimi.

-¿Qué? ¡Es que yo no le veo el drama, maricón!-se levantó de la cama, cansada de estar quieta-. Las quiero. Estoy enamorada de ellas.

-¿Las quieres a las dos por igual?

La rubia lo miró a los ojos cuando este se levantó de la cama para volver a quedar cara a cara.

-¿Qué pregunta más tonta es esa?-bufó de nuevo-. Pues claro.

-¿Sientes lo mismo por Ana que por Miriam?

-Joder, Ricky.

-Es serio, Mimi. Ya no es un juego...

-¿Antes creías que era un juego?-la rubia empezaba a estar hasta las mismísimas narices de su mejor amigo a aquellas alturas-. Llevamos un año juntas, ¿lo sabes, no?

3 no son multitud (WARMIRIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora