8. Sin Pijama (I)

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Si tú me llamas, nos vamos pa' tu casa...

Flashback

-Uff, Mimita, está buenísima.

-Te lo dije.

-Ya... mmh-gimió Miriam haciendo que la granadina la mirase alzando una de sus cejas-. La mejor tortilla que he comido.

Mimi soltó una carcajada natural inclinándose hacia delante mientras cerraba los ojos; Miriam lo había dicho con tanto placer en sus palabras que había sonado hasta cómico.

-Bueno, gracias... supongo.

Segundos más tarde, la rubia se levantó de la silla recogiendo su plato sucio para ir hacia la cocina. Aunque en el camino, cuando pasó por su lado, dejó un beso en la cabeza de la leona.

Nada más llegar vio el desastre que había dejado dentro de aquellas cuatro paredes, porque Mimi seguía siendo un desastre dentro de la cocina: tortilla, filetes y ensalada, eso era todo lo que controlaba en temas culinarios. Sin embargo, incluso así, agradecía no haber incendiado la cocina aquella tarde mientras le preparaba la tortilla a Miriam.

Con calma, y resignada, se puso a limpiar aquel desastre mientras que la gallega acababa de cenar. La música se escuchaba de fondo a través de los altavoces y Mimi, al ritmo de la canción de turno, fue poniendo todos los utensilios en el lavavajillas. Al menos eso hizo hasta que unos brazos la rodearon por la espalda:

-Gracias por la cena.

-De nada, leona.

-Gracias por invitarme esta noche.

Mimi, cerrando el lavavajillas, se giró entre sus brazos extrañada por tanto agradecimiento mientras arrugaba el rostro.

-¿Sabes que no me tienes que dar las gracias por eso no?-la gallega como respuesta se encogió de hombros y se hundió en el cuello de la granadina buscando un lugar en el que esconderse del mundo durante unos segundos; por otro lado, Mimi correspondió aquel abrazo extrañada:-¿Pasa algo? Llevas toda la noche bastante callada, quitando tus elogios a mis dotes de tortillera.

Las manos de Miriam se entrelazaron en la espalda de Mimi rozando la tela de la chaqueta de chándal que llevaba, y sin separarse contestó:

-He estado pensando...

-Eso nunca es bueno.

-Idiota-reprochó con un ligero golpe en su brazo, y saliendo de su escondite miró aquellos ojos verdes para contestar:-. Estaba pensando en nuestras citas...

-La siguiente podríamos ir a un concierto, ¿no? O podríamos ir a ver La Llamada que Raoul se está poniendo muy pe...

-No estaba pensando en las siguientes.

Mimi parpadeó un par de veces aún con la boca medio abierta por haber dejado la frase a medias:

-¿Qué?...

Entonces Miriam vio el pánico en la cara de la rubia.

-¡No! No, nada de eso. No pienses eso... No me refería...

-Joder, qué susto-susurró Mimi mientras ponía su mano en el pecho, como si estuviera sufriendo un tremendo dolor en aquellos momentos-. ¡Miriam, me has asustado! Creía que...

-No, no. Todo lo contrario.

La granadina cerró los ojos aliviada y suspiró:

-Explícate.

Miriam perfiló con su nariz el borde de la mandíbula de Mimi y durante unos segundos intentó relajarla con aquella ligera caricia hasta encontrar sus labios en un tierno beso.

3 no son multitud (WARMIRIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora