Cinco

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Mi lengua empezó a jugar con la de Jungkook. Y en cuanto lo hice, sentí su otra mano tomándome de la cintura y apretándome contra él. Aquello me despabiló un poco. Sentir su cuerpo contra el mío fue fuerte.

Recuperé la cordura y me separé de él, lo suficiente para mirarlo a los ojos.

- Basta. ¿Qué haces? - pregunté en un susurro.

- Oh, cierto, la regla de no tener sexo en la habitación. ¿Cuenta si es entre nosotros?

- ¿Qué? Jungkook estás demasiado ebrio. - intenté librarme de su agarre en mi cintura pero solo me apretó más fuerte.

- No, tú me llevaste a esto, Jimin. Es tu culpa.

- No sé de qué estás hablando....- estaba poniéndome nervioso. Ni Yoongi me había tomado así en seis de meses de no-noviazgo.

- Intento alejarte de mí pero no parece funcionar. ¿Por qué?

- ¿Por qué...quieres alejarme?

- Porque sino me dan ganas de hacer esto.

Volvió a besarme, esta vez con previa advertencia y aún así me dejé de nuevo.

Maldición, besaba bien. Sus labios sabían y se movían bien. Podía sentir su maldita erección creciendo allí abajo y chocando con mi muslo.

Teníamos que parar...o yo terminaría igual.

- Jungkook. Tienes que descansar. - corté el beso otra vez. - No estás bien.

- No, no lo estoy. Y tú me pones peor.

No entendí aquello que dijo, pero finalmente me soltó. Creí que iba a volver a su cama pero no, salió de la habitación.

- No puedes andar deambulando ebrio por el campus! Regresa aquí! - exclamé siguiéndolo.

Llegué a alcanzarlo y tomarlo del brazo para guiarlo de nuevo a nuestro cuarto, pero se zafó bruscamente.

- Te odio, Jimin, déjame en paz!! - me gritó.

Finalmente lo dejé ir, porque no entendía qué le pasaba. Sí, estaba ebrio, pero había algo más. Algo estaba pasando. Había mucho que Jungkook no me estaba diciendo.

¿Y por qué demonios me habían gustado tantos sus besos?

❤️

El sábado, cerca del mediodía, Hoseok fue el que me despertó saltando sobre mí como solía hacer alguna que otra vez.

- Jiminie! Despierta! Estoy aburrido! Vamos a comer!

- Mmm no, déjame dormir, estoy cansado. - me quejé.

- ¿Tan tarde volviste anoche? Por cierto, ¿Dónde está tu amado compañero de cuarto?

Al escuchar eso, me levanté de golpe. Recordé todo lo de la noche pasada y me preocupé porque Jungkook todavía no había vuelto. ¿Estaría bien? ¿Dónde pasó la noche?

- Hoseok, tengo tanto que contarte, te contaré en el camino pero primero tienes que ayudarme a ir a buscar a Jungkook.

- Está bien...

Mi amigo tampoco entendía qué rayos ocurría pero buscamos a Jungkook por todo el campus durante un buen rato.

- Ya está grandecito, Jimin. Creo que puede cuidarse solo luego de una borrachera. - me dijo Hoseok cuando volvimos a mi cuarto.

- Tú no entiendes. Lo vi mal. No sé qué le pasa, por qué me besó, y por qué es así conmigo. Necesito entender.

- Cuando vuelva, sobrio, podrán hablar bien. Y si te beso, es claro porque le gustas.

Compañeros - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora